La discriminación y sus efectos en la personalidad

Actualizado
  • 20/03/2016 01:01
Creado
  • 20/03/2016 01:01
Un grupo minoritario, por su aspecto o costumbres diferentes al resto, son considerados más o menos inferiores desde un punto de vista social

Hasta el presente, la naturaleza lo mismo que el alcance de la discriminación y del prejuicio no se conocen de manera exacta. En dicha situación existen muchas sutilidades; y numerosas corrientes cargadas que no han sido adecuadamente exploradas.

Con todo, no existe duda alguna de que en muchos respectos, y a un grado mayor o menor, los miembros de un grupo minoritario, por su aspecto o costumbres diferentes al resto de la población, son considerados más o menos inferiores desde un punto de vista social y, por lo mismo, discriminados.

Que los individuos están fuertemente afectados por sus relaciones intergrupales e interpersonales, es un hecho que no puede discutirse. La armonía entre los grupos proporciona armonía entre los miembros de los grupos, mientras que la tensión intergrupal acompaña las tensiones interpersonales. Además, las tensiones entre las personas están íntimamente relacionadas a las tensiones dentro de las personas.

TIPOS DE PREJUICIOS

El prejuicio puede ser visto como un problema empírico concentrado en la amplia región de los conflictos y de la acción social. Es, ante todo, una orientación de valor, y puede y debe ser estudiado desde tres sistemas de valores diferentes: 1) el de la personalidad, 2) el social y 3) el cultural.

Cada uno de estos métodos de estudio es conceptualmente independiente en su trato con los numerosos elementos de acción envueltos. Pero al mismo tiempo, el prejuicio, como un fenómeno concreto, no puede entenderse en su totalidad a menos que se le considere reflejando simultáneamente las tres formas de sistematización.

El prejuicio social se alimenta de los fracasos y obstaculiza aún más a los miembros de un grupo minoritario en sus esfuerzos por mejorar su status económico, por lograr aceptación social y ganar la ciudadanía de primera clase. Tales fuerzas interpersonales no solamente han nacido de las desafortunadas prácticas históricas, sino que son acentuadas por el interés de los grupos culturales en el escenario corriente.

Cualquier definición del prejuicio o síndrome actitudinal debe contener dos proposiciones: 1) que el individuo está afectuosamente orientado hacia un objetivo de consideración, y 2) que este objetivo de consideración está demasiado generalizado. Estas dos consideraciones las observan la mayoría de las definiciones.

De acuerdo con el Diccionario de Sociología el prejuicio es una "Actitud, de ordinario afectiva, adquirida antes de toda prueba y experiencia adecuada. Se basa en combinaciones cambiantes de sugestión, imitación, creencia y experiencia limitada y puede ser favorable o desfavorable. Ningún prejuicio específico es innato, aun cuando todos los individuos poseen genéticamente la capacidad de formar prejuicio. Los prejuicios concretos son formas de simpatía o antipatía y pueden tener como objeto individuos, grupos, razas, nacionalidades (o los rasgos particulares de cualesquiera de éstos), o ideas, pautas sociales e instituciones.

En resumen el ámbito del prejuicio es tan dilatado como el de la actitud". La discriminación, al igual que el prejuicio, consiste en un trato desigual dispensado a individuos o a grupos o a grupos que se considera pertenecen a un grupo social particular, especialmente aquella diferencia de trato que viola importantes preceptos institucionales.

TENDENCIAS

El prejuicio es la contraparte individual de la discriminación social; es un problema de inferioridad y superioridad, Ciega a la persona, haciéndola defensiva en su actitud hacia su propio grupo y sospechosa hacia los grupos ajenos y sus miembros, Este estado mental conduce al individuo a ignorar hechos pertinentes sobre su propio grupo y los grupos ajenos, y alimenta sentimientos de excesivo orgullo hacia su propia gente y rivalidad o rechazo hacia otras gentes, mientras que refuerza su amor propio a través de varias formas de racionalización.

Aunque existen prejuicios favorables, esto es, tendencias para aceptar objetos y personas por ser éstos miembros de una clase que está categóricamente clasificada, aquí nos limitaremos a las actitudes negativas hacia los seres humanos a quienes se les considera como miembros -o supuestos miembros- de un grupo determinado.

Tenemos la tendencia de prejuzgar sin tomar en cuenta las diferencias individuales. Igualmente, al considerar a un grupo como un todo, tenemos un juicio errado ya que ningún grupo tiene atributos que cada miembro comparte. De acuerdo con la psicología tomista el prejuicio contra los seres humanos no es otra cosa que una manera de " •... pensar mal de otros sin prueba suficiente".

Es cierto que muchos de nuestros actos hostiles y actitudes de repudio tienen absoluta justificación.

Un judío de urna de los almacenes de la Avenida Central, podemos saberlo por experiencia, nos ha tratado de engañar; un chino, por su actitud, nos fastidia; un antillano, por su peculiar disposición, nos desagrada.

En casos como estos pensamos mal de otros miembros de estos grupos con suficiente justificación. Pero, al momento en que tomamos prestado de la falsa generalización el que todos los judíos nos engañan, que todos los chinos nos fastidian, que todos los antillanos nos desagradan, entra en juego el prejuicio.

LA TRANSMISIÓN DE PREJUICIOS

Los prejuicios son fuerzas contagiosas que pasan sutilmente de una persona a otra por varios medios de comunicación; y cuando ellos han sido aceptados, difícilmente pueden ser eliminados. Una persona tiende a preservar sus prejuicios sociales y a defenderlos. Las más viejas fuentes de prejuicio surgen de las malas prácticas tradicionales de discriminación y segregación aún prevalecientes en nuestro medio. Los padres en el hogar, los maestros en la escuela, los miembros de la Iglesia en el púlpito y los ciudadanos en la calle transmiten actitudes de superioridad social hacia varios grupos culturales.

Estas actitudes son transmitidas en campañas políticas, por restricciones reales del Estado, editoriales y columnas de los periódicos, la radio y la televisión, las costumbres y usanzas de la vecindad, la legislación y los textos escolares. Las personas jóvenes las toman de las mayores y, de esta manera, son perpetuadas de generación en generación. Son así las "malas maneras" del prejuicio socialmente heredadas.

Son varios los mecanismos básicos que sustentan el prejuicio. Tenemos, en primer término, el conocido como clasificación. Formamos conceptos y generalizaciones en lo tocante a las cuestiones en donde nuestra experiencia es nula o limitada -supersticiones, los africanos, los extranjeros. El individuo dentro de su grupo está dotado del puñado de actitudes con que, como un todo, está dotado el grupo. Esta ".....imagen o idea aceptada por un grupo, de ordinario enunciada en palabras y cargadas de emoción, o concepción simplificada e incluso caricaturizada de un personaje, personalidad, aspecto de la estructura social o programa social que ocupa en nuestra mente el lugar de imagen exacta", es lo que se conoce como estereotipo.

Los estereotipos no son, pues, otra cosa que artificios descriptivos usados por miembros de un grupo propio para clasificar a los miembros de un grupo ajeno. Las descripciones derogatorias son más el producto de la imaginación que el hecho mismo. Las clasificaciones varían entre ingenuas observaciones sobre los extranjeros y comentarios necios sobre las personas supuestamente extrañas y las viciosas groserías sobre los miembros de un grupo cultural que es rechazado. En ellos no se toman en cuenta las excepciones que puedan existir

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