- 17/03/2021 00:00
Opinión, preguntas y sugerencias
Podemos observar prudentemente la evidente vulnerabilidad de la Nación panameña ante los organismos internacionales que se abrogan derechos de descalificarnos, producto de notables deficiencias en la “adminiperversamentetración” pública y, en algunos casos muy puntuales, en contubernio con líderes de empresas privadas y entidades financieras, en no muy reducidas excepciones. El crecimiento sostenido, aunque mediatizado por las circunstancias globales acentuadas por la denominada pandemia COVID-19, muy a pesar nuestro, estamos permitiendo una situación particular como país, donde se torna un empequeñecido trauma de salud nacional dicha pandemia frente a las acciones de Gobierno, con muestras de desafueros y falta de transparencia, acompañada del impositivo descaro por el desinterés y la no disposición de aclarar los actos que denotan desgreño administrativo.
Es inaceptable que continúen las insostenibles cuotas de poder en manos de políticos y funcionarios, a quienes les depositamos la confianza mediante el mayor acto cívico ínsito en el sufragio, un pacto de democracia basado en justicia y trabajo honesto. Como manifestaba en otra ocasión, urge la apertura y exposición de las cartas sobre la mesa, urge que todos y cada uno de los sectores que componen el raciocinio e integridad nacional, nos sentemos a reafirmar que este es el quinquenio de la reivindicación nacional, no importa si un 33.1 % de los ciudadanos, con el aval de las reglas establecidas electoralmente, eligió al presidente de todos los panameños, lo importante es que ningún porcentaje de ciudadanos votó entregando firmado un cheque en blanco.
Quiero tener la suerte de que el señor presidente se percatase de nuestra buena intención, que, con la más alta consideración y respeto, le manifiesto que no es el que cree que está haciendo lo mejor, sino el que mejor escucha logrará hacer lo mejor; asumiendo y reivindicándose con decisión, se le reconocerá que es de nobles reconocer las equivocaciones cometidas, aunque las transgresiones sean de algunos subalternos desde los más inmediatos hasta muchos en mandos medios, pero usted se verá involucrado en la responsabilidad e imagen.
Señor presidente, las promesas vertidas ante su pueblo como un hombre recto que no toleraría quien a sus espaldas actuase sin transparencia y honestidad, le pedimos que le exija a todo el que estuviese en entredichos que se remita al audito de la gestión encomendada, se separe del cargo y que demuestre su inocencia o de lo contrario pague por sus latrocinios, la Patria premiará al que cumpla los preceptos para los cuales fue escogido y/o nombrado.
Conocemos sobradamente que administrar un país conlleva, además de compromiso, capacidad y, por razones obvias, necesita asesores idóneos y expertos, pero no son nombrados con patente de corso, el pueblo, que es la base integral de la democracia, posee sabiduría y capacidad para superar las etapas que nos impone el destino, pero requerimos posar la cabeza sobre la almohada y dormir tranquilos, con la confianza depositada en buenas manos.
Requerimos que en el diálogo y convergencia nacional, denominado Pacto del Bicentenario, no se quede en el compendio de propuestas, como una “gran espuma y poco chocolate”, continuamos ante las expectativas y diatribas de pensadores sin norte y definición para un fin común sin precedentes, están generando inestabilidad ante los aportes de la mayoría que participa y representa en ese arcoíris de ideas al pueblo panameño. Es indispensable que el padrino de la inducción, que es el Gobierno nacional, asuma el liderazgo constitucional para patentizar ante todo sostenibilidad de los beneficios y programas de la Caja de Seguro Social (CSS) los de mayor relevancia, Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), Junta Directiva y Administración, encauzados en los principios de administración y finanzas con calidad total. Es indispensable conformar un equipo de asesoría para lo más estricto y necesario, con idoneidad y capacidad comprobada para lograr el blindaje ante la violabilidad institucionalizada que debe ser incinerada y desaparecida para siempre.
¿Por qué propongo la oportuna orientación del Gobierno nacional?, porque la mal expresada y pobre de sustento moción donde expresan que el Gobierno no debe meterse la mano al bolsillo para soportar la Caja del Seguro Social, enmarcada dentro de los fines para los cuales fue creada, es la razón por la cual insisto en que el Estado panameño constitucionalmente está comprometido en procurar, sin distinción alguna, la SALUD de todos los nacionales, luego, lo relacionado a garantizarla y que deviene en hospitalización, medicamentos y servicios complementarios de salud deben ser, reitero, auspiciados y garantizados por el Estado, todo el cartel científico y ayudantía de servidores de la salud debe correr por responsabilidad solidaria del Gobierno central, como está establecido en la Carta Magna. No habrá duda y estoy seguro de que tendremos una institución fortalecida, con la capacidad de reorganizar y ajustar el desempeño de sus funciones y fines y el Gobierno se responsabiliza ampliamente de lo que le corresponde ante lo concerniente a la salud.
Sigo con la esperanza de que todavía es posible que el pueblo no enfrentará, sino que estará dispuesto a escuchar, en un cabildo abierto, a un hombre probo que sabrá acomodarse en su taburete y brindar soluciones con liderazgo. Esperamos todavía su hora coincidente con la hora nuestra.