• 12/11/2010 01:00

Información electoral vs. partidos políticos

La Democracia es cara. Tan costosa, que se vuelve cosa de grupos económicos. Y el ideal de que las mayorías escojan sus gobernantes qued...

La Democracia es cara. Tan costosa, que se vuelve cosa de grupos económicos. Y el ideal de que las mayorías escojan sus gobernantes queda sepultado bajo el alud de dólares que se invierten por los que quieren tomar el Poder. En la historia reciente panameña se robaban los votos. Se alteraban las actas. Se negociaba en las Juntas Electorales los elegidos.

Un compañero de clases en secundaria me comentó una vez que su padre fue elegido diputado por Veraguas. El que mandaba en ese entonces, lo mandó a llamar y le condicionó el reconocimiento de su curul a que no molestara en la Asamblea. El progenitor de mi compañero de clases fue declarado electo, por lo cual colijo cuál fue su decisión.

Hubo una época en el siglo XIX en que la Constitución del Estado de Panamá condicionaba el ser candidato de elección popular a acreditar un determinado nivel de renta, ya fuera honorarios o de la tierra. Ya no lo dice, pero lo sigue practicando. Como no dice que es necesario saber leer y escribir. Pero me parece que se cumple esta condición en la mayoría de los casos.

Así las cosas, después de la invasión, un hito que se seguirá repitiendo con periodicidad cada vez menos frecuente, tenemos la convicción de que los votos se cuentan, y que en general, los que son proclamados electos efectivamente cuentan con los votos. Si bien el sistema sigue siendo perfectible, con los residuos, cocientes y medios cocientes, hay confianza en la legitimidad de los electos, basando dicha legalidad por los votos escrutados.

¿Significa eso que los electos son los que mejor representan al electorado? ¿Significa esa legitimidad que el pueblo pudo escoger con una información adecuada, velando por los intereses de ellos mismos? ¿O fueron en cierta manera distraídos, inducidos o simplemente engañados por el poder de las maquinarias propagandísticas pagadas? ¿Pudieron los electores confrontar las distintas ofertas electorales, porque todas tuvieron el mismo acceso a la difusión ciudadana? Claramente No es así, frecuentemente.

En este panorama de clara distorsión inducida por los dineros invertidos en campañas políticas costosas la idea de que se financien igualitariamente las mismas es atractiva. Sin embargo, en lugar de constituirse un subsidio al elector, o sea, el financiamiento de información electoral igual para todos los candidatos, se ha convertido en un financiamiento a los partidos más grandes. Es decir, la idea de financiar la información electoral en igualdad de condiciones se ha convertido en una fuente de ingresos para los partidos. Es difícil defender un subsidio electoral que tenga este perfil.

Si queremos una verdadera democracia, con igualdad participativa, el dinero público debe invertirse en informar mejor al electorado. Que las donaciones tengan un límite para deducción de impuestos, digamos 40000 dólares, en cheques. Que toda donación superior o igual a 10000 dólares sea declarada ante al Tribunal Electoral y la Unidad Anti Lavado de Dinero. Que los gastos financiables sean acordados antes de ser realizados, so pena de no ser reconocidos y reembolsados. ¿Se atreverán los partidos políticos a aceptar estas y otras reglas del juego, verdaderamente democráticas?

*PERIODISTA.

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