• 08/05/2022 00:00

Mejorar la ventilación interior para controlar la epidemia

Hoy en día, luego de 511 millones de casos y 6.3 millones de defunciones provocadas por la enfermedad, ya sabemos que, este virus se transmite por el aire, por lo que una persona podría potencialmente infectarse cuando inhala los aerosoles producidos cuando una persona infectada exhala, habla, grita, canta, estornuda o tose.

Hace exactamente un año la OMS publicó una hoja de ruta para mejorar y garantizar una buena ventilación interior en el contexto de covid-19. En aquel entonces, a pesar de la evidencia disponible, muchos creían que la transmisión aérea del Sars-Cov-2, causante de la covid-19 no era posible o no era importante, razón por la cual no se le prestó la necesaria atención a la necesidad de comprender y controlar la ventilación de los edificios con el propósito de mejorar la calidad del aire que respiramos y reducir el riesgo de problemas de salud en el interior, lo que incluye evitar que el virus que causa la covid-19 se propague en el interior.

Hoy en día, luego de 511 millones de casos y 6.3 millones de defunciones provocadas por la enfermedad, ya sabemos que este virus se transmite por el aire, por lo que una persona podría potencialmente infectarse cuando inhala los aerosoles producidos cuando una persona infectada exhala, habla, grita, canta, estornuda o tose. La reducción de la transmisión de virus por el aire requiere medidas para evitar la inhalación de aerosoles infecciosos, incluida la ventilación, la filtración de aire, la reducción del hacinamiento y el tiempo que se pasa en el interior, el uso de máscaras en el interior, la atención a la calidad y el ajuste de las máscaras y una protección de mayor grado para el personal sanitario y trabajadores de primera línea.

Como si fuera poco, este virus, que ya sabemos se propaga por el aire, ha ido mutando, convirtiese en variantes altamente contagiosas, destacándose entre éstas, los últimos tres sublinajes de ómicron reportados: BA.4, BA.5 y BA.2.12.1, responsables por el aumento de casos en varios países que estaban controlando la epidemia. Aunque es prematuro sacar conclusiones sobre la gravedad de la enfermedad de estos sublinajes en esta etapa, la amenaza de una nueva variante peligrosa sigue siendo muy real, y, aunque no aumenta el número de muertes, aún no conocemos las consecuencias a largo plazo para la salud de aquellos que sobreviven.

Así las cosas, para nosotros en este momento que estamos iniciando una quinta ola de covid-19, lo más importante será, por un lado y principalmente, redoblar el esfuerzo de nuestra campaña de vacunación para que toda la población esté protegida contra la enfermedad grave y la hospitalización; y promover mediante la ventilación y filtrado de aire en los espacios cerrados. Esta promoción no debe ser solo mediante mensajes. Urge un decreto que obligue el compromiso de las instituciones públicas y privadas, empresas y negocios que administran estos espacios cerrados y, lógicamente de la población. Solo así lograremos controlar la epidemia a la vez que protegemos nuestra economía.

Dicho todo lo anterior, le dedico el resto de esta glosa al significado de una buena ventilación interior. De acuerdo con la publicación a la que me referí al inicio, la buena ventilación implica la introducción intencional de aire limpio en un espacio mientras se elimina el aire viciado. La ventilación mueve el aire exterior a un edificio o una habitación y lo distribuye dentro del edificio o la habitación. El propósito general de la ventilación en los edificios es garantizar que el aire del edificio sea saludable para respirar.

Esto que, a simple vista puede parecer complicado, no lo es. Hay tres métodos que se pueden utilizar para ventilar un edificio: ventilación natural, mecánica e híbrida (modo mixto). La hoja de ruta definida por la OMS solo considera la ventilación mecánica y natural, ya que todas las preguntas y estrategias clave descritas también pueden adoptarse para la ventilación híbrida. En todo caso, vale comenzar abriendo las ventanas, o creando ventanas donde no las hay; hacer las reuniones en espacios abiertos como terrazas o patios; limitar el número de personas en una habitación, evitando las aglomeraciones. Lo que no podemos seguir haciendo es ignorar que el virus se transmite por el aire y reuniéndonos en espacios cerrados.

Pero no olvidemos la importancia de mantener el cumplimiento con las medidas de salud pública para el control del covid-19. La ventilación interior es parte de un paquete integral de medidas de prevención y control que pueden limitar la propagación de ciertas enfermedades virales respiratorias, incluido covid-19. Sin embargo, la ventilación por sí sola, incluso cuando se implementa correctamente, es insuficiente para proporcionar un nivel adecuado de protección. El uso correcto de máscaras, higiene de manos, distanciamiento físico, etiqueta respiratoria, pruebas, rastreo de contactos, y, sobre todo, la vacunación, son fundamentales para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2.

En este contexto, cobra especial relevancia garantizar el acceso oportuno a las  vacunas para todos en todos los lugares. Para nosotros, sin contar a los menores de 15 años, eso significa garantizar la protección completa _ con sus tres refuerzos _ a más de dos millones de ciudadanos. Y tiene que ser rápido por la elevada circulación del SARS CoV-2 en la comunidad, a lo que se le suma ahora la aparición de mutaciones que han demostrado ser más virulentas que la versión original.

Médico y ex representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
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