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- 24/06/2021 00:00
¿Por qué la dictadura médica informática oficial?
Repasaba una publicación de la Web de un prestigioso médico investigador de EUA, con millones de seguidores, a cuya red estoy suscrito y quien envía diversas publicaciones diarias que ayudan mucho. En este caso, de manera enfática, se refiere, citando a un par de connotados especialistas de su nación, “al efecto sanador del medicamento ivermectina”, tanto en la fase preventiva o profiláctica como en la práctica terapéutica, cuando hay enfermos por el virus Coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad que se denomina COVID-19.
Tomo unos párrafos del análisis y los copio: “Los datos demuestran que la Ivermectina puede prevenir el COVID-19, además cuando se usa a tiempo puede evitar que progresen a la fase hiperinflamatoria de la enfermedad, incluso puede ayudar a los pacientes que están enfermos a recuperarse. Pese a su anterior uso por décadas como antiparasitario, sus propiedades antivirales se investigaron desde el 2012. La Ivermectina impide que se reproduzca el SARS-CoV-2, reduce la carga viral, protege contra el daño a los órganos y previene la trasmisión del actual virus que nos causa tantísimos problemas, cuando se toma antes (mi esposa y yo lo hacemos). Este investigador médico se apoya en otros científicos de gran reconocimiento en EUA, como el doctor Bret Weinstein, el doctor Pierre Kory -neumólogo connotado este y especialista en UCI en el Centro Médico St. Luke's Aurora en Wisconsin y director médico del Frontline COVID-19 Critical Care Alliance (FLCCC)-. Además, se agrega al análisis a favor del medicamento mencionado otro reconocido médico a nivel nacional en esa nación, el Dr. Paul Mark, que aparece como el especialista en cuidados intensivos más reconocido en EUA” (Fin de cita).
Frente al flagelo mundial que también nos azota, las economías maltrechas con una deuda externa subiendo sin límites, el desempleo rampante, la economía en el piso, y tantas víctimas, ¿cómo es posible que legos como el suscrito se enteren fácilmente de estas informaciones sustentadas por grandes expertos, y en nuestro país “las autoridades científicas oficiales” las ignoren o las desechen? Obviamente, eso nos hace pensar que: la única prioridad es la compra y empleo de las diversas vacunas, por simple “negociados de las trasnacionales químicas que nos someten con la venia de la OMS y la FDA”. Punto.
Si nos quedamos en el terreno nacional, hay algunos médicos responsables y “osados” a nivel científico/ético que han tratado de aportar con estudios serios para evitar la alta propagación de este virus actual. Conozco a uno -y omito su nombre, pero es un investigador que volvió a su patria luego de actuar profesionalmente por unas décadas en centros de primer orden en EUA. Dicho médico, luego de haber utilizado con gran éxito terapéutico “la terapia de ozono u ozonoterapia” -que usan desde décadas en otros países más avanzados, me dijo “que presentó recién comenzaba esta ola de contagios y muertes una ponencia científica de dicha terapia para frenar la pandemia en nuestro país o al menos reducirla, llevando como coautor de la misma a un prestigioso médico del Centro John Hopkins, tan relevante mundialmente, ante un Comité de Bioética e Investigación del Minsa y su ponencia buscaba mostrar en síntesis que “la Ozonoterapia podía prevenir la progresión del SARS-CoV-2”, con toda la sustentación científica que probaba la evidencia. ¿Y qué hizo dicho “comité”? Sin análisis razonables, les respondió “que algunos estudios mostraban que dicha ozonoterapia podía causar muertes”, pero que seguirían analizando. No dieron datos que confirmaran tales supuestas muertes. El galeno nacional, junto a su par estadounidense, optaron por retirar su ponencia y documentación, al darse cuenta de que jamás serían objeto de real análisis científico. El médico nacional también -ante mi pregunta puntual- “¿es la prueba del PCR una real verificación de que los que en ella aparecen “como infectados tienen el virus de la COVID-19?, me respondió, como ya he leído hasta de la autoría del recién fallecido inventor de dicha prueba: “La prueba de PCR no es una prueba diagnóstica confiable”; hay un alto número de falsos positivos y falsos negativos; dicha prueba es solo un simple referente de que se tiene alguna materia viral, que bien puede ser de una simple gripe o de secuelas incluso no peligrosas de otros coronavirus -de tantos- que no significa en absoluto que sea del SARS-CoV-2”. Eso nos indica, por tanto, que cuando los informes oficiales nos dicen “hay tantos XXX contagiados, no significa con valor científico que se trate del virus actual”.
¿Por qué nuestra “ciencia” se ha arrodillado y perdido su valor frente a los intereses comerciales de las megaempresas mundiales de vacunas?