• 18/04/2020 00:00

Fraudes manipuladores y el famoso día 'D'

Junto al fenómeno del cambio climático, un gran problema que se revela con esta pandemia es que sus males profundos son de carácter civilizatorio, si esto no se supera, toda victoria epidemiológica será menos que pírrica desde el punto de vista de la especie humana.

Junto al fenómeno del cambio climático, un gran problema que se revela con esta pandemia es que sus males profundos son de carácter civilizatorio, si esto no se supera, toda victoria epidemiológica será menos que pírrica desde el punto de vista de la especie humana.

Por ejemplo, cuando diversas autoridades sanitarias advierten que todas sus estimaciones para el control de la epidemia se vuelven añicos cada vez que la población no coopera, no están diciendo otra cosa que ese comportamiento no solidario, puede dar al traste con cualquier estrategia de control sanitario; conducta, que depende del conocimiento de cuáles son las condiciones materiales e inmateriales que dan lugar a que la misma se dé.

Por lo demás, es una problemática que no es campo de estudio de la Medicina, menos aún de la Informática ni de ninguna de las Ciencias Naturales, sino que es del ámbito de estudio de las ciencias que estudian la sociedad y la cultura, incluidas las Filosofías y la Ética, que le dan sentido.

Advierto, no es que un biólogo o un médico tengan vedado hablar de estos temas, lo que decimos es que la producción del conocimiento científico sobre tales asuntos no proviene de sus disciplinas. Que en su pensum académico se incorporen asignaturas de las Ciencias Sociales no les faculta para producir conocimientos de los comportamientos culturales y sociales de los seres humanos, tanto como la Biología que di en mis estudios de grado no me facultó para producir conocimientos propios de la Biología, aunque me ayuda a entenderla.

Ergo, una de las enseñanzas de esta crisis es que a una pandemia como la que tenemos no basta el conocimiento de los procesos naturales para poner en jaque mate al virus. Hace falta conocer los procesos por los que la gente se adhiere o no a una directriz médico-sanitaria para enfrentarla con éxito, como el ejemplo de la necesidad de conductas solidarias.

Aquí, nos encontramos con un primer fraude por el que nos han hecho transitar por mucho tiempo: el que afirma que los problemas de la vida humana los resuelven las ciencias naturales y las ingenierías, a contrapelo de las que estudian a los seres humanos como entes gregarios. De forma tal, que las Ciencias Sociales son disciplinas que no tienen rango de científicas y menos que tengan importancia medular para la comprensión de los comportamientos humanos, que hoy por hoy se ha hecho exigente conocer, para solventar la pandemia y sus secuelas desde ya y no desde el día “D”.

El equipo gubernamental que ha estado al frente de las medidas sanitarias, expertos de las ciencias naturales aplicadas a la salud, han hecho lo que saben, no más. Por tanto, no se les puede pedir más de allí. Por supuesto que no hablo de los mercaderes que procuran sacar provecho monetario del momento, mismos que aprovechándose de su alta investidura pretendieron hacer el desfalco del siglo en la CSS por 168 millones de dólares; con su proyecto logístico faraónico, dizque para resolver el abastecimiento de medicamentos.

¿Estarán pensando los líderes políticos y empresariales que han dirigido la cosa pública desde el siglo pasado, resarcirnos de ese fraude? ¿Cuánto recurso destinarán para el desarrollo científico social en la educación y sociedad panameña?

Otro fraude, que ha sido más evidente, es el de poner por encima de las Ciencias y técnicas dedicadas a la Salud Humana, aquellas profesiones que sirven a los que buscan el aumento del poder económico privado, convirtiendo en mercancía la naturaleza, la salud y cuanto esté a su paso. Sus destrezas en la bolsa de valores, en la industria del espectáculo, en la producción y venta de armas letales, no sirven para aportar soluciones ante el COVID-19 ni necesidad humana prioritaria alguna. Estos, están basados en otra idea fraudulenta: el mercado lo resuelve todo, por tanto, no hay que regularlo; todo esto, en nombre de una falsa libertad.

En el día “D” ¿se reorientarán los recursos para fortalecer los servicios de salud, la investigación y desarrollo de tecnologías apropiadas a necesidades humanas reales de la población en oposición a ficciones del mercado? Si el pueblo (me incluyo) lo deja en manos de plutócratas, seguiremos sometidos a vivir en medio de estos fraudes manipuladores.

Sociólogo y docente de la UP.
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