• 17/11/2020 00:00

Una quijotada

“Arturo Pérez Reverte renueva el diseño cervantino con una novela histórica sobre la adquisición de la Academia Española de la Lengua de la magna obra del Siglo XVIII la Encyclopédie de D'Alembert y Diderot”

Arturo Pérez Reverte renueva el diseño cervantino con una novela histórica sobre la adquisición de la Academia Española de la Lengua de la magna obra del Siglo XVIII la Encyclopédie de D'Alembert y Diderot.

La Enciclopedia de Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Le Breton y muchos otros es la mayor aventura intelectual del Siglo de las luces, son hombres originales que razonan para salir de la barbarie y darle al mundo un rostro nuevo. La obra, declarada libro peligroso por la Inquisición, es incluida en el Índice del Santo Oficio. Las ideas de vanguardia influyen en la Revolución norteamericana y en el movimiento liberador de Bolívar, San Martín y otros líderes de la América criolla. La Revolución francesa se nutre del espíritu contestatario de los enciclopedistas de la Ilustración y el mundo contemporáneo modela una sociedad ajena a los reyes y al poder eclesiástico.

Pérez Reverte, con la fuerza de la pluma, denuncia la patria cerril y la atonía de la sociedad española de la época. El pensamiento crítico es demoledor y nada escapa a la clásica ironía del autor. Arturo involucra didácticamente al lector en el proceso creativo de cómo hacer una novela, el texto es una guía bibliográfica por excelencia. El humor del periodista y corresponsal de guerra es mordaz, se burla de los actuales académicos españoles y los amenaza con Limpia, mata y da esplendor. El argumento es una historia de crímenes con el fantasma de Cervantes que sacude con una cadena de muertes violentas a la real entidad de la lengua con sede en Madrid.

La Academia Española se funda en 1713 y durante el reinado de Carlos III, en un acuerdo insólito, decide traer a Madrid la Encyclopédie, prohibida en Francia y España; nombran una comisión de dos hombres buenos, integrada por el bibliotecario Hermógenes Molina y el almirante Pedro Zárate. La imaginación delirante de Arturo Pérez Reverte, desde ese hecho inédito que desafía al Santo Oficio, trama con credibilidad un drama de suspenso creciente en torno a la aventura de un viaje largo, accidentado y azaroso hacia París.

“Encyclopédie, ou dictionnaire raisonné des sciences, des art et des métiers, par une societé de gens de lettres”, son veintiocho volúmenes en cuerpo grande, encuadernados en piel de color castaño claro, con letras doradas en los tejuelos, de amplios márgenes en su formato son impresos de 1751 a 1772. La exposición sistemática es de 72 000 artículos, 16 500 páginas y 17 millones de palabras. El papel de hilo es de un blanco inmaculado, la tipografía es hermosa.

La Enciclopedia expresa que son hombres inspirados los que iluminan al pueblo, y los fanáticos quienes los extravían, pero el freno a los excesos de estos últimos nunca debe coartar la libertad tan necesaria a la verdadera filosofía. Las luces sitúan a la razón por encima de los dogmas, al alumbrar el sendero hacia la felicidad de los pueblos.

Hermógenes y Pedro son dos hombres grises cuando los eligen, luego demuestran sus quilates. El bibliotecario se dedica a la traducción y la enseñanza; el almirante ha viajado mucho y tiene mundo, es un marino ilustrado, habla bien el francés y se defiende con el inglés.

La conspiración para impedir que los libros revolucionarios lleguen a España la encabezan dos académicos recalcitrantes a las nuevas ideas, Higueruela y Sánchez Terón; contratan a un hombre peligroso, un tal Pascual Raposo, el malandrín me recuerda al Maese Pedro de Cervantes. Raposo fue soldado y policía, ahora es un sicario al servicio del mejor postor. Los lances que sufren los dos hombres buenos en la travesía hacia Francia son varios, pero sobreviven a la adversidad.

París es un encuentro con una sociedad en ebullición, es la ciudad de los filósofos y excéntricos, como el abate Bringas (el abate Marchena) y mujeres excepcionales, como Margarita Dancenis (Teresa Cabarrús), los dos tienen participación relevante en la Francia de la Bastilla.

El almirante Pedro vive una experiencia traumática, se da un duelo, narrado puntalmente por Pérez Reverte. París es una caja de resonancias trascendentales que anticipan tiempos tormentosos para el “ancien régimen”. La Francia de los reyes impacta a los dos hombres buenos.

La cañada de los lobos propicia el dramático enfrentamiento entre Raposo y los académicos. El asesino a sueldo listo para rematar a los ilusos inquiere: “¿esos libros son tan valiosos como para morir por ellos?”. “Lo son por lo que tienen dentro”. “¿Y de qué se trata?”. “De la Razón, lo que hará que un día no existan hombres como usted”. El instante de lucidez renueva los sueños de un soldado de lo tercios viejos y el rumor antiguo de siglos se encarna en el presente y grita con desespero: “Ustedes están locos”. Baja el sable y se retira.

Arturo Pérez Reverte me recuerda a Jorge Amado en Uniforme, casaca, camisón, narración picaresca sobre la elección de un inmortal y a Cervantes en su referencia a los académicos de Argamasilla. Las ilustres sociedades son una encrucijada de ambiciones, favores y vanidades.

Referencia bibliográfica. Pérez Reverte, Arturo. Hombres Buenos / Bogotá: Alfaguara, 2015. 583p.

Dedicado a Ricardo De la Espriella, dos institutores de antaño, la senectud los une en una maravillosa amistad al estilo del Quijote y Sancho.
Historiador, docente, escritor.
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