• 18/02/2022 00:00

Abismales ganancias ante descontrol de medicamentos

“La gestión apropiada del suministro de medicamentos es un componente primordial de los servicios de provisión de la salud integral”

La gestión pública en el Estado neoliberal panameño abandonó cualquier intento de planificación del desarrollo nacional, para abrirle paso a la “mano invisible” de los grupos de poder económico que orientan la inversión pública a sus fines y objetivos de generación de riqueza para la ganancia, en detrimento del sistema de salud.

Un modelo que ha producido concentración de la riqueza, que impide que la mayoría de la gente tenga ingresos suficientes para satisfacer las necesidades más elementales para la vida. Un modelo que privatizó los servicios de salud, no priorizó la salud preventiva ni comunitaria, destruyó la salud pública, porque tanto la salud como el agua y la educación son vistas como mercancías. En salud, la privatización, en sus diversas formas, ha dado paso a beneficiar la filosofía “en la enfermedad está el negocio”, favoreciendo lo empresarial.

En torno a los medicamentos, que es un problema de vieja data, que hoy medios de comunicación ponen en la palestra, sabe con qué intereses ocultos, pues muchos de ellos tienen intereses en el negocio de las medicinas, están empresarios que importan, distribuyen y venden medicamentos en Panamá.

Con una estructura oligopólica del mercado, con el suficiente poder económico y político (financiadores de campañas políticas), imponen precios altos en los medicamentos. Se trata de aproximadamente 20 compañías distribuidoras. La hegemonía importadora la tienen 5 empresas, que, en conjunto, son responsables del 75 % de los medicamentos que entran al país, que suplen tanto al mercado privado como al Gobierno (CSS y Minsa). El otro núcleo, las farmacias, más de 700 en el país. Estas están distribuidas por cadenas de farmacias, por farmacia de supermercados y, por último, en su gran mayoría las pequeñas farmacias de barrio. Arrocha concentra casi el 40 % de las respuestas, el Grupo Rey (Metro + los supermercados Rey y Romero) acaparan el 21 %. Otras cadenas más chicas (por cantidad de sucursales o por oferta casi exclusivamente dirigida a medicamentos), como Revilla, El Javillo o Elysin de Santiago, se sitúan con una preferencia cercana al 5 % cada una de ellas. Entre los grandes del mercado farmacéutico se encuentra Farmacias Arrocha, el cual es uno de los principales importadores y distribuidores del país, le sigue Farmacias El Javillo, Farmacias Metro y Farma Value Panamá, entre otras (Ver “El rompecabezas de la CSS”. Frenadeso 2021).

Ello va dando idea no solo de los altos precios, sino también del “no hay” en la CSS. El 57 % de las causas de desabastecimiento de medicamentos, en la CSS, son ajenas a la institución: incumplimiento de entrega, falla farmacéutica, renovación de registro sanitario, resolución administrativa, y renuncia al renglón (Informe de gestión de las Direcciones Nacionales de Compra y Logística, 2019). La mayor causal de desabastecimiento de los medicamentos esta relacionada a los proveedores: no participan de los actos y quedan desiertos; no cumplen con los requisitos que pide Farmacias y Drogas del Minsa; los proveedores aplican y después piden prórrogas, lo que “obliga” a la institución a utilizar el proceso de “compras de urgencia” a precios más caros. Este es parte del círculo del negociado y la corrupción.

Un problema serio es la ineficiencia en los inventarios de medicamentos en la CSS (registro, actualización y seguimiento oportuno), que no les ha interesado a las autoridades resolver, pues un inventario actualizado y controlado resta al negocio de las mafias empresariales. Aunado a las constantes impugnaciones en las compras de los medicamentos. Con este proceder garantizan ganancias extraordinarias a los empresarios y altos precios de los medicamentos a la población.

La falta de acceso a los medicamentos en el sistema público de salud obliga a los panameños a gastar casi un 10 % de sus ingresos, a nivel nacional 400 millones de balboas anuales, en medicinas más caras en farmacias privadas. ¿Dónde está el Gobierno, por qué no garantiza el derecho a la salud del pueblo humilde y trabajador?

El nombramiento de una comisión presidida por el vicepresidente no abriga expectativa de la población. Se trata de otro gatopardismo, “cambiar algo, para que nada cambie”.

Desde Frenadeso se ha planteado que, en materia de los requerimientos de salud, se necesitan buenos sistemas de información, políticas, normas regulatorias y cadena logística adecuada que garanticen todos los procesos involucrados con el tema de abastecimientos de medicamentos que disminuyan la carga de morbilidad y mortalidad evitable, manteniendo buena disponibilidad de medicamentos adecuados, desde su selección hasta su racional utilización. La gestión apropiada del suministro de medicamentos es un componente primordial de los servicios de provisión de la salud integral.

Conusi-Frenadeso.
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