• 28/03/2015 01:01

Resolviendo dilemas morales para prevenir la corrupción

Los psicólogos han descubierto que existe una segunda etapa de razonamiento moral

Andrés, 44 años, padre de familia de tres hijos, Román de 16 años, José de 10 años y Ana de 5 años, se pregunta: ‘¿Cómo hago para enseñarles a mis hijos con edades tan diferentes valores morales de justicia, honestidad y compromiso social para que no sigan el camino de estos funcionarios corruptos que salen en las noticias?’.

Marisa, 30 años, educadora en una escuela primaria, se pregunta: ‘¿Qué puedo hacer en mis clases, más allá de hablarles y mostrarles, con recortes de periódicos, a mis estudiantes, que es malo que haya gente con cargos públicos muy importantes, y empresarios muy renombrados, que se aprovechan de la confianza que se le dio para robar el dinero destinado a comidas para los niños pobres y obras sociales?’.

Luisa, 32 años, periodista, se pregunta: ‘¿Qué será más eficaz para promover que mis lectores desarrollen actitudes y valores morales y éticos contra la corrupción imperante en el país?’.

Andrés, Marisa y Luisa están pidiendo orientación sobre cómo podemos crear valores de justicia, honestidad y compromiso social, entre otros valores, en nuestros hijos, estudiantes y ciudadanos.

Sabía usted que la psicología moderna, denominada psicología cognitiva-conductual, ha generado, en los últimos 60 años, un sinnúmeros de investigaciones a partir de los aportes del epistemólogo y psicólogo de la inteligencia Jean Piaget de la Universidad de Ginebra, Suiza, y de las investigaciones de los psicólogos Lawrence Kohlberg y Albert Bandura de los Estados Unidos. Ellos indican que el hombre pasa por etapas en las cuales aprende los valores morales y éticos aceptados por la sociedad en que vive. El ser humano pasa por una etapa caracterizada por una moral egocéntrica, donde él cree que lo que es bueno o malo está determinado por las consecuencias de sus actos. Por ejemplo, si soy empresario y me lucro con la plata del desayuno de los estudiantes pobres, o si soy juez y cambio una sentencia por el pago de una coima, etc. y no me atrapan, eso es BUENO; si me encuentran culpable y me castigan, eso es MALO. A pesar de que esta etapa corresponde naturalmente a la mentalidad de los niños, lamentablemente hay muchos adultos que aún están fijados en esta etapa del juegavivo. Estas personas piensan que es normal aprovecharse si nadie se da cuenta que roban y no pasa nada.

Los psicólogos han descubierto que existe una segunda etapa de razonamiento moral, donde el ser humano, normalmente, tiene la tendencia a desarrollar una moral más social y recíproca, donde lo que se acepta como lo bueno o lo malo está determinado por los valores, las costumbres, la religión, y las normas sociales. Esta etapa se denomina la moral del contrato social.

El psicólogo Kohlberg sustenta que podemos ir inclusive más allá de la etapa moral anterior y desarrollar una moral autónoma y liberadora. En ella, los principios morales se internalizan en el hombre, al punto que él estaría dispuesto a sacrificar su vida por el cumplimiento de estos valores. Es el hecho de los mártires y los santos.

¿Qué métodos y técnicas podemos usar para promover que los hijos de Andrés, los estudiantes de Marisa y los lectores de Luisa puedan desarrollar valores morales y éticos?

A continuación presentamos tres estrategias para promover estos valores. Primero, exponer a los individuos a experiencias modelos donde se practican los valores morales. Segundo, dar reconocimiento a las personas por practicar conductas aceptables. Tercero y más importante: confrontar a la gente con DILEMAS MORALES. Son historietas o acontecimientos que se les presenta a las personas, según su etapa de razonamiento moral, pidiéndoles que REFLEXIONEN para decidir qué respuesta sería la mejor.

Ejemplo de dilema: Imagínese que es un funcionario y tiene la oportunidad de pagar con dinero del Estado una mercancía que vale en el mercado actual B/ 2.00 el kilo y ganarte B/ 10.000.00, con solo cambiar el precio a B/5.00 el kilo. Sabe que, por años, todo él que ha ejercido su puesto lo ha hecho y no lo han atrapado: ¿Qué haría? ¿Cuáles serían sus razones para aceptar o rechazar la oferta que le hace el empresario?

Los padres de familia, los educadores y periodistas y todos aquellos que deseamos tener ciudadanos honestos, justos y comprometidos socialmente, podemos utilizar las estrategias presentadas anteriormente para promover razonamientos morales.

*PROFESOR DE PSICOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD DE PANAMÁ.

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