Psst... viene Donald Trump con una lección

He notado que tanto Peña Nieto (mejicano de uno de los países más corruptos del planeta), y muchos políticos latinoamericanos, de derecha e izquierda, están aterrados con la posibilidad de que Donald gane los comicios en EE.UU. He analizado que el miedo no es porque el magnate haya prometido un muro en Wichita que costaría 85 000 millones de dólares ni por una tarifa aduanera del 35 % a los carros de los espaldas mojadas, más una deportación masiva de indocumentados (11 millones).

El temor viene, creo yo, es por las consecuencias producto de la vieja y penosa actitud de millones de latinoamericanos, gestada por Gobiernos ineptos desde la tierra de Pancho Villa hasta la Patagonia, que obligan a la gente a buscar el bienestar que sus mandatarios no les procuran en su propia tierra.

No sé dónde, cuándo ni quién dijo algo parecido a: ‘Tan lejos de Dios, pero tan cerca de los EE.UU.', pueda que haya sido alguien de los dominios de la virgen de Guadalupe, de Santa Bárbara bendita o de San Martín de Porres.

Dios quiera que nunca simpatice con aquello que dijo Mark: ‘La Religión es el opio de los pueblos'. Pero le doy gracias a Él mismo porque estoy haciendo las paces con Martín Lutero (monje alemán que dividió acertadamente al cristianismo en protestantes y católicos por allá en 1500 d.C.). La iglesia, como no pudo afianzarse totalmente en Latinoamérica con las armas y el látigo, se valió primero de espejitos, luego de estatuillas de santos y santas arrastradas por las mareas a las playas de nuestros océanos y por último y hasta ahora: con la ignorancia de nuestras mayorías seguidoras de brujos, mandatarios y dirigentes que celebran todos los santos y hasta las once mil vírgenes, mientras las poblaciones padecen porque crecen genuflexas como herencia de la España derrotada.

No se engañen que la cruel y mezquina mirada del supermillonario de Queens, es la misma que yo vi en los ojos de los zoneítas cuando lo miraban a uno en el Panamá de los 60. ¿Por qué? Porque ellos pensaban que Panamá era de ellos, así mismo piensa la mayoría de los gringos que van a votar por Trump, que los Estados Unidos de Norteamérica es de ellos.

ESCRITOR COSTUMBRISTA.