• 18/11/2014 01:01

Entran limpios, salen millonarios

Hoy, van ya dos funcionarios del pasado Gobierno con mucho que explicar

No sé si me siento más molesto por las acusaciones que vertieron por años los dirigentes de Cambio Democrático acusando de corruptos a los PRD o por los montos que parecen haberse robado sus miembros. Estoy convencido de que las cosas estarán más claras y todo saldrá a la luz a partir de enero con un nuevo procurador(a) general de la Nación y un nuevo contralor(a) que lo poco que hasta ahora ha salido a la luz pública. Esto es más que indignación, más que vergüenza, es más que pena de que nuestro país tenga políticos y haya tenido funcionarios capaces de robarse los millones que robaron a un pueblo que le falta agua, medicina, transporte, seguridad, vivienda, etc.

Hoy, van ya dos funcionarios del pasado Gobierno con mucho que explicar. Guillermo Ferrufino, otrora el presentador más sensible de las necesidades de los necesitados, hoy tratando de justificar propiedades millonarias. El creador de ‘¿Qué tal si te digo?’, hoy, difícilmente podrá decirnos algo coherente sobre su nueva fortuna. Y ¿qué decir de Rafael Guardia?, ese funcionario sencillo y humilde que ahora tiene que justificar más de nueve millones de balboas en cuentas bancarias. No estoy seguro de si el expresidente Ricardo Martinelli estaba al tanto de las andanzas y baile de millones que sus subalternos manejaron para su uso personal, hay que entender que estos dineros no salieron del Presupuesto del Estado ni requirieron control fiscal de la Contraloría, no dudo que estos dineros son producto de coimas en contratos, sobreprecios en compras y otras bellezas donde hay complicidad de los empresarios que fueron parte de estos pagos.

Pero que nos sirva de lección a todos lo ocurrido en el pasado Gobierno. Al instalar una contraloría permisiva, al no permitir investigaciones en los casos de denuncias, al eliminar casi por completo los controles fiscales, se abrió la puerta a la corrupción. Y, como decían antes, ‘el niño que es llorón y la madre que lo pellizca’, ‘a robar’ parecía la orden a todos. Ferrufino no tenía ni seis meses en el puesto cuando se le acusó por compras exageradas de cuchillos, al punto que se le rebautizó políticamente como ‘Cuchillito’. Pero, esa denuncia quedó en nada.

Las denuncias al PAN caían como lluvia desde los primeros meses, su primer director salió en medio de un escándalo de 45 millones en el mundo de los rumores, pero el mundo siguió adelante como si nada. Las denuncias contra los programas ‘Mi Primer Empleo’ quedaron en rumores, las denuncias por los casos de migración de la primera directora igual se dejaron sin investigar ni tampoco todo lo que surgió en torno al manejo de AMPYME. Martinelli estaba más preocupado por las obras, sus macroproyectos, que nimiedades como corrupción en compras o contratos.

Hoy, su Gobierno paga el precio de esa desidia. Todavía faltan investigaciones en Salud, Obras Públicas, el Metro, Mi Bus, electrificación rural, etc. Todas plagadas de rumores y enriquecimiento supuesto de funcionarios. Por primera vez, un Gobierno se siente obligado por la presión de la opinión pública a investigar a su antecesor, donde se exige que los culpables devuelvan lo robado y terminen presos.

Creo que, a corto plazo, la Junta Directiva del CD tendrá que expresar su posición sobre todas estas denuncias, creo que en su seno hay personas honorables que nunca sospecharon los montos que varios funcionarios se estaban llevando a la casa. El propio Ricardo Martinelli dudo manejara las cifras que beneficiaron a estos funcionarios.

Lo triste de lo que hasta ahora ha salido a la luz, es que no todo será investigado. Lo ocurrido con las partidas circuitales y dineros entregados de una u otra forma a los diputados podría quedar sin investigarse, los diputados diseñaron un blindaje a sus acusaciones que hace difícil poder juzgarlos. Pero manejaron cientos de millones y muchos de ellos no necesariamente fueron a sus circuitos.

Lo importante hoy día es asegurarnos de que no pueda volver a pasar lo que vivimos los últimos cinco años. Para ello, es necesario una verdadera separación de poderes del Estado, una verdadera libertad de prensa, un contralor(a) de verdad, una procuraduría de verdad, un verdadero estado de transparencia. Solo así podremos aspirar a Gobiernos honestos y que finalmente podamos hacer uso justo de los recursos del Estado. Pero, ojo, hará falta igualmente que todos aquellos empresarios y empresas que se prestaron para los sobreprecios y las coimas, enfrenten igualmente la justicia. Quizá requerimos una ley temporal que permita que los que confiesen su pecado se eximan de culpa a cambio de capturar a los ex funcionarios.

*INGENIERO INDUSTRIAL Y ANALISTA POLÍTICO.

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