• 02/03/2009 01:00

Una oscura inauguración en Santiago

Algo que debió ser para el pueblo, que es quien realmente pagó la obra, termino siendo un desorden y con claras muestras de actividad pa...

Algo que debió ser para el pueblo, que es quien realmente pagó la obra, termino siendo un desorden y con claras muestras de actividad partidista, donde decretaron el juego inaugural como gratuito, pero los boletos solo eran repartidos a cuenta gota y entre militantes del partido PRD. Especialmente seguidores del diputado Rubén De León que, aun después de no haber hecho nada en 10 años, pretende buscar una reelección al amparo de un estadio de béisbol, que costo más de la cuenta.

Todo lo que comienza mal termina mal, el pueblo se acercó al estadio y no hubo espacio para tanta gente, cerraron las puertas, lo cual provocó que los que no estábamos invitados a la inauguración nos tuviésemos que apostar en las afueras del estadio, con camiones, mulas y pick ups donde subirnos. El pueblo estaba ávido de ver el acto desde donde fuera, mientras el Presidente en Extinción, acompañado del rey De León que ocupa el cargo de presidente de la Liga de Béisbol, celebraban entre viandas en sus palcos presidenciales.

No sabemos en qué momento y cuál fue el motivo de las autoridades civiles, pero en cuestión de minutos, antes de que comenzara el partido, una turba de policías armados, comandados por un teniente de apellido Lam, comenzó a reprimir a punta de golpes y toletes a la multitud que cometía el delito de ver un partido trepada arriba de un camión.

Había orden de que nadie podía ver el juego desde las áreas de afuera, y se fueron contra padres y madres de familia, a tal punto de que le dieron golpizas a mujeres indefensas, arrestaron familias completas, todo porque el pueblo quería ver un juego de pelota, en un estadio donde no cabía un alma más.

Mientras el pueblo era vejado y golpeado, Martín el Presidente en Extinción, seguía brindando con su garrulilla. Aun cuando se le dio aviso a RPC de que pasara el juego para que vieran lo que sucedía, no les interesó. Me tocó a mí sacar la única arma que tengo para defenderme, mi idoneidad de abogado, para tratar de apaciguar a unos exaltados policías, que no paraban de golpear a la gente indefensa e imponer multas de tránsito.

Un teniente Lam, que no daba paz a su rabia y soberbia cuando decía que a él ningún civil le daba órdenes.

Por suerte, el canal que no esconde nada, TVN , se hizo eco de las denuncias y logro filmar a algunas de las unidades policiales que golpearon, mientras otras corrían a esconderse, para no ser filmadas.

Las denuncias de seguro las voy a interponer, contra el presidente de la liga, el jefe de Zona y las unidades identificadas; solo esperamos los dictámenes de medicatura forense, para determinar las magnitudes de los golpes.

Así vi las cosas y así las cuento.

* Abogado. roberto_ruiz_diaz@yahoo.es

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