• 18/01/2020 00:00

Ante retos diferidos hay una nueva visión en el IDAAN

El Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales nació hace 58 años.

El Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales nació hace 58 años. Su misión ha sido y es la de suministrar los servicios de agua potable y saneamiento al 75% de la población de Panamá, con la calidad y eficiencia establecidas en normas nacionales e internacionales a fin de reducir las enfermedades de origen hídrico, incrementar el bienestar humano e impulsar el progreso común en cuanto se trata de un elemento vital para la biosubsistencia de todas las especies del planeta y pilar para la sostenibilidad social, para el crecimiento económico y para la cadena productiva de bienes y servicios.

Es natural que en seis décadas se hayan producido cambios en la estructura institucional y en la organización sectorial, como fue otorgar al MINSA el rol de ente rector por ser el agua y el saneamiento determinantes universales para la salud pública y a la ASEP el nuevo rol de ente regulador. Ese esquema para el subsector se estableció mediante el Decreto Ley 2 de 1977 dentro de una política impulsada por el FMI y la Banca Internacional para reducir el rol del Estado mediante la privatización parcial o total de diferentes servicios públicos, situación que no ha sido posible que avance en el IDAAN debido a la fuerte presión ciudadana. Hay que subrayar que los servicios de agua y saneamiento están en la categoría de un derecho humano, lo que impide que se comercialice como un producto más de libre oferta y demanda.

La situación descrita no ha logrado que la institucionalidad en el subsector de agua y saneamiento haya sido corroída, con mayor celeridad en la década pasada, debido a la incursión de actores públicos como: FIS-PAN-DAS; Saneamiento de Panamá, CONADES, Secretaría de Metas, PRODEC, PROINLO y otros, que sin contar con experiencia en obras cuyo diseño debe seguir procesos de estudios y diseños basados en normas rígidas y controles constructivos estrictos, se convirtieron en agentes contratistas con paquetes que incluyeron estudios, diseños, construcción, operación y mantenimiento, generalmente otorgados a una misma empresa, bajo la premisa de lograr obras inauguradas durante el periodo del Presidente de turno.

Las obras construidas bajo esa modalidad han padecido de elementos comunes como lo son: falta de planificación; obras mal concebidas y construidas; corrupción; atrasos; sobrecostos; reclamos y hasta ahora un pasivo, pero creciente malestar ciudadano.

Una radiografía del despilfarro está en el plan 100% agua 0 letrinas, con inversiones superiores a dos mil millones de balboas en el último quinquenio, coordinado por la Secretaría de Metas y ejecutado por CONADES, ambos adscritos al Ministerio de la Presidencia. No hay rendición de cuentas y las protestas diarias por insuficiencia de esos servicios se dan a lo largo y ancho del país, exigiendo que se cumpla a cabalidad con la misión para la cual se creó el IDAAN.

Las implicaciones legales por la irresponsabilidad de funcionarios públicos siguen procesos donde pareciese que lo central es guardar la forma y olvidar el fondo, sin que haya certeza de castigo por la malversación de miles de millones de balboas de todos los panameños.

No obstante, hay una ventana de oportunidades para el IDAAN con la llegada del Gobierno del Presidente Laurentino Cortizo y la designación del Ing. Guillermo Antonio Torres Díaz, como Director Ejecutivo. Ambos funcionarios poseen el conocimiento y la voluntad para dar el giro de timón requerido para lograr un desempeño eficiente, transparente y moderno de la institución responsable por ofrecer esos vitales servicios. El compromiso ratifica que el IDAAN no será privatizado y que se actuará dentro de lo está contemplado en la Ley 77 de 2001.

La credibilidad e imagen por la que atraviesa la institución está distante de ser aceptable. Mientras hubo derroche de recursos para nuevas obras y promesas incumplidas, se excluyeron los recursos mínimos para la debida operación y mantenimiento de las potabilizadoras, de las redes y de los tanques de reserva para garantizar el vital líquido a las comunidades. No hubo interés para reducir pérdidas como acción prioritaria, establecer válvulas de control y macro medidores para establecer nodos y circuitos hidráulicos que permitirán mejorar los sistemas de micro medición y facturación. La transformación digital es parte de los pendientes que estarán en el primer plano de la agenda de modernización institucional. No hay forma de explicar que el alquiler de tanques cisterna se haya constituido en una forma habitual de suministro en las áreas donde no llega el vital líquido. La excepción se hizo regla por medio de procesos de dudosa transparencia.

La principal planta potabilizadora del país, denominada Federico Guardia Conte, ubicada en Chilibre, es un monumento al abandono. Los procesos hidráulicos funcionan de forma deficiente; no hay medición de los caudales que provienen de las bombas de la toma y tampoco existen macro medidores para saber cuánta agua tratada se bombea a la ciudad de Panamá. El tanque de reserva de agua tratada está siendo objeto de una reparación urgente y se ha realizado una evaluación de todos los equipos de bombeo ya que no hay bombas ni motores de respaldo; igual suerte se da con los transformadores de la subestación eléctrica. ¿Dónde fueron a parar los miles de millones invertidos en la década pasada?

Hubo rapidez para licitar nuevos proyectos de plantas, cuya fuente de abastecimiento son los lagos de reserva para el funcionamiento del Canal, sin haber realizado los trámites pertinentes ante las autoridades de la ACP para contar los permisos necesarios para la ubicación y uso del agua. Eso y otras omisiones han ocasionado un atraso en las obras de más de 560 días al finalizar el 2019 con las implicaciones legales y financieras por un actuar difuso.

La falta de recursos para operar y mantener lo existente es una situación generalizada en todas las regiones del país. Los atrasos en pagos y avance de contratos de nuevas obras o de ampliaciones y mejoras es lo rutinario, pero también en los procesos para adquirir productos y servicios. Los recursos humanos han estado sometidos a un estrés similar a lo descrito con las obras físicas. La tarifa que se aplica no ha sufrido cambios en 40 años. Es una radiografía que llena de pesar y que hay que rectificar con urgencia.

Son múltiples los retos que enfrenta la nueva administración del IDAAN; en los primeros 100 días se ha combinado el trabajo de funcionarios con gran trayectoria institucional con la experiencia y visión estratégica con nuevos conocimientos para incrementar la capacidad de respuesta. Con ello se ha logrado afinar el diagnostico de situación descrito para dar paso a un plan de acción que se deberá evaluar y ajustar de forma periódica.

El plan incluye acciones de alta prioridad como las siguientes:

1. Reparar y recuperar los equipos y estructuras de las plantas potabilizadoras, tanques de almacenamiento y redes de distribución que incluyen los sistemas que sirven las ciudades de Panamá, Colón, David, Santiago, La Chorrera, Arraiján, Chitré, Los Santos, Bocas del Toro, Changuinola, La Palma, Metetí y 56 instalaciones más distribuidas por todo el país.

2. Asegurar la calidad del agua que se entrega a las comunidades mediante adquisición de nuevos equipos de dosificación y nuevos laboratorios, hacer alianzas con universidades, empresas e instituciones para el desarrollo y capacitación de los recursos humanos e incursionar en los procesos para lograr la certificación por medio de normas ISO.

3. Fortalecer la capacidad institucional, modernizar la estructura orgánica y digitalizar procesos que permitan una planificación ordenada, incrementar controles operativos, financieros, de ejecución de proyectos y de gestión administrativa y de recursos humanos, posibilitando obtener datos e información para establecer indicadores de gestión en las diferentes direcciones y departamentos del nivel central y en el de todas las regiones del país.

Para avanzar se ha logrado concretar una operación con el BID para tener acceso a fondos frescos para mejorar el desempeño administrativo, comercial y operacional del área metropolitana de Panamá que además de contemplar los distritos de Panamá, San Miguelito y Chepo, incluye los de Arraiján y de La Chorrera en la provincia de Panamá Oeste hasta llegar a la comunidad de El Valle de Antón.

El objetivo es el de realizar los estudios para formular un planeamiento ordenado de actividades que conformarán un plan maestro para fortalecer todos los componentes que deben trabajar de forma coordinada para lograr eficiencia operativa, comercial, administrativa y financiera, sustentado con personal debidamente capacitado, empleo de nuevas herramientas tecnológicas y sistemas de auditoría con indicadores medibles.

Esos sistemas deberán ser replicados en el resto de las regiones que integran el IDAAN para que, en un país de limitada extensión como el nuestro, se guarde unidad de gestión institucional y se mantenga una economía de escala con equidad en la que todos los habitantes urbanos y también rurales, logren la confianza y la satisfacción que merece todo ciudadano. Será UN SOLO IDAAN de todos y para todos los panameños.

Hay que pedir la guía de Dios para soñar y sumar los contingentes de profesionales, técnicos y administradores necesarios para conquistar nuevas fronteras. Se trata de un reto con sabor a utopía, tal como lo ha sido lo que hace 20 años se concretó para todos los panameños: UN SOLO TERRITORIO; UNA SOLA BANDERA.

*El autor es ex director del IDAAN.

Asesor del IDAAN
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