¿Libertad?... Una opinión

”Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad”, Simón Bolívar.

Recientemente asistí al ciclo de conferencias: “El nuevo populismo totalitario. Consecuencia o causa del deterioro democrático continental”. Y aunque esperaba que al menos un conferencista abordara el tema como “consecuencia”, el discurso fue idéntico, tampoco imaginé retornar a la época de la guerra fría, porque según lo expuesto, gracias al mal ejemplo de Fidel, y ahora al de sus fieles imitadores: Chávez, Evo, Correa y Lugo, entre los principales protagonistas, la democracia continental atraviesa el peor momento!

Según lo expresado, el principal enemigo de la libertad es la ideología comunista! “Esta truculenta dirigencia del estatismo dirigista, antioccidental y antiamericanista es lo que ahuyenta a los inversionistas” ! “No hay lugar a dudas, el principal enemigo de la libertad es el populismo totalitario”. “¿Las medidas populistas atentan contra la libertad empresarial?”. “No comprenden que mientras más difícil sea para el inversionista despedir a un trabajador, habrá más desempleo!”. “Las excesivas regulaciones entorpecen la actividad económica e impiden el desarrollo”. “No entienden que sólo el libre mercado garantiza el máximo bienestar social”. “Los seguidores de ese populismo estatista, objetivo que comparten con las FARC, le rinden culto al Santo Che Guevara, pretendiendo ignorar que tienen un pasado lleno de asesinatos”.

Semejantes afirmaciones me recuerdan esta frase: “lo que haces grita tan fuerte que me impide escuchar lo que me dices” ; porque si bien la retórica es un arte que pocos dominan, la realidad no la toma en cuenta, se expresa tal cual. Ingenuidad la mía, creyendo que el anticomunismo ya había sido superado. ¿Será que la burbuja de las armas de destrucción masiva, que según Bush II, tenía Hussein, les estallaron en el rostro y mucho antes de lo previsto, viéndose precisados a desenterrar el fantasma del comunismo?, que les funcionó de maravilla.

En nuestros países se escucha a los gobernantes hablar de crecimiento económico, de reducción del desempleo y de tantas otras sandeces, mientras la mayoría continúa sufriendo el rigor del encarecimiento del costo de la vida, el deterioro de servicios públicos básicos como salud, educación y transporte, entretanto los inversionistas viven en la más ofensiva opulencia.

Es un insulto a la inteligencia creer que esa interpretación de la libertad pueda sustentarse ante pueblo alguno; en las democracias formales la Constitución establece que el poder público emana del pueblo, y tendríamos que ser unos zopencos redomados para aprobar leyes contrarias a los intereses y necesidades de la mayoría. Populismo es hacer promesas falsas, de justicia social, cero corrupción y mejores condiciones de vida, para luego aplicar medidas que trajeron resultados opuestos.

El pueblo jamás haría negociados ni aprobaría leyes en concilíabulos, y menos para garantizar los intereses de minorías privilegiadas. Un gobierno genuinamente democrático combatiría el analfabetismo; garantizaría atención primaria en salud a toda la población, sanearía y protegería el ambiente, no lo destruiría ni lo hipotecaría al mejor postor; aseguraría una educación óptima; garantizaría la seguridad pública sin autoritarismo ni espionaje.

Los apóstoles del dios mercado y sus sirvientes deberían reconocer que la crisis financiera es estructural, causada por la codicia infinita y el despojo, producto de la especulación, factores que deterioraron e impidieron la democracia continental; basta de saqueo, manipulación y engaño... ¿Usted qué opina?

-El autor es médico y analista político.lesant@gmail.com