- 16/10/2009 02:00
El futuro es nuestro, el presente es de lucha
En los últimos días es muy frecuente encontrar en los correos electrónicos análisis políticos sobre lo que sucede en el PRD. El argumento que esgrimen sobre el clientelismo político algunos “intelectuales de alquiler” de adentro y de afuera y que históricamente se han beneficiado de ese clientelismo, me recuerda aquel poema que señala cómo queriendo “ser cómicos son realmente patéticos”. Cómo hacen falta nuestros intelectuales orgánicos, lejos estamos de aquellos días en que los principios eran estandartes de lucha y no de comodidad; el respeto se gana, no se negocia.
He allí la carcajada, ¿dónde han estado estos escribas?, todos abrazaron la máxima de que el fin justifica los medios, pero ahora quieren analizar, criticar y examinar “ una derrota electoral ” que no se supo enfrentar con inteligencia, moral e hidalguía.
Las enseñanzas y advertencias de Omar se constituyen en los principales elementos de juicio, vasta revisar el pensamiento torrijista para darnos cuenta de que Torrijos vaticinó la debacle y encrucijada en que nos encontramos por la avaricia de unos pocos, que desgraciadamente encantaron a las bases con poses de intelectuales y dirigentes comprometidos.
Subestimaron a las bases, craso error, las mayorías perredistas se cansaron, dejaron de ser tontos(as) conscientes y se han atrevido a medir fuerzas con el establecimiento perredista instaurado por Martín Torrijos, (razón tenía Marx cuando sostenía que los hijos no reflejan lo que son sus padres) mismo que cual ausente, calla y medita en un escenario donde las fibras más sensibles del PRD han sido penetradas desde afuera por intermedio de una actriz de reparto que ha sabido hacer muy bien su papel, manipulando las circunstancias y entregándose sin escrúpulos a las fuerzas que tradicionalmente nos han adversado.
El desafío que enfrenta hoy el directorio del PRD va más allá de estos seudodirigentes, está en sus manos retomar el pensamiento torrijista o destorrijizar de una vez por todas una agrupación, que, independientemente de quienes negocian por una paella, una embajada o que no les saquen los trapos sucios, es un proyecto que orilla más a la equidad, el desarrollo sostenible y la justicia social. Sé que muchos de estos directores abrazan el torrijismo y confío en que sabrán hacer la diferencia. La decisión histórica que les toca va más allá de lo que se sienta de manera personal, está en juego el futuro del partido y del país.
Los invito a hacer una evaluación justa y pertinente, que permita reconocer a los verdaderos líderes que por su entrega, solidaridad, compañerismo, práctica torrijista y espíritu de sacrificio en las filas del PRD han hecho su práctica de vida, no permitan que nadie los engañe con campañas mediáticas y cantos de sirena.
*Miembro del PRD.eotero@hotmail.com