• 14/09/2021 00:00

Necesitamos inversiones para generar empleos

“Crear empleo formal será un reto. Dos de cada tres empleos generados en los últimos 15 años vinieron de siete (7) sectores con crecientes niveles de informalidad”

Para enfrentar la pandemia de la COVID-19, Panamá adoptó la política más severa de restricción de movilidad en Latinoamérica y pagó el costo socioeconómico más alto. En una economía donde 70 % de los empleos son presenciales, este costo incluyó la cuarta peor contracción económica en el mundo y la pérdida de unos 289 mil empleos (2020), 15 % de su fuerza laboral, a pesar de un importante aumento en la planilla estatal.

Su sector privado perdió 37 % de sus empleos formales, los ingresos de la CSS se redujeron en 40 % y el consumo cayó en $600 millones mensuales, contracción focalizada en estratos socioeconómicos humildes, toda vez que cuatro (4) de cada cinco (5) trabajadores que perdieron sus fuentes de ingreso tenían salarios inferiores a los $750 mensuales.

La reducción de 289 mil empleos en una economía que genera 45 mil empleos anuales (2014-2019) implica que llevará más de seis (6) años recuperar las plazas perdidas en el 2020. A septiembre 2021, aún existen unos 100 mil trabajadores con contratos no reactivados, 35 % de los 284 mil originalmente suspendidos. De hecho, 49 % de los empleos formales privados que había antes de la pandemia ya no existen o están suspendidos.

México, con una población de 126 millones y 55.5 millones de empleos, perdió 647 710 empleos formales registrados ante el Seguro Social. Panamá, con 4.4 millones de habitantes y 1.6 millones de empleos, perdió aproximadamente 327 mil.

Cada $1 de salario privado aporta $0.26 a las finanzas del Estado (15 % Impuesto sobre la Renta, 9.75 % CSS y 1.25 % Seguro Educativo). El salario del funcionario también, pero al ser el Estado el empleador, equivale a “sacarse de un bolsillo para metérselo en el otro”. El Informal aporta poco a las finanzas gubernamentales, de hecho, sólo el 17 % de ellos cotiza a la CSS.

Hoy, hay más de 777 mil trabajadores informales. La pandemia agregó 40 puntos a la informalidad en la expansión del empleo, no “creando empleo informal”, sino destruyendo empleo formal. 70 % de la fuerza laboral del país en la actualidad está compuesta por informales y funcionarios.

El impacto laboral de la pandemia fue particularmente severo con los jóvenes. 28 % de los trabajadores que perdieron sus fuentes de empleo en el 2020 tenían menos de 30 años, llevando la tasa de desempleo juvenil (15 a 29 años) de 15 % (2019) a 42 % (estimado 2021). Adicionalmente, la deserción escolar en educación premedia y media, que en el 2019 era del 63 %, con 14 mil adolescentes abandonando el sistema anualmente, se agravó y se calcula que el número de desertores puede estar alrededor de los 60 mil estudiantes.

Tomando en consideración la contracción de plazas laborales, el aumento de la deserción y el aumento de la Población Económicamente Activa, el número de jóvenes de 15 a 29 años que ni trabajan ni estudian (Ninis) se incrementó, de 259 748 en agosto 2019 (65 % mujeres y 77 % de ellos menores de 24 años) a más de 400 mil en agosto 2021, un aumento superior al 150 % en dos años.

Panamá genera principalmente empleo informal. Antes de la pandemia (2009-2019), 52 % de todos los empleos generados en el país fueron informales. La COVID-19 agravó la tendencia. Entre el 2010 y 2020, 92 % de los nuevos empleos fueron informales y el 8 % restante fue producto de aumentos en la planilla estatal. Los aumentos en la planilla estatal han enmascarado la pérdida de capacidad de la economía para generar empleos formales.

Crear empleo formal será un reto. Dos de cada tres empleos generados en los últimos 15 años vinieron de siete (7) sectores con crecientes niveles de informalidad. Estos incluyen al comercio (47.2 %), construcción (58.9 %), industria (60.4 %), logística (59.5 %), turismo (52.1 %), servicios administrativos (52.4 %) y agricultura (74.5 %).

El Gobierno nacional adelanta esfuerzos para atraer Inversión Extranjera Directa (IED), diversificar la estructura económica y generar empleos formales, explorando nuevas actividades económicas, incluyendo la minería, la actividad económica que menos empleo informal genera (7.2 %, INEC, 2019).

En este contexto, es importante mitigar el impacto negativo que sobre la comunidad inversionista proyectó el informe del semanario inglés The Economist, en marzo 2021, donde señaló que la pérdida de confianza y la inefectividad del Gobierno panameño en un entorno de presión populista representan un grave riesgo para las inversiones y el clima de negocios en Panamá.

Sin inversión privada no habrá generación de empleo formal. Si no generamos empleo formal será difícil salvar la Caja del Seguro Social, y será imposible reducir la desigualdad en el país sólo generando empleo informal.

Asesor empresarial.
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