• 23/05/2009 02:00

Panameñismo para el cambio

La decisión fue tomada. El pueblo quiere un cambio. No tolera más el doble discurso torrijista. Llamarse socialista afuera y ser colonia...

La decisión fue tomada. El pueblo quiere un cambio. No tolera más el doble discurso torrijista. Llamarse socialista afuera y ser colonial capitalista entreguista aquí. Aprovechándose del auge económico del mundial, enriquecieron a su “cúpula”; mientras el pueblo se ha mantenido en la pobreza. Asesinaron al pueblo en la dictadura, otra vez mataron obreros y ahora nos envenenaron. Nos han seguido endeudando. Han negociado con narcotraficantes. Por todo esto y mucho más el pueblo le dijo al Torrijismo: “Nunca jamás”.

El apoyo del 60% del electorado es un grito de esperanza en un cambio real, confiando en la transparencia, eficacia y ejecutividad del equipo de la Alianza, respetándole sus derechos, la libertad y la participación, tal como han sido los gobiernos civilistas.

Los temas de bienestar social, principales promesas del cambio, son temas concretos que se han definido. Destacamos el superar el poder adquisitivo de los consumidores, mediante la reducción de costos de los alimentos, regulando la cadena de producción, distribución-consumidor.

Disminuyendo la intervención de intermediarios, agilizando el crédito y el apoyo técnico y de mercadeo (cadena de frío, mercados periféricos). La energía tiene que ser intervenida o renacionalizada.

La prevención de la violencia para lograr calles seguras es la educación, con una reforma metodológica vivencial, con contenidos de valores humanos que alcancen y complementen a la familia (becas, útiles, escuelas, escuelas de padres).

En el transporte ya se ha programado un “metro”, pero un elemento básico es la organización, administración, racionalización y capacitación en todo el sistema, sea cooperativo o empresa estatal. La reducción de peajes de los corredores o su nacionalización es una fórmula de efecto inmediato (ya dicho).

Los detractores, que en su momento no cumplieron y que hoy critican prematuramente, se refieren a millonarios conservadores derechistas, como si antes nos gobernaran ángeles proletarios marxistas. No..., el demagógico discurso torrijista fracasó. Se ha dicho que tiene que existir un armónico trabajo entre empresarios y trabajadores, produciendo en beneficio de los consumidores y usuarios.

No podemos permitir que el país se divida en dos, separando a sus ciudadanos con todo tipo de traumas. América lucha por una justicia social con lo aportes de recursos creados por todos, utilizando sus riquezas naturales..., aquí nuestra posición geográfica en beneficio de todo Panamá.

El poder judicial tiene también que cambiar para eliminar la impunidad y la corrupción con una reforma drástica en que con nuevas y reactivadas legislaciones, apoyen el cambio, mediante la Constituyente, la Ley Electoral, la justicia, la seguridad alimenticia, la reforma educativa, la revisión de los Tratados del Canal. La soberanía económica de nuestro sistema fiscal y bancario (listas negras), que son algunos otros temas que exigen actualización y modernización.

La Unidad con los mejores exige justicia con las víctimas de la dictadura y la verdad histórica.

El pensamiento social y nacionalista panameñista está retomando sus principios ideológicos aportándolos al cambio, para poder lograr un Panamá Mejor.

-El autor es médico y ex ministro de Estado.grollap@cableonda.net

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