La floración de los guayacanes se convierte cada año, entre los meses de marzo y abril, en un espectáculo visual que pinta de amarillo el horizonte de...
- 22/02/2012 01:00
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Jorge Caballero tiene doce años de asistir al templo adventista. Allí, sostiene, el Carnaval se vive de otra forma y lejos del ruido de la fiesta.
‘Esos días realizamos retiros espirituales a distancia de las mojaderas, de los culecos, de las murgas y de la ingesta de bebidas alcohólicas’, dice Caballero.
Durante ese periodo, asegura, no realizan los cultos en los templos sino que se trasladan a lugares abiertos con bellezas naturales como ríos y montañas para hacer atractiva esta experiencia, sobre todo, en los jóvenes y en los adultos.
‘Evitamos el ambiente pesado que se respira en los puntos donde se celebra el Carnaval, que muchas veces lleva a las personas a cometer actos fuera de la norma legal y que atentan contra la moral de los demás’, plantea el dirigente.
Con esta actividad y durante la Cuaresma, leyendo la biblia, se preparan para la celebración de la pasión de Cristo, rememorando su muerte y su crucificción.
Por su parte, Ezequiel Clarke, de Las Asamblea de Dios, una de las denominaciones de los protestantes, lamenta que los jóvenes, en su mayoría, sean los protagonistas de actos que van en contra de la moral durante el Carnaval. ‘Se han invertido las cosas, a lo bueno le llaman aburrido y a lo malo le llaman bueno y les divierte.