La Orquesta de Cámara del Istmo, integrada por jóvenes músicos formados localmente, ha demostrado que es posible cultivar un proyecto musical con ambición,...
- 14/05/2015 02:00
La Exposición Nacional de Panamá de 1916
Ante los planes de transformación del Barrio de La Exposición propuestos por la Alcaldía capitalina (La Estrella de Panamá, 27/2/2015), es menester hacer algunas acotaciones históricas.
En febrero de 1916, el Gobierno panameño inauguró en ese sitio la ‘Exposición Nacional', evento que si bien no se realizó por razones financieras en 1913, constituyó un acto central de la conmemoración del IV centenario del ‘descubrimiento' del Mar del Sur. La Ley N°. 42 del 12 de diciembre de 1912 decretó la celebración de la Exposición. Un año más tarde, el decreto N°. 30 del 17 de junio, en sus propósitos dispuso ‘enaltecer y honrar la memoria del ilustre descubridor (en referencia a Vasco Núñez de Balboa), robustecer los lazos de unión y amistad que existen entre Panamá y España, nuestra Madre Patria y los hermanos del continente'. Para la élite política cultural panameña, La Exposición ofrecía la oportunidad de mostrar al mundo las ventajas del país ‘llamado a ser en breve tiempo una gran estación comercial para todos los centros productores de América y Europa y centro de abastecimiento de los mercados de Centro y Suramérica y el Lejano Oriente'. Así destacan documentos de archivo. Triunfó una idea sobre la historia de la nación panameña en proceso de construcción a inicios del siglo XX.
El Boletín de la Exposición Nacional, publicado en español e inglés, se hizo énfasis en las ventajas comerciales y agrícolas de la nueva República: una labor propagandística para atraer inversionistas e inmigrantes. Mapas y fotografías que ilustraban al Boletín ofrecieron una imagen visual de la nación. La prensa de la época contribuyó con esa difusión. En alusión a la configuración geográfica del país, El Diario de Panamá (17/2/1915) subrayó, ‘desde donde el cielo y el mar se miran hasta confundirse en una perspectiva maravillosamente azul'. La Exposición constituyó un mecanismo para fortalecer al país como centro del comercio mundial. Esa era al menos la intención de los promotores. Un recurso nacionalista para reforzar vínculos entre los panameños y su pasado. Además de las naciones latinoamericanas y Estados Unidos, como invitada especial: España.
Si bien el evento comercial no estuvo exento de críticas, en su inauguración participaron no menos de ‘ocho mil almas', (La Prensa, 7/2/1916). La muestra agrícola, comercial e industrial estadounidense causó mayor atracción en el público asistente. En especial, la exhibición del ‘pop corn', un plano en relieve de la ciudad de New York y diversos tipos de barcos en miniatura. La Exposición constituyó una expresión de la expansión comercial de los Estados Unidos en Latinoamérica, además de vitrina del poder industrial de ese país.
Panamá se figuraba una demostración de su entrada a la modernidad. El espacio donde se desarrolló el evento constituye un referente urbano cargado de un gran simbolismo. En su trazado plasmó un discurso patrio contado por los monumentos inaugurados en su trayecto: a Cervantes y Balboa. Un espacio cívico y pedagógico. En su recorrido ofreció una lección de historia desde la visión de nación que promovió la elite político cultural panameña a inicios de la vigésima centuria. Y esas señas de identidad aluden al ‘hispanismo' como el origen de la nación.
En palabras del presidente Belisario Porras, la Exposición Nacional constituía una demostración de ‘los anhelos de progreso que palpitaban entre los panameños y consideró a Balboa precursor del canal interoceánico'. Enunciado propio del ideario liberal y que hace referencia al mito fundacional de Panamá: su singular configuración geográfica. La creación del barrio de la Exposición de 1916 respondió a un proyecto político a inicios del siglo XX. Sería oportuno investigar sobre sus transformaciones en esa centuria. Los nuevos planes de renovación que se proponen a ese histórico sitio capitalino deberían instituirse para fortalecer una vida cultural vibrante y espacio cívico para todos los ciudadanos.
HISTORIADOR