• 26/11/2008 01:00

Otra vez el tema Darién

Con regularidad se ventila en los medios de comunicación social el tema del Darién panameño. En esta última oportunidad se trató porque,...

Con regularidad se ventila en los medios de comunicación social el tema del Darién panameño. En esta última oportunidad se trató porque, según El Panamá América, viernes 14.11.08, “miembros de las FARC se refugiaron en Chepo”. Igual, el ministro de Defensa de Colombia, declaró que las FARC y otros grupos secuestraban desde Panamá. Chepo, históricamente, es parte de Darién.

En un programa televisivo matutino, escuché el no menos interesante planteamiento: Darién se defiende y se ha defendido con inteligencia, agregando, que esto se debe a que un número de indios integraban en Darién nuestra Fuerza Pública. De inmediato pensé en el porcentaje que realmente representan estos indígenas. Estimo que no llegan al cinco por ciento. Igualmente lo integran afrodescendientes e interioranos.

De nuestro Ministerio de Gobierno y Justicia se declaró que en Darién se aumentaría el número de miembros de la Fuerza Pública, debido a las proximidades de las fiestas.

Entendí que se estaban refiriendo a fiestas que en su inmensa mayoría se celebran en poblados alejados del área fronteriza.

Insisto, una vez más, que el problema fronterizo en el oeste de nuestro país se resuelve con una policía fronteriza cada vez más adiestrada, que disponga de los recursos modernos necesarios. Confieso que por no ser un profesional de esta disciplina no puedo entrar a detallarlas. Existen profesionales en el actual Servicio de Frontera, que están en capacidad de hacerlo.

El establecimiento de un Servicio de Frontera efectivo contribuirá, sin dudas, a crear un clima de mayor seguridad y paz en el área y, esto, a su vez, contribuirá a una seguridad alimentaria.

¿En qué sentido? Permitiendo que se vuelvan a trabajar, por ejemplo, las riveras del Alto Tuira, que antaño eran sembradas de plátano, guineo, ñame, otoe, yuca, arroz, maíz y frutales del área. Esto era muy usual hasta después de mediano del siglo pasado. ¿Por qué no se continuó esta producción? En parte por la presencia de la sigatoka, así como por las desacertadas políticas agropecuarias a partir de 1980. Y a todo esto se viene a agregar la inseguridad ciudadana en Panamá, producto de la guerra civil colombiana. Y, como consecuencia, los consumidores panameños estamos pagando los más altos precios en la historia de nuestro país de los productos alimenticios señalados.

Se descontinuó la tradición del “cultivo de arroz de castaño”, que no era más que el realizado en la orilla de los ríos, como el Tuira y Chucunaque, de diciembre a abril, con variedades precoces, que resolvían el consumo de este producto en la época de mayor escasez. No se necesitaba abono químico, porque el sedimento de las altas mareas del río, lo remplazaba. Se trataba de una forma nativa de producción de arroz. ¿Por qué no la mejoramos? Porque había que utilizar los abonos derivados del petróleo, así como otros agroquímicos. En la obra “El Darién: imagen y proyecciones del darienita” de Teodoro E. Méndez (q.e.p.d.), se describe esta forma nativa de producción de arroz. Pero la pregunta es: ¿cuántos profesionales, y no profesionales, de las distintas ramas, con funciones y actividades en Darién, se han tomado el trabajo de leerlo?

-El autor es ingeniero agrónomo.elpirre41@yahoo.com

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