Combatiendo fallas en la justicia

Actualizado
  • 22/08/2011 02:00
Creado
  • 22/08/2011 02:00
ABOGADO. D ebemos evitar las fallas de la justicia y luchar porque sea respetada, porque con sus fallas y aciertos es nuestra justicia,...

ABOGADO

D ebemos evitar las fallas de la justicia y luchar porque sea respetada, porque con sus fallas y aciertos es nuestra justicia, a cuyas actuaciones no podemos renunciar, a pesar de lo ocurrido con los escándalos con el nombramiento de los Magistrados en el 2002 y acusaciones entre estos en el 2005, que hasta el día de hoy por otros hechos inciden en la confianza ciudadana.

Por ello, ante la presente coyuntura en la que en pocos días iniciará el nuevo Sistema Penal Acusatorio y la escogencia de cinco(5) nuevos Magistrados en diciembre próximo, respetuosamente sugiero la creación de un organismo denominado Consejo de Ciudadanos integrado por un representante del Colegio Nacional de Abogados, un representante de las Facultades de Derecho de las Universidades, un representante escogidos por los organismos de la sociedad civil, un expresidente de la Corte Suprema de Justicia y que ya no sea magistrado en funciones y algo innovador, un representante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que conoce los problemas de la región. Reitero no hay una solución perfecta, ni absoluta para el problema planteado, pero sin duda no podemos consentir la existencia de una sociedad impávida ante el fracaso de los Poderes Públicos, para evitar que haya corrupción y por ende, insatisfacción con la justicia, por lo que debemos ser proactivos y fortalecer la división de poderes con un verdadero retorno de la sociedad participativa en la toma de decisiones, en este caso con la designación de nuestros supremos operadores de justicia.

Si se les pregunta a diferentes personas sobre este tópico, de seguro variaran las respuestas, pero coincidirán en los criterios exigiendo para ellos: honestidad, espíritu de servicio, objetividad y calidades profesionales y conocimientos sobre la materia.

Pienso que no existen razones de naturaleza popular para determinar la oportunidad de un abogado a que acceda a la posición de nuestro Tribunal Supremo, pues ha de ser lo menos determinante para ello.

Uno de los aspectos más importantes a mí entender, es que la figura del Magistrado o ‘Juez Estrella’, es decir, que pretenda a destacar en la Galería, tarde o temprano estará condenado a ser esclavo de su popularidad, dejando de actuar con razonamientos jurídicos y objetivos, y perdiendo credibilidad en el ejercicio de su cargo.

Por ello, se requiere un servidor judicial consciente de su rol en la sociedad, y que en un régimen democrático, debe además, de cumplir los requisitos formales establecidos en la Carta Magna, ha de actuar con criterio propio, lo cual significa no sólo dominio de conocimientos jurídicos, sino independencia y autoridad reflejados en sus sentencias, de forma transparente y rendir cuentas, administrando justicia de cara a la ciudadanía.

Para lograr esto pensamos que se necesita un cambio de nuestras sociedades, muy especialmente, en quienes descanse el poder de promover reformas necesarias que conlleven un verdadero mecanismo de defensa de las instituciones democráticas y del ciudadano.

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