Partidos políticos y maleantes

A escasos días de escoger a quienes regirán un nuevo gobierno en nuestra querida Panamá, me atrevo a hacer esta reflexión que estoy seguro han hecho otros ciudadanos y aspiro a que hayan llegado a la profunda conciencia de nuestros electores.

Sin embargo, hoy, quiero resaltar una honda preocupación que martilla a diario mi mente desde hace unos años atrás.

Se trata de la penetración significativa de maleantes en nuestros partidos políticos, lo que los ha llevado actualmente (partidos políticos) a últimos lugares en la confianza de nuestra población, según variados estudios que han llegado a la opinión pública.

El concepto de maleante lo asumo de estas definiciones de la academia de la lengua española: 1- “Que malea o daña”.

2- Adj. “Burlador, maligno”. “Persona que vive al margen de la ley, y que se dedica al robo, contrabando, etc.”.

Diferenciemos entre registrados, simpatizantes y oportunistas. Los títulos universitarios, sean cuales fuesen, no son garantías de que los malos hábitos y costumbres superen el esfuerzo educativo. Información y formación son distintas.

Ello indica claramente que nuestra selección sea la que fuese, debe ser basada en un estrecho cedazo (red con agujeros muy finos) que nos permita dar oportunidad a los mejores, entendiéndose como tal: los no maleantes.

Que el padrinazgo, el clientelismo político, el nepotismo y otros vicios de nuestra sociedad, no sean elementos básicos para elegir, señalados como nocivos en nuestros sistemas electorales desde la reunión de la Conferencia Episcopal en Medellín, en l968.

Estamos ante una nueva, y cuidado, última oportunidad de mantener nuestra frágil democracia, pues los ciclos de la historia suelen repetirse.

Sigo en mi camino quijotesco.

-El autor es médico.earv31@hotmail.com