• 07/02/2022 00:00

Para refrescar la memoria

“El reportaje del New York Times menciona las posibles violaciones de la intimidad de muchos ciudadanos privados en varios países en donde los Gobiernos han comprado el programa Pegasus, Panamá es uno de ellos”

Los acontecimientos cotidianos tienen un efecto tenaz sobre todos. Esas cosas que ocurren hora por hora, todos los días, todas las semanas. Más, los que han sufrido pérdidas de seres queridos, o desde el punto de vista económico por la pérdida de su modo de vida y sus empleos como consecuencia de la pandemia. Darle seguimiento a algunos temas que deben ser considerados de suma importancia, es sencillamente difícil.

El New York Time publicó hace dos semanas, un extenso reportaje investigativo titulado “The Battle for the World's Most Powerful Cyberweapon”, (algo así como: “La batalla por el arma cibernética más poderosa del mundo”). En el reportaje detalló el pernicioso e intrusivo uso alrededor del mundo del programa llamado “Pegasus”. Según el portal “Scientific American”, el programa “Es un software espía que puede ingresar sigilosamente a un teléfono inteligente y obtener acceso a todo lo que contiene, incluida su cámara y micrófono. Pegasus está diseñado para infiltrarse en dispositivos con sistemas operativos Android, Blackberry, iOS y Symbian y convertirlos en dispositivos de vigilancia. La compañía dice que vende Pegasus solo a Gobiernos y solo con el propósito de rastrear criminales y terroristas”.

En el artículo “Intimidades y escuchas”, que publiqué a mediados de septiembre del 2017, no estaba seguro de que la ciudadanía había interiorizado -clara y emotivamente- el tema de las escuchas telefónicas… Si le había metido cabeza. Y al sol de hoy todavía tengo dudas. Es decir, tómese unos dos minutos para pensar en las cosas más íntimas de su ser; que su verdadero yo ha realizado y que no quisiera que sus familiares, amigos o colegas se enteraran. Las cosas de sus hijos, sus asuntos de matrimonio, económico-familiares… de negocios, etc. Cuando termine ese ejercicio, entonces póngase en el lugar de las cerca de 150 personas cuya intimidad fue violada mediante la intercepción de sus celulares o equipos electrónicos aquí en Panamá, precisamente con ese el programa Pegasus.

Decía yo alguna vez que “… independientemente del ser social, político y cultural que se es, ante todo, somos biológicos (buenos y en algún sentido impuros en nuestra intimidad) y que como el resto de los seres animales que habitamos esta tierra, no podemos abandonar totalmente al Ser que él o ella, que Tú y Yo sabemos que somos. A la verdadera persona…”. Esas intimidades han sido intervenidas por extraños. La vida de los afectados siempre estará en peligro de muchas maneras de ahora en adelante. Su reputación, sus carreras profesionales, sus relaciones familiares. Su vida como otros la conocen. Así de peligroso y sensible es el tema. En ese año, 2017, solo seis (6) de esas más de 150 personas dieron la cara para hacer la denuncia. Los otros no se atrevieron. Las razones son comprensibles.

Frente a los peligros que amenazan a las sociedades en estos tiempos, puedo, en principio, estar de acuerdo con que los Estados (no los Gobiernos) utilicen estos sistemas para protegerse contra el crimen organizado que atenta cada día contra la integridad de la sociedad. Creo que a nivel mundial estamos viviendo tiempos muy peligrosos y debe haber mecanismos de inteligencia y de cooperación entre las naciones para salvaguardar y proteger una sociedad de paz.

Por ejemplo, hace unos años el director de la Fuerza de Tarea Interagencial Conjunta Sur, el almirante Charles Michel, señaló ante un panel del Comité de Seguridad Nacional de los Estados Unidos que: “El corredor México–Centroamérica, incluidas aguas del océano Pacífico Oriental y del Caribe, es el “vector principal de amenaza” de tráfico de drogas a Estados Unidos”. El “World Factbook” de la Agencia Central de Inteligencia señala que Panamá es un “punto importante de trasiego de cocaína (…), actividades de lavado de dinero …), y que “la corrupción oficial sigue siendo un problema mayor”. Para combatir estas amenazas se requiere de las mejores herramientas de inteligencia que existen en el mundo. No para perseguir a los opositores ni humillar a los adversarios.

El reportaje del New York Times menciona las posibles violaciones de la intimidad de muchos ciudadanos privados en varios países en donde los Gobiernos han comprado el programa Pegasus, Panamá es uno de ellos. La vida de muchas de estas personas ha sido afectada para siempre, aun estando lejos, muy lejos de actividades ilegales que puedan afectar la seguridad de sus países.

Comunicador social.
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