• 22/02/2022 00:00

Confianza para invertir y generar empleos

“La crisis que enfrenta el país no es de empleo, sino de confianza. Es un fenómeno coyuntural, pero hay que actuar”

Panamá vive una paradoja, crecimiento económico y crisis laboral, a la vez. En el 2021 el producto interno bruto (PIB) creció por encima del 15 % con respecto al 2020, debido a los mayores ingresos del Canal y las exportaciones de cobre.

Luego de la catástrofe del 2020, en la cual el sector privado perdió 364 mil empleos formales (42 % del total) y a otros 284 mil trabajadores (32 %) se les suspendieron sus contratos, solo se ha recuperado parte del terreno perdido. En febrero 2022, 417 121 panameños (as) recibieron el Vale Digital porque no encuentran trabajo.

Las perspectivas de generar oportunidades laborales para transferir a esta población del Asistencialismo a la Inclusión Productiva antes de junio 2022, cuando vence la vigencia del Programa, son escasas. Máxime sin una estrategia y en una economía que, según registros de Mitradel, hoy genera 40 % menos empleos formales que en el 2019 (77 % de ellos temporales), síntoma claro de la incertidumbre que existe en el clima de inversiones en el país. Sin inversión privada no habrá generación de empleos formales. No es “pesimismo”, sino “matemática simple”.

El reciente Informe de la Calificadora de Riesgo Fitch Ratings, que mejoró la perspectiva de la deuda panameña, de Negativa a Estable, indicó que la fuente, tanto del crecimiento económico superior a las expectativas en el 2021 como de la mejora de la gestión fiscal, es el sector externo. Pero advierte de la debilidad del sector interno de la economía, señalando a dos sectores, construcción y comercio al detal, como particularmente rezagados. Estas dos actividades económicas aportan 27 % de los empleos del país.

El sector interno incluye inversión y consumo, y su reactivación requerirá generar confianza. En ese contexto y en referencia a uno de los sectores aludidos por Fitch, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), la participación del sector de la construcción en el producto interno bruto (PIB), disminuyó 14.5 % en el 2019 a 8.8 % en el 2021.

Para la Cámara Panameña de la Construcción (Capac), “una fuerte caída en la participación del sector de la construcción en el producto interno bruto se refleja en la contracción de las inversiones y un efecto directo en el aumento del desempleo en el sector”.

Las inversiones en construcción declaradas para obtener aprobación de planos en el distrito de Panamá y los principales distritos del país fueron de $772.6 millones en el 2021, versus $1130 millones en el 2019. A esto se agregan los $300 millones en pagos atrasados que el Gobierno adeuda a empresas de la construcción, lo cual añade a la incertidumbre en las inversiones en el sector interno de la economía.

La economía no está generando nuevos empleos y la expansión laboral ha estado en el sector público. En dos años (2019-2021) la planilla estatal aumentó en 71 370 funcionarios (+24 %) y la empresa privada perdió a 238 mil trabajadores (-27 %), incluyendo aquellos desvinculados una vez reactivados sus contratos, según registros de Mitradel.

La incertidumbre en el clima de inversiones está ocasionando incertidumbre laboral, agravada por la variante ómicron. 61 % de los encuestados para la elaboración del Índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCO) de enero 2022 considera poco probable obtener un empleo en los próximos 6 meses (el más alto porcentaje desde marzo 2020), el 28 % considera que no tendrá empleo, el 10 % no sabe o no está seguro y solo el 1 % considera que tendrá empleo. En marzo 2020 era 11 %.

Reactivar el sector interno de la economía requerirá enfrentar el “virus” de la incertidumbre en ambos frentes, inversiones y consumo. Esto implica generar confianza, lo cual será un proceso, pero requiere acciones. Las demoras, que son en sí la decisión de “no hacer nada”, tienen un efecto nefasto.

En cuanto al clima de inversiones, el mero anuncio del acuerdo de las condiciones para nuevo Contrato entre el Gobierno y Minera Panamá fue directamente responsable por la mejora de la perspectiva de deuda panameña, de Negativa a Estable, manteniendo su Grado de Inversión. Pero este Contrato aún debe ser concretado y ratificado.

Por el lado del consumo, ya el país no se encuentra en una emergencia sanitaria, sino en una socioeconómica. Se hace imperativo levantar TODAS las restricciones relacionadas a la COVID-19 (“gripalizar” la pandemia), como lo han estado haciendo otros países, y hacer de la generación de empleo la primera prioridad.

La crisis que enfrenta el país no es de empleo, sino de confianza. Es un fenómeno coyuntural, pero hay que actuar. Manos a la obra.

Asesor empresarial.
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