• 04/04/2020 00:00

Las letras del amor

El devenir humano en todas las épocas y latitudes asedia el amor en poemas, dramas, narraciones, ensayos. Las variantes son múltiples y corresponden a las pasiones, pensamientos e ideales que los seres humanos desarrollan en la praxis.

El devenir humano en todas las épocas y latitudes asedia el amor en poemas, dramas, narraciones, ensayos. Las variantes son múltiples y corresponden a las pasiones, pensamientos e ideales que los seres humanos desarrollan en la praxis.

La Biblia confronta distintos matices del amor. Cervantes y Shakespeare tienen personajes inolvidables como el Quijote y Dulcinea, Romeo y Julieta. Tirso de Molina, Juan Ruíz y Fernando de Rojas te emocionan con don Juan Tenorio, la Celestina, la Trotaconventos y Don Amor.

Tristán e Isolda, El amor en los tiempos del cólera, Como agua para chocolate, La casa de los espíritus, Tocaia Grande, Hadriana en todos mis sueños, El amante, El cuarteto de Alejandría, El escarabajo, Amarilis, Memorias de Adriano, Las sendas de Okú, Plenilunio de Rogelio Sinán, Vida que olvida de Justo Arroyo, La calle del espanto de Richard Brooks, El jardín de rocas de Luis Pitty son obras con las cuales te enamoras e identificas por su hermosa prosa y tramas.

Neruda nos conmueve al expresar Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca.

Kenizé Mourad en la novela De parte de la princesa muerta nos regala una expresión maravillosa: Somos una sola alma tú y yo, no existe entre yo y tú, ni yo ni tú. El amor es un todo en uno. El éxtasis se da cuando el silencio habla y el vacío existencial se colma a plenitud con las mieles de los bosques sagrados, cuando en un orgasmo diluvional las sensaciones se desbordan con las energías cósmicas.

Octavio Paz en La llama doble analiza el triángulo sensitivo entre la sexualidad, el erotismo y el amor. El sexo es la raíz, lo erótico es el tallo y el amor la flor del árbol más bella del universo, la armonía en el acto amoroso hace posible el milagro de la vida. Para los amantes el cuerpo piensa y el alma se toca. Todo amor es eucaristía, comunión y nudo de dos libertades emocionalmente enlazadas. Cuando sexo, imaginación y sentimiento se unen llegamos al éxtasis supremo, místico y creativo.

Las letras panameñas abordan el amor con dos novelas las cuales tienen trascendencia universal.

Javier Riba Peñalba en El lunar eterno valora a la mujer como el eje vertebral de la humanidad. Allí las pasiones son oceánicas, toda emoción es auténtica, la trama te invita a ser protagonista de sueños y enigmas en un torbellino de sentimientos paradójicos. Javier es atrevido, rompe paradigmas.

Luis Fernando Pitty Ceballos con prosa poética y metafórica en Ojos de perla negra seduce al lector con un amor en tiempos recurrentes y el final te estremece en tu ser interior. La fragancia de las palabras alcanza el clímax cuando las almas se unen con la fuerza irreverente de dos amantes sedientos de locas caricias. El amor crea sonidos inéditos.

Sir Richard Brooks en Éxtasis, su locura poética, en onírica quimera impacta nuestro sentir así: Quiero sembrar con una lluvia de besos cada poro de tu piel. Recorrer, voluptuosamente, el frondoso bosque de tu laberíntico amazonas. Beber las cálidas aguas de tu manantial, perderme en las hondonadas y pliegues de tu cuerpo, retozar en tus virginales senos, sentir el ritmo seductor de tus caderas, penetrar la cueva del amor y quemarme hasta el infinito con los fuegos sagrados de tus rincones más íntimos.

Ricardo Miró, el poeta del amor, fluye como un torrente que inunda desiertos:

Una vaga inquietud; un misterioso

temor; como un feliz presentimiento:

un íntimo y recóndito tormento;

una pena que acaba en alborozo;

el sofocante nudo de un sollozo

perenne en la garganta; el sentimiento

de un dolor que se acerca; el pensamiento

lleno de luz, de júbilo, de gozo;

una contradicción honda y oscura

que me llena la vida de amargura,

que mata toda luz y toda idea,

que turba toda paz, toda alegría;

pero… Señor, que sabes mi agonía:

si todo esto es amor, ¡bendito sea!

La literatura panameña hace de los laberintos del amor un manantial creativo con resonancias permanentes. El amor es un tenaz renacer en una sociedad deshumanizada. Reclamo el derecho al amor.

Recomiendo para ampliar información sobre los autores y sus libros leer La metáfora de los espejos de mi autoría.

Historiador, docente y escritor.
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