Las paradojas de las integraciones de salud

Actualizado
  • 21/06/2015 02:00
Creado
  • 21/06/2015 02:00
El deterioro del sistema en cifras. Escenarios de inequidad distintos en todo el territorio nacional

El horizonte cercano plantea un debate que ha vuelto, pero con un elevado nivel de confusión sobre lo que realmente significa. Es decir, se enciende la polémica sobre la integración de los servicios públicos de salud, desde perspectivas distintas y hasta contradictorias de lo que esto significa.

Ergo, cabe compartir dos interrogantes: ¿Es la integración de los servicios médico-sanitarios algo que la población necesita en materia de salud? Desde nuestra perspectiva, el nivel de inequidad en estos servicios y su deterioro en los últimos años, lo está requiriendo. Esto, por lo demás, tiene que ver con la respuesta a una segunda pregunta, a saber: ¿Es realmente la integración de servicios la forma más racional de solventar el problema de inequidad en salud?

Este debate, que ha estado en vilo desde el último tercio del siglo XX deja planteada una tercera interrogante: Cuando se habla de esta propuesta ¿todos hablan de lo mismo? Pareciera que no, en virtud que existe más de un modelo de integración de servicios, que conllevan resultados muy disímiles. Abordaremos aquí lo concerniente a la primera pregunta, desarrollando las otras en edición posterior.

EL DETERIORO DEL SISTEMA, LAS CIFRAS HABLAN

El primer indicador empleado convencionalmente para calibrar el nivel de salud de una población y la efectividad de su sistema de atención de salud, es la tasa de mortalidad.

A partir de este indicador se puede afirmar que el sistema de salud panameño-otrora reconocido como uno de los más dinámicos y eficientes de América durante la década de los setenta del siglo XX-ha observado un deterioro en los últimos años. Este resulta chocante, al ocurrir en medio de un mar de crecimiento de riquezas.

Con base en la gráfica Nº 1, cabe destacar tres tendencias en la mortalidad panameña: En primer término, la baja persistente de las muertes desde la década de los años 50 hasta la de los años 80.

En segundo término, el período 1972-1982 (que de 1970 a 1981 incluye la etapa propiamente Torrijista de los servicios integrados de salud) se logra la mayor reducción histórica de la mortalidad.

En tercer término, a partir de los años 90 hasta fechas recientes —ya sin servicios integrados— hay un estancamiento de la mortalidad, en tanto que esta no ha bajado de 4.1 muertes por cada mil habitantes (gráfica Nº 1).

ESCENARIOS DE INEQUIDAD DISTINTOS, PERO UN MISMO REQUERIMIENTO

Primer escenario: Algunos, pobladores entrevistados en Cerro Punta, dicen preferir las clínicas privadas porque consiguen la cita con el ‘doctor', que no obtienen en el Centro de salud (del Ministerio de Salud (Minsa) de este lugar, ya que al no haber un médico diariamente, la demanda rebasa la oferta institucional.

El colmo: todas estas personas son cotizantes activas de la CSS, pero no hay servicios de esta entidad hasta una hora y media de distancia en bus, lo que significa que aun cuando fuesen eficientes los establecimientos del Minsa de Cerro Punta y Volcán, ellas vuelven a pagar por servicios que ya han abonado al seguro social con sus cuotas.

Segundo escenario: Orlando, Eufemia y Fredesvinda, ante citas médicas demoradas con especialistas (ocho meses de espera) en la Policlínica de la Caja de Seguro Social (CSS) de La Chorrera, acuden a las clínicas privadas en este distrito y en capital y al Hospital Santo Tomás (regentado por el Minsa), también en la ciudad de Panamá.

Aquí, otra vez, se desplaza la demanda hacia el sector privado y se añade ahora, un establecimiento público de tercer nivel (más complejo), lo que implica un gasto adicional para las familias por servicios no utilizados en la CSS y el aumento de una demanda artificial en el tercer nivel de atención pública.

Tercer escenario: Asegurados por la CSS en Kalu Mogir Yala, aquejados con diarrea originada por la deprimente calidad del agua, frecuentan por enésima vez en el año, servicios médicos de la Policlínica de Arraiján. Ellos no tienen recursos para ir a una clínica privada ni tampoco al Centro de salud del Minsa.

En este caso, la no intervención preventiva del sistema de saneamiento, bajo tutela del gobierno central, eleva la demanda artificial en establecimientos de propiedad de la CSS. Se hace relevante mencionar, la externalización positiva del Minsa en favor de la reducción de costos de la CSS, cuando es realizado el trabajo de prevención en saneamiento ambiental.

El hecho de que el gobierno central no cumpla con sus labores preventivas (como dotación de agua potable y saneamiento) redunda elevando los gastos de la CSS, al enfermarse población asegurada.

Cuarto escenario: Paulina es trabajadora informal residente en Las Garzas de Pacora, tenía a su hijo pequeño hospitalizado de urgencia en el Hospital Regional Docente De La 24 De Diciembre (administrado por la CSS). Al tercer día, tuvo que sacarlo (empeñando su radio y unas prendas de oro) sin culminar el cuidado médico recomendado porque no tenía seguro social y el monto ya rebasaba los $240, altamente oneroso para esta connotada integrante de las filas de pobres de la periferia urbana.

Este escenario, revela más crudamente la inequidad del sistema de salud y la lógica mercantilista con la que funciona la CSS.

MORALEJAS DE LA REALIDAD HISTÓRICA DE SALUD

Por lo expuesto aquí, la CSS la conducen como entidad casi privatizada y fuertemente mercantilizada, ignorando el principio de que la salud es un derecho humano, no una mercancía.

Población asegurada hay por todo el país, (seis de cada diez habitantes) más no establecimientos de la CSS, lo que conduce a la duplicación de gastos de las familias, ya que se ven obligadas a utilizar servicios del Minsa o del sector privado habiendo cotizado al seguro social.

Estas realidades han estado en la base de la explicación de por qué se lograron mejores resultados con servicios públicos de salud cuando estuvieron integrados especialmente en el período 1973-1982.

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El Programa FLACSO-Panamá busca dotar a la población de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.

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