• 08/06/2016 02:00

Nuestro canal... ¿nuestra inauguración?

Esta vez seremos los panameños quienes tendremos la oportunidad de inaugurar nuestra versión canalera del Siglo XXI.

Nuevamente los panameños seremos testigos de un hecho trascendental, que en aquella primera ocasión y con un marco histórico diferente, iniciando lo que sería la Primera Guerra Mundial, opacó en gran medida la festividad de aquella hazaña humana de haber separado a un continente y unido a dos océanos por el resto de los tiempos. Todo esto bajo la perspectiva de la ingeniería, en aras del desarrollo de los pueblos y el comercio mundial, pero a la vez obedeciendo a una muy bien diseñada estrategia de lo que ‘El Destino Manifiesto ' nos permitía entender, donde el nacimiento de lo que hoy a más de cien años de aquella fecha reconocemos es la primera potencia económica, política y militar del orbe.

En dicha ocasión el presidente panameño, Dr. Belisario Porras, engalanaba memorablemente la ceremonia que, aunque más ajena que nuestra, no dejaba de convertirse en el icono de una obra majestuosa que se dio en el corazón de nuestro istmo y que luego sería el bastión de luchas por generaciones. La organización y desarrollo del evento inaugural no estuvo a cargo de panameños; era algo que simplemente el destino le había negado a los nacionales del país que se abría geográficamente en aras de ese lema casi que impuesto en nuestro escudo de armas y aún controversial, ‘Pro Mundi Beneficio '.

A diferencia de esos tiempos, esta vez seremos los panameños quienes tendremos la oportunidad de inaugurar nuestra versión canalera del Siglo XXI. Para regocijo de todos los nacidos en este país, pequeño en territorio pero grande en corazón y esperanza, y donde todo indica que nuevamente no seremos los nacionales siempre olvidados —los indígenas, los campesinos, los estudiantes, o nuestra clase obrera; reales descendientes de Urracá, Bayano, Rufina Alfaro, José Manuel Luna, Pedro Prestán, Victoriano Lorenzo, Carlos Francisco Chang Marín o de los mismos héroes de la gesta del 9 de Enero de 1964— los invitados de honor a inaugurar ‘nuestro canal '.

No me opongo de ninguna manera a que gobernantes, reyes o grandes empresarios de otras naciones celebren este logro y nuestra forma de participar en el desarrollo mundial a través de los esfuerzos, recursos e inigualable posición geográfica de Panamá, al contrario... bienvenidos todos en nombre de la paz, la confraternidad de los pueblos y de los panameños que vemos cómo nuestro país nuevamente hace historia. Sin embargo, me viene a la mente que bien esta vez, los panameños que sí organizan y preparan el desarrollo de este magno evento, puedan hacer justicia histórica; si hacen partícipe al invitar de manera simbólica a los que por ley son accionistas y dueños absolutos por nacimiento de este patrimonio inalienable de la Nación panameña, como bien lo establece la Constitución en su artículo 315.

Reivindicadora puede ser la iniciativa de que los primeros en transitar oficialmente nuestro canal ampliado sean por igual setenta (70) de los mejores estudiantes de escuelas primaria y secundaria de todas nuestras provincias y comarcas, cual mismo número de gobernantes invitados por el Gobierno nacional y la ACP, pudiendo de esta forma honrar el futuro de la patria (niños y jóvenes) y ese amor por lo nuestro, que el destino nos negara aquel 15 de agosto de 1914; todo en aras de un sentimiento auténticamente patriótico y de propiedad, por lo que tal vez sea el icono más grandes de nuestra nacionalidad, !nuestro canal... nuestra inauguración!

*PANAMEÑO, MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS.

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