• 23/11/2008 01:00

La demagogia del cambio

Cada cinco años el pueblo se ve sometido a la implacable presentación de campañas publicitarias electoreras que buscan convencerlo de qu...

Cada cinco años el pueblo se ve sometido a la implacable presentación de campañas publicitarias electoreras que buscan convencerlo de que cada candidato es mejor que el otro; que cada es la imagen de la honestidad y el decoro; prometen lo mismo que otros y sus propios partidos en campañas anteriores: disminuir la pobreza, crear empleos, combatir la corrupción, etc.

Pretenden divorciarse de sus actuaciones anteriores, cuando pertenecieron o avalaron las acciones de los gobiernos de los partidos que se alternan en el poder. Pero olvidan que el pueblo no es tonto. No olvidamos que Endara con el PDC, ahora PP, estuvo más interesado en atender la deuda externa que la pobreza, desempleo, escasez que agravó la invasión, pedida por los grupos que le acompañaron. Sus medidas contribuyeron a concentrar más la riqueza. Su reforma tributaria (bajo la dirección de Mario Galindo) redujo el porcentaje del impuesto sobre la renta a grandes empresas. Su gobierno estableció las bases legales para la privatización del IRHE e INTEL, que luego ejecutó Ernesto Pérez Balladares.

Ricardo Martinelli participó en los gobiernos de Pérez Balladares y de Mireya Moscoso, cuyas relaciones aprovechó de manera directa, obteniendo acciones baratas del antiguo Ingenio estatal La Victoria, junto a los Virzi (PRD). En cuestiones de negocios, recordemos, no hay contrincantes, hay socios. Casi destruye la CSS por su gestión administrativa dictatorial, comparable a la que aplica en sus empresas contra sus empleados.

Balbina Herrera ha sido funcionaria pública toda su vida profesional. Gracias a eso, confiesa, ha podido reunir unos cuantos millones y así dice representar a los pobres. Balbina no puede ocultar que, siendo miembro de los gobiernos militares, así como de los de Pérez Balladares y Martín Torrijos, aprobó muchas medidas antipopulares. La flexibilidad laboral se introdujo cuando era presidenta de la Asamblea, que ha permitido abusos por parte de los empleadores. Aprobó las privatizaciones de empresas que han encarecido y deteriorado la vida del pueblo; se aprovechó del aumento del precio de los medicamentos; fue una de las más fervientes defensoras de la nefasta reforma a la Ley de la CSS; condujo desalojos forzosos estando al frente del MIVI.

Varela, por su parte, ha apoyado la conducción del Estado por los panameñistas. Como parte del partido, respaldó la gestión de sus copartidarios cuando aumentaron el pasaje, aplicaron medidas fiscales regresivas y antipopulares y siguen sin responder por casos de corrupción.

Todos han sido cómplices de los desgobiernos que han llevado a nuestra sociedad a mayores niveles de desempleo, pobreza e inseguridad. Han sido cómplices de la corrupción que agobia las arcas del Tesoro y profundiza la inequidad social. Las tibias acusaciones que intercambian pretenden confundir a la población. Sigue existiendo un pacto “no firmado” entre ellos para no investigar los casos de corrupción. Ninguno tiene una propuesta contraria a la neoliberal. Por esto reiteramos que las elecciones no constituyen una salida para los problemas sociales, pues siguen la lógica de la partidocracia, del mercadeo de las figuras, con las promesas incumplidas de siempre, con costosas creaciones publicitarias que irrespetan la pobreza y esperanzas del pueblo.

*Obrero de la construcción y sec. gral. del SUNTRACS.rologe54@yahoo.com

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