Dominado por la euforia, el presidente argentino, Javier Milei, ofreció este lunes un concierto de rock en Buenos Aires

Pagar las cuentas y los servicios a fin de mes es cada vez más difícil para el panameño, sobre todo en una economía que, a pesar de mostrar leves señales de crecimiento, no se traduce en mejores condiciones de vida. De acuerdo con cifras oficiales, en septiembre de 2025 se registró una ligera reducción en el costo de la canasta básica; sin embargo, al compararla con el mismo mes del año anterior, es evidente que hubo un incremento general en los precios. Una canasta básica cercana a los $300 consume casi la mitad del salario mínimo de un panameño promedio. ¿Cómo se supone que se puede vivir dignamente con salarios tan bajos y alimentos cada vez más caros? Si a lo anterior sumamos el pago de internet, salud, educación, vivienda y otros gastos, la población apenas logra hacer “magia” para sobrevivir. Se trata de un desafío de primer orden: el alto costo de la vida es el tercer problema que más preocupa a los panameños, según la última encuesta Vea Panamá publicada por La Estrella de Panamá. Urge una política que contemple medidas efectivas. Esto implica una revisión general de los salarios y poner un alto a la especulación en todo el esquema de producción y comercialización de alimentos. ¿Qué se está haciendo frente a esta situación? ¿Por qué la Asamblea no cumple con su rol más allá del espectáculo? No esperemos a que el descontento ciudadano se transforme en frustración y derive en conflictos sociales.