• 22/11/2010 01:00

Desatinado una vez más, señor presidente

Los desatinos del señor presidente revisten grados absolutos de desbordamiento y lo que podemos pensar es que está perdiendo la cordura....

Los desatinos del señor presidente revisten grados absolutos de desbordamiento y lo que podemos pensar es que está perdiendo la cordura. Señor presidente, piense antes de hablar. El pueblo no le dio, con tan contundente victoria, el derecho a tratar a los panameños como si fuéramos peones de su finca, creo que piensa que Panamá es su hacienda.

Los diplomas son un derecho adquirido que después de estudios, esfuerzos y sacrificios de padres y estudiantes ni usted, ni nadie se los puede arrebatar. Cada vez, que usted, señor presidente, piensa y actúa de ese modo, está minimizando sus actos buenos. Recapacite, piense con cordura, parece que alrededor suyo no hay un solo hombre que se atreva a decirle las cosas por su nombre.

Voy a relatar algo que me induce a pensar que sus ‘súbditos’ no se atreven a contradecirle.

Para la campaña política una vez en el domo, otra, en una de sus giras, y otra en un programa televisivo utilizó el término EMPLEOMANÍA, queriendo decir generar puestos de trabajo. Le envié un correo electrónico, dos a sus más allegados para que no utilizara más el término que significa: ‘costumbre de pedir puestos públicos’, después de este envío, que fue la primera vez, lo siguió usando la segunda, la tercera y creo que sería capaz de utilizarla nuevamente.

En otras ocasiones, le he hecho señalamientos tendientes a que rectifique, pero pareciera que responde a violentas reacciones, más que al razonamiento juicioso que debe ser práctica y norma de un mandatario. Mi artículo sobre el Control Previo, es por convicción, no por adhesión.

Señor presidente, el mandato recibido del pueblo, no es un cheque en blanco, es para cumplir con lo que usted ofreció y estos exabruptos no estaban en su agenda. La gente sensata y no hablo de los PRD ni de los nihilistas, se estremecen de miedo cada vez que, cuando usted habla, cree que por ser ese su estilo personal de gobernar, puede actuar como mejor o peor le parece. Gobierne, no amenace, señor presidente.

Hace años escribí un artículo en donde proponía que los programas de gobierno de los candidatos, sobre todo presidenciales, deben ser votados, con sus candidatos, y se deben convertir en ley de la República por el poder omnímodo del pueblo y que este programa sea cumplido al pie de la letra. En esta forma, los candidatos serían más parcos en sus propuestas, porque habría un documento legal, mandatario del pueblo, con que el puedo podría exigir al gobernante.

Aplaudo sus obras buenas, porque no soy un nihilista, esto me resultaría chocante a mi mismo, pero, señor presidente, Panamá es una nación de hombres pensantes, no de borregos, rectifique deje la soberbia y encontrará un pueblo dispuesto a apoyarlo.

Retornando al tema de los boletines, ¿se imagina usted la andanada de padres de familia que lo demandaría por abuso de autoridad? Y no lo dude, señor presidente, yo sería el primero. Así son las cosas.

*EMPRESARIO.

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