• 28/05/2020 00:00

Natá: historia y memoria

Se aproxima el V centenario de fundación de Natá, en 2022. Oportunidad privilegiada para repensar el pasado, el presente y el futuro del “Santuario del Pacífico”, como expresó, en 1947, sobre su ciudad natal, Baltazar Isaza Calderón, en donde increpó también la poca importancia ofrecida a la conmemoración del IV centenario de fundación, en 1922.

Se aproxima el V centenario de fundación de Natá, en 2022. Oportunidad privilegiada para repensar el pasado, el presente y el futuro del “Santuario del Pacífico”, como expresó, en 1947, sobre su ciudad natal, Baltazar Isaza Calderón, en donde increpó también la poca importancia ofrecida a la conmemoración del IV centenario de fundación, en 1922. Año en el que reemplazaron dos vetustas campanas de la iglesia colonial, en ese evento Héctor Conte Bermúdez, orador oficial, anotó “sonoros bronces que fueron elevados con el gonfalón gualda y rojo en los lejanos días del coloniaje a la más soberbia obra arquitectónica que el poderío español construyó en el interior de esta Castilla del Oro, hemos visto bajar desgarrados y partidos, pero con lentitud majestuosa entre la melancólica tristeza de este pueblo que los tuvo entre sus seno por más de dos centurias, como alma de su alma y vida de su vida” (La Estrella de Panamá, 15/10/1972). Dos años después, la Ley 46 del 2 de diciembre de 1924, declaró monumento histórico nacional la Iglesia de Natá. Como toda fecha conmemorativa constituye un momento propicio para sus resignificaciones y reapropiaciones, el IV centenario de fundación del “Santuario del Pacífico” coincidió con una política cultural del Estado panameño que se materializó en recuperar el pasado colonial e insertarlo en la memoria histórica. Recordar el pasado de Natá armonizó con esa visión de nación que se forjó en Panamá a inicios del siglo XX.

En 1970, un memorial firmado por un grupo de natariegos instó a las autoridades nacionales a la conmemoración de los 450 años de fundación de la ciudad colonial de Natá, en 1972. Publicado en un valioso suplemento, titulado “Homenaje a Natá”, esa petición destacó la trascendencia de la fecha histórica: el 20 de mayo de 1522, y la importancia de considerar esa efeméride como un evento internacional. Ese memorial constituyó también una propuesta, válida aún, la construcción de un parador de turismo estilo colonial, un museo y una biblioteca de Historia Colonial, elaborar una guía histórica de Natá, “reparación” de la Catedral de Natá y la capilla San Juan de Dios, arreglo de calles, acueducto, alcantarillado, alumbrado eléctrico y el ornato general. El Decreto Ejecutivo N°. 25 del 16 de febrero de 1970 designó una comisión para tal propósito.

Si bien se requiere de una investigación exhaustiva de documentos y entrevistas con testigos del momento, dos publicaciones conmemorativas de esos 450 aniversarios de fundación de la ciudad colonial de Natá atestiguan desde la investigación histórica y arqueológica el legado cultural de esta ciudad colonial, ubicada en el interior de Panamá. En Natá Prehispánico, de Reina Torres de Araúz, publicado en 1972, puede leerse, un nuevo relato, “la actual ciudad de Natá, de aristocrática estirpe colonial, mantiene un emplazamiento que puede llevarse, cronológicamente, hasta periodos prehispánicos. El conquistador español no hizo más que establecer en el sitio de la ciudad indígena, la ciudad española con su trazado ideal, plaza central, iglesia y cabildo en torno a la misma. Los documentos que en su momento se mencionarán demuestran claramente la importancia que, como ciudad, lo mismo que en cuanto a población, tenía Natá en épocas prehispánicas. La arqueología coclesana ha comprobado, igualmente, la grandiosidad de la cultura que debió vivirse en ella”. Esa conmemoración constituyó una oportunidad de resignificar esa fecha en el tiempo.

La revista Lotería No. 198 constituye una edición especial sobre Natá, su Acta de Fundación e inestimables aportes de su trayectoria histórica. En 2022 circulará el pasado de Natá y aunado, los desafíos sociales de esta antigua población. Es menester forjar un proyecto que priorice en el desarrollo humano, el cuidado de su patrimonio cultural y en servir, como en otrora, de granero del país.

(*) Félix Chirú Barrios es profesor de Historia de la Universidad de Panamá y Guillermina De Gracia, antropóloga independiente.

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