Campañas políticas evaden temas ‘calientes’

Actualizado
  • 23/04/2014 02:00
Creado
  • 23/04/2014 02:00
Asuntos que en otros países se discuten a fondo, en Panamá son marginados y excluidos de las campañas electorales.

Las elecciones ya están a la vuelta de la esquina. Las campañas políticas y los candidatos presidenciales ya están listos para quemar sus últimos cartuchos. Hacen lo posible por ganar.

Los aspirantes a convertirse en el presidente de la República han tenido varios escenarios para exponer sus propuestas.

Diversos foros y debates se han realizado desde el mes de enero para abordar los temas que, según las encuestas, se registran como los más importantes para la población panameña: economía, canasta básica, seguridad, institucionalidad, corrupción, transparencia, y educación.

Aun así, algunos sectores consideran que quedan pendientes algunos temas y que los candidatos, ya sea por mantenerse en los principios de una sociedad conservadora o hacer el juego de la hipocresía, prefieren ignorarlos. Temas tales como: la legalización de la marihuana, el matrimonio gay, el aborto, la eutanasia y la implementación de programas integrales de educación sexual en los colegios.

¿HIPOCRESÍA?

Asuntos que en otras latitudes han sido debatidos por candidatos presidenciales e incluso los han llevado a cambiar legislaciones, en Panamá no se abordan o simplemente no forman parte de la agenda de ninguno de los aspirantes presidenciales.

Son ignorados por completo y salvo algunos grupos minoritarios, la mayoría de la sociedad no reclama que sean incluidos en los planes de gobierno que se preparan y se presentan en campaña.

Como si darle la espalda a estos asuntos los fuera a enterrar de la agenda de la sociedad.

Para el analista político Mario Castro Arenas, es importante que el electorado tenga claro que los candidatos deben exponer plataformas de gobierno y muchos de estos temas son aspectos parciales de una sociedad y no necesariamente deben estar incluidos en las propuestas, que son en su mayoría de orden general.

‘Panamá tiene una característica, y es que las plataformas de gobierno abordan temas realmente sensitivos para la población, como lo es la economía, la educación, la seguridad y ahora la institucionalidad’, explicó Castro Arenas.

Sin embargo, para el sociólogo y catedrático universitario Marco Gandásegui, el problema de fondo es otro. A su juicio, los candidatos tienen miedo de poner en riesgo sus intereses al tener que enfrentarse con las iglesias, el sector empresarial o el ala más conservadora de la sociedad panameña por el costo que tendrían que pagar.

‘Algunos candidatos creen que corren el riesgo de que se les comprometa a sustentar esos ‘temas’ o se les implique como simpatizantes de determinada causa, sobre la cual en público prefieren no pronunciarse. Un candidato que coloca al país en el centro de su agenda está obligado a abordar seriamente estos problemas’, destacó.

SOCIEDAD CONSERVADORA

Recientemente, cuatro de los siete candidatos presidenciales –Juan Carlos Navarro, José Domingo Arias, Juan Carlos Varela y Esteban Rodríguez- firmaron el Pacto por la Vida y la Familia, impulsado por la Alianza Panameña por la Vida y la Familia.

Se trata de un acuerdo respaldado por la Iglesia católica y la Iglesia evangélica. La firma de este documento generó disgustos en algunos sectores que se manifestaron en el exterior del auditorio de la Universidad Santa María La Antigua, donde se realizó la firma de este compromiso.

Ricardo Beteta, dirigente del grupo Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, que representa a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, explicó que esto solo confirma que la sociedad panameña no está preparada aún para discutir este tipo de temas y optan por ignorarlos y hacer como si nada pasara.

‘La sociedad está pidiendo que estos temas se debatan desde hace muchos años. Sin embargo, los intereses creados no lo permiten: El Ministerio de Educación, las iglesias, los grupos conservadores y sus contrapartes neoliberales, las asociaciones empresariales; construyen murallas para evitar que los panameños podamos debatir abiertamente en los medios, en las escuelas, en todos los centros de reunión, estos temas que ya son una realidad en nuestro país’, expresó Gandásegui.

Por su parte, Castro Arenas opina que dependerá de los sectores o movimientos de la sociedad que respaldan la discusión de estos temas, que se incluyan en los debates en las próximas elecciones.

‘Argentina, por ejemplo, ha tenido una presión continúa por los grupos que avalan el matrimonio gay, la legalización de la marihuana, el aborto y la educación sexual, lo que ha permitido que el Estado tome en cuenta la discusión e incluso modifique su legislación’, comentó el analista.

El asunto es ver si los políticos son muy conservadores, están preparados para considerar estos temas o simplemente prefieren darle la espalda, como si eso fuera a detener el girar del mundo.

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