• 30/03/2009 02:00

Cómo enfrentar el ‘cuco’ de la inseguridad

México con Brasil, los gigantes industriales de Latinoamérica, se encuentran bajo un “Jaque Mate” del Crimen Organizado. La visita de Hi...

México con Brasil, los gigantes industriales de Latinoamérica, se encuentran bajo un “Jaque Mate” del Crimen Organizado. La visita de Hillary Clinton sirvió para mostrar la fuerza policial y militar del país azteca como reserva contra las mafias internacionales de las drogas y delitos conexos. Pero esas intenciones son un espejismo en la tierra de Morelos. Por corrupciones internas, que los imperios de los barones estimulan grandemente en las altas autoridades, las policías mexicanas han sido quebradas totalmente. Las medidas preventivas o coercitivas palidecen ante los espectáculos de cine que se dan en las calles del distrito federal, como en las provincias mexicanas, con ráfagas cruzadas de metralletas casi a diario, como parte de aquella realidad trágica.

¿Por qué esa nación, tan fuerte relativamente, no logra detener la violencia al menos a niveles “estándares”? Nosotros, se demuestra hoy, no estamos exentos ni distantes de esos escenarios. ¿Qué podemos aprender mientras tengamos tiempo, para no quedarnos sólo en críticas de hechos que nos están amenazando en las propias barbas?

Aunque sea a escaso tiempo de su salida, los últimos anuncios del presidente Torrijos de enviar a la Asamblea Nacional un proyecto de reformas y adiciones al Código Penal y Judicial, así como medidas de implementación de reglas migratorias, debe ser para todos un tema de análisis y participación. Sumergir esas ideas en el pantano estéril de la campaña política, llena de difamaciones entrecruzadas, sólo serviría para ayudar a los cerebros del hampa internacional que nos leen diariamente y se regocijan de nuestra incapacidad o indiferencia para planear juntos.

Entre lo anunciado, que debe debatirse en nuestro parlamento, con participación de la sociedad civil, casi tan imposible en este laberinto político, ayuno de planes de gobiernos por falta de exigencias de los propios medios. Los logros en medidas legales y estrategias policiales de obtenerse, tendrían que ser implementadas en el nuevo gobierno. Se proyectan medidas como el endurecimiento de sanciones hasta penas de 50 años de prisión por concurso de delitos, con procesos independientes para cada hecho. La iniciativa presidencial se da en momentos de conmoción nacional por el aumento del crimen y el nivel de delitos armados que surgen precisamente del auge económico del país. El desarrollo galopante que nos tomó por sorpresa, especialmente del sector inmobiliario y turístico, que a la vez promovió el auge bancario y derramó circulantes a raudales.

El proyecto de endurecer las penas tendría que ser, para reflejar un proyecto científico para la época, un modelo que pase por la prevención policial técnicamente planificada, adiestramiento del mejor nivel para sus oficiales, sueldos y beneficios proporcionales al riesgo de los policías, una implementación real de los procesos judiciales y una resocialización creíble del reo. No se trata de si Martín Torrijos está planteando estas medidas temprano o tarde.

Los panameños, todos, estamos amenazados. Se trata de que seamos efectivos y concretos contra el crimen que nos estrangula.

-El autor es embajador de Panamá en Perú.homiliadiaz@gmail.com

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