• 25/06/2016 02:03

Canal ampliado, A (H1N1) y los periódicos del pueblo

Es una lucha dispareja, se le lleva al medio mediático donde no tiene acceso a dar respuestas, se le lleva al medio diplomático

Definitivamente estamos viviendo irregulares tiempos de crisis, a cada rato nos tiran cortinas de humo, nos desvían la atención hacia otros renglones menos escabrosos; pero al minuto, la conciencia popular retoma los problemas fundamentales y vuelve a la lucha de pura sobrevivencia, huérfana de partidos políticos, sin apoyo de los movimientos sociales y de los medios.

Es una lucha dispareja, se le lleva al medio mediático donde no tiene acceso a dar respuestas, se le lleva al medio diplomático, donde no tiene ni representantes ni acceso, se le lleva al medio salubridad, donde sin conocimientos e información debida, asume las medidas que se le implantan, sin explicación alguna.

Ya nadie le para bolas al problema de Barro Blanco, siguen golpeando a los originarios e inundando sus poblados, pero no pasa nada, ya no es tema central de peligro para el Gobierno, la educación sigue sin pagarle a los maestros, los colegios sin reparar, quedó en el olvido la doble jornada y sobreviven las escuelas ranchos; ya nadie recuerda el escándalo que provocó la divulgación de los archivos de los Mossack-Fonseca, donde sus compañías ‘offshore ', utilizadas para el blanqueo de capitales y corrupción internacional, sobrevivieron hábilmente al arroparse en las faldas del nacionalismo; ¿qué pasa con los diarios asesinatos, la violencia familiar, el tumbe y las bandas?

¿Qué pasó con el mosquito Aedes aegypti y su transmisión de más de siete tipos de enfermedades, destacándose el dengue, el chikungunya y el zika? ¿Qué pasó con los detenidos del Gobierno pasado, como Rafael Guardia, que cantó de más y aún sigue detenido, de Ferrufino, por qué no se cierran los casos de Mulino, de Lima, de Molinar, de Garuz y otros? ¿Qué pasa con el sonado caso de extradición del expresidente Martinelli? ¿Qué pasa con el Toro, Martín, Benicio y Pedro Miguel, en el PRD¡ ¿Quién explica la desbandada de los ministros del Gobierno actual? Puras cortinas de humo.

Pero allí, en medio de este maremágnum desinformativo, aparece el caso Waked, conglomerado empresarial que tiene más de $1500 millones en una docena de países y tiene cerca de 6000 trabajadores en Panamá. El tesoro norteamericano acusa a los Waked de gestionar una red mundial (68 compañías) de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico. Sin embargo, a la luz de hoy, según propias palabras del embajador de EE.UU. en Panamá, contra el empresario Abdul Waked solo se ha otorgado una sanción administrativa del Departamento del Tesoro para proteger su sistema financiero, actualmente no está bajo ningún cargo judicial en EE.UU.

Sin embargo, el Gobierno nacional solicitó la renuncia del grupo Waked a la junta directiva del Aeropuerto Internacional de Tocumen. Así mismo, los periódicos del pueblo: La Estrella de Panamá y El Siglo , que hacen parte de las 68 empresas vinculadas al empresario Abdul Waked, son incluidas en la Lista Clinton (OFAC), pero ‘gracias al embajador Feeley ', se le dieron seis meses más de oxígeno para que tengan la oportunidad de resolver su situación ante el Tesoro de EE.UU., pese a que afirma que los dos periódicos no tienen vínculo con el lavado de dinero. Lo cierto es que esta nueva licencia dada por OFAC, para operar hasta el 6 de enero de 2017, recrudece la crisis y la reducción de personal, disminución de los anunciantes, reducción del paginado y frecuencia de publicaciones.

No obstante, La Estrella de Panamá , con 167 años de trabajo, con el apoyo de todos, no la dejaremos cerrar, menos por mentes oscuras internas y externas que no soportan la crítica objetiva del pensamiento científico de la comunicación social. No se puede marginar la prensa por designios externos, con complicidad interna, no puede ser atropellada la libertad de prensa, así no sea adepto al Gobierno actual y preserve su integridad ética y moral del periodismo contemporáneo.

Asimismo, mientras se nos entretiene con la inauguración de la tercera esclusa, gastando una excesiva millonada para invitados que no vienen y luego de gastar más de $5430 millones, ya se negocia un cuarto juego de esclusas, que se estudiará a partir del 1 de octubre. El tercer juego de esclusas lo construyó el Grupo Unidos por el Canal, integrado por la española Sacyr, la italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA.

Mientras, se nos endulza el pensamiento con la inauguración de la tercera esclusa, el A (H1N1) nos enreda la vida, peleando la vacuna y descuidando la prevención fundamental de este mal que es la limpieza, tanto en el hogar, como en el barrio. La limpieza cotidiana de las manos, toser con pañuelo o taparse con las manos, evitar los conglomerados y tomar mucha vitamina C, seguro que nos sacan del apuro; pero mientras llegan las vacunas y vemos pasar el buque Andronikos, tomemos un buen café leyendo La Estrella de Panamá .

ECONOMISTA

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