• 08/01/2009 01:00

Desaciertos gubernamentales

Resulta bastante difícil fijar o establecer un perfil positivo y aceptable de un gobierno que, a pocos meses de finalizar su gestión adm...

Resulta bastante difícil fijar o establecer un perfil positivo y aceptable de un gobierno que, a pocos meses de finalizar su gestión administrativa, se ha caracterizado por una serie incontable de tumbos y desaciertos, que no es posible dejar de señalarlos con la claridad necesaria y sin la menor traza de duda e incertidumbre. Hasta se pudiera decir que se trata nada menos que de un gobierno que se inauguró con un lema que prometía ser un modelo de administración ejemplar y paradigma de gestión gubernamental, “0 corrupción”. Pero todo ha sido “llamarada de capullo”.

A poco de dar sus primeros pasos nos pudimos dar cuenta que bien pronto o más temprano, miembros de la actual administración, hicieron mal uso de los fondos públicos, y que llegaron a formar parte de un clientelismo torpe y desmañado. Amén del rosario de leyes tributarias y de otra naturaleza que le siguen dando duro al bolsillo de los que menos tienen.

Solo hay que repasar los medios de comunicación social, en donde se trata con pasmosa claridad los delitos contra la familia, la fe pública, contra la vida, la propiedad, la salud pública, faltando la conciencia y responsabilidad de deberes cívicos y morales, que les corresponden a las más altas autoridades.

2008 ha sido el año de la complicidad, daño y depredación de nuestros bosques, ríos, lagos y playas. Aquí entran la venta de islas, playas y porciones valiosas de nuestras tierras. La explotación de minas, sobre todo Petaquilla a “cielo abierto”, cuyo daño es irreversible.

Delitos contra el patrimonio y la Economía Nacional, fallos que la Corte revierte y que afectan el patrimonio público, puesto que funcionarios destituidos ahora cobrarán sus salarios caídos.

La negligencia cómplice por la cual nuestro país perdió las preferencias arancelarias ante la Unión Europea, y que significa pérdidas millonarias para nuestros exportadores.

La creciente inseguridad en el territorio nacional no es solamente asunto de poner o colocar un policía en cada esquina de calle y avenida o en cada residencia. Es cuestión de crear más fuentes de trabajo para quienes o tienen bajos ingresos o nada tienen para comer, vestirse o medicarse.

Para los jubilados y pensionados no hay un aumento de veinticinco balboas, suma irrisoria para poder vivir, pero sí hay mucho más para altos jerarcas del engranaje gubernamental y otros fuera de serie, como es el administrador de la ACP, con B/15.000 mensuales.

Únicamente queda a los panameños, ante las elecciones de mayo, tomar decisiones inteligentes sobre el gobernante futuro. Encontrar el mejor perfil entre los candidatos a representante, alcalde, diputados y presidente. Aunque a nuestro modo de pensar, el sistema electoral amerita cambios radicales, que permitan la garantía paritaria entre los elegibles y que el proceso sea más democrático y equitativo. Todo esto nos asegurará no tener la situación social, política y económica vigente.

-El autor es educador.rogelio1944@hotmaqil.com

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