• 05/12/2018 01:01

El Pacto Global sobre Migración... ¿hasta dónde nos compromete?

Creo que todos los seres humanos merecen igual respeto. No importa su origen, condición, raza, credo, etc.

Creo que todos los seres humanos merecen igual respeto. No importa su origen, condición, raza, credo, etc. Y también creo que todos los seres estamos obligados a obedecer las leyes del país donde nos encontremos. No hacerlo, es violentar el orden, irrespetar el país huésped, y a las personas que viven en ese lugar.

Que sirvan mis palabras de preámbulo al tema de esta nota. En diciembre 10 y 11 de 2018, la ONU, después de meses de trabajo, propone firmar el Pacto Global para la Segura, Ordenada y Regular Migración. Se trata de un documento declarado no vinculante, y que pretende relacionar a los países receptores de migración, los que la originan y los países de tránsito. Entre otras consideraciones, el documento considera, en una traducción libre, que ‘... los refugiados y migrantes tienen derecho a los mismos derechos humanos universales y fundamentales. Las libertades, que deben ser respetadas, protegidas y cumplidas en todo momento. Sin embargo, los migrantes y los refugiados son grupos distintos gobernados por marcos legales separados. Solo los refugiados tienen derecho a la protección internacional específica definida por el derecho internacional de los refugiados. Este Pacto Global se refiere a los migrantes y presenta un marco cooperativo que aborda la migración en todos sus dimensiones'.

Suena simple, razonado, lógico. Sin embargo, los países que más han participado en la promoción del mismo, a excepción de Canadá y Suiza que mantienen políticas de inmigración controlada, no son países receptores de migración. Entre aquellos que promueven el documento, tenemos a: Argentina, Bangladesh, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Canadá, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Liechtenstein, México, Nepal, Panamá, Paraguay, Filipinas, Suiza y Uruguay. Recientemente fue aprobado el texto, por 191 países. Pero manifestaron su oposición al mismo, países como Polonia, Hungría, y sí, EUA.

‘...' Este paquete anima los procesos migratorios de manera insensata y solo tiene en cuenta los intereses de África, América Latina y pequeños Estados insulares cuando determina que la emigración es un derecho fundamental', dijo el ministro húngaro de Exteriores, Péter Szijjártó, añadiendo que ‘el Pacto quiere hacer obligatorio para todos los países proveer de toda clase de servicios a los migrantes a lo largo de la ruta, y que esos servicios sean los mismos que ofrecen a sus propios ciudadanos'.

¿Qué sucederá cuando los países objetivo final de las migraciones se nieguen a recibirlas? Europa Occidental, EUA? Pues los países de tránsito que han apoyado este movimiento masivo de personas, a pesar de no ser vinculante el acuerdo, deberán, según reza el texto arriba mencionado, reconocer que ‘... los refugiados y migrantes tienen derecho a los mismos derechos humanos universales y fundamentales...'. Ya México está viviendo esta situación. Facilitó el tránsito por su territorio hacia Estados Unidos. Ante la contumacia norteamericana en no recibirlos, el problema le ha quedado en sus manos, y presupuestos federales, a México.

¿Qué crees que sucederá si los migrantes de otros países de Centroamérica, o provenientes del Sur, o inclusive de África, llegan hasta Panamá? Los otros países los dejan pasar. ¿Le quedará a Panamá la responsabilidad de otorgar el acceso a los derechos humanos y universales que sus propios países le niegan a sus ciudadanos que emigran? Se tiene una estimación de escenarios de alto, medio y bajo riesgo y las implicaciones económicas que puedan significar en dinero y en el tiempo para Panamá? Podemos afrontarlos sin afectar nuestra capacidad de brindar servicios eficientes y eficaces a la población nacional y residente panameños?

Es claro que los pobres de los países votan contra sus gobernantes, yéndose de los mismos. Pero los países desarrollados no se sienten obligados a recibirlos. Pero, debemos considerar y analizar bien hasta donde nos compromete como Nación. Ya tenemos ejemplos. Aunque no es vinculante, Panamá firmó la Declaración contra la Corrupción, también de la ONU. Y justamente la mayoría de las exigencias de la OCDE y GAFI... son parte de las cosas que nos comprometimos a hacer firmando la Convención contra la Corrupción. Que por cierto, pareciera no hemos podido controlar. ¿Podremos controlar y absorber a migrantes que no puedan llegar a su destino? Por supuesto que creo que Panamá debe recibir migrantes. Pero los que respondan a una política migratoria de calidad, de conocimientos, y valores que contribuyan al engrandecimiento del país. A esos, bienvenidos.

ECONOMISTA

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