• 19/10/2009 02:00

Estéticas: peligros y consecuencias jurídicas

Investigaciones y estudios efectuados por diversos centros especializados de Europa y EE.UU nos reafirman la importancia de regular los ...

Investigaciones y estudios efectuados por diversos centros especializados de Europa y EE.UU nos reafirman la importancia de regular los centros de estética. En Panamá vivimos en una cultura de vanidad, según la cual la apariencia física es importante para lograr nuestras metas laborales o personales y en su afán por perder peso fácilmente o mejorar el físico los panameños se someten a intervenciones realizadas regularmente por personas no idóneas.

Entre las intervenciones más solicitadas está la conocida mesoterapia, famosa por lograr desaparecer grasa sin ejercicio físico ni dietas, además de los aumentos de mamas, nariz, párpados, las liposucciones, los tratamientos anticelulíticos, dermoabrasión, gimnasia pasiva, ultrasonido, fotodepilación médica, el láser vascular, relleno de arrugas, inyecciones de toxina botulínica (botox), uso de productos químicos para la piel y dietas de adelgazamiento.

La Asociación Panameña de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva advierte que todas las cirugías, por más que sean cosméticas, conllevan complicaciones generales como cualquier intervención quirúrgica. Es importante para realizar estas cirugías un examen de sangre, que permita garantizar la salud, como en el caso de la liposucción. Si una paciente tiene más de 45 años, se debe exigir un electrocardiograma.

El problema de pseudocirujanos, que vienen de otros países y hacen operaciones sin permisos en todo tipo de locales, desde salones de belleza, centros de estética, hoteles, gimnasios, hasta casas particulares es de suma importancia. Algunos de estos personajes son improvisados carniceros, sin dirección ni generales conocidas, informaciones necesarias para los posteriores reclamos o denuncias.

Cualquier intervención estética es un contrato de resultados esperados, por lo que siempre se debe quedar mejor que antes. De realizarla solicite por escrito los resultados que se obtendrán con la operación, pida fotografías del antes y del después.

Utilice el tiempo necesario en elegir quién le operará. Infórmese de la experiencia del personal que lo va a atender, pida referencias a las asociaciones profesionales, a su médico de cabecera y otros doctores. Las equivocaciones en sus actuaciones son difíciles de corregir posteriormente.

Las denuncias sobre malas prácticas deben hacerse ante el Ministerio Público, donde se investigara si fue por negligencia médica o delito culposo. Según la Ley 4 del 23 de enero de 1956, por la cual se crea una Comisión Técnica, que reglamenta los servicios del cosmetólogo, ellos solo tienen la potestad de mejorar el aspecto físico de la piel con tratamientos que no sean invasivos, al igual que los fisioterapeutas, regulados en la Ley 47 del 22 de noviembre de 1984.

*Abogado.jaguirrel2000@yahoo.com

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