• 03/04/2009 02:00

El proyecto social de DMG: la tercera verdad

En un artículo anterior presentamos dos grandes verdades de David Murcia Guzmán (DMG) que frente a la falta de credibilidad del Partido ...

En un artículo anterior presentamos dos grandes verdades de David Murcia Guzmán (DMG) que frente a la falta de credibilidad del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y sus adláteres, resulta todo esto en una ignominia y vergüenza nacional.

La primera se trata de Bobby, que sí se reunió con DMG y la segunda, que el SPI sí estaba involucrado en el escándalo. La tercera verdad de Murcia es tan importante como aquellas para determinar el punto de partida de todo este penoso entramado de 6 millones de dólares: el proyecto social de Murcia.

Muchos de los voceros perredés han tratado de minimizar este hecho, haciendo mofa diciendo que este quería ser un superministro de Desarrollo Social y otras cursilerías. Una investigación sería acerca de esa “inversión” millonaria de DMG a cambio de que él estaría a cargo de los “proyectos sociales”, revelaría la espantosa realidad y que en Colombia, para ser más exacto en el Putumayo, se procedió de la misma manera.

“Nuevo Grupo Social Dmgista”, “Familia DMG”, “Comunidad DMG” fueron algunos de los nombres con que DMG identificaba su “proyecto social para una mejor calidad de vida” que tiene presencia en diversas ciudades y comunidades de Colombia a través de la red DMG. Al menos en la mente política de Murcia Guzmán un movimiento de avanzada social, que le trajo miles de seguidores que aún pelean por sus derechos y por DMG en las calles, enfrentándose contra los antimotines. Pregúntele a cualquiera de ellos y ninguno dirá que Murcia es culpable ni se sienten estafados por él. Al contrario, ellos establecen la caída del imperio al momento que cerraron los negocios de Murcia, es decir, el gobierno es culpable y la versión de DMG es cierta.

Muchos siguen atentos a la emisora virtual de “Dimerglobostereo” o de alguna carta de Murcia Guzmán para la multitud como estas líneas, que no se sabe cómo salen de La Picota: “La idea era que si ellos lograban este propósito y yo venía a “poner la cara”.. dirían que un integrante de la familia DMG, desesperado porque yo los había estafado, me mató en un acto de venganza.. si lograban encochinar mi nombre, el de la empresa, el de ustedes y hacer que yo viniera a poner la cara para que me mataran. Les pido perdón, porque aunque siempre les cumplí y nunca los estafé como están diciendo, he puesto sus vidas y las de sus familias en un grave peligro, por eso les envío este comunicado para advertirles”.

Tal nivel de control y dominio de sus seguidores o “beneficiarios” es lo que DMG esperaba tener en Panamá con su proyecto social. Por supuesto que esa monstruosidad cuesta más de 6 millones de dólares.

-El autor es escritor y analista político. recursossinlimites@gmail.com

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