• 21/09/2022 00:00

Frías las relaciones en tiempos de guerra

Hoy Panamá está bajo la amenaza de dos fuerzas internacionales: el aumento de influencia de China y la expansión de las economías ilícitas

A lo largo de mi vida militar como profesional: en la Guardia Nacional, luego en las FFDD, en varias ocasiones me ha tocado enfrentarme militarmente a los EEUU. En la primera vez bajo el mando directo del general Omar Torrijos. Participé en el planeamiento, entrenamiento de la fuerza atacante a la antigua Zona del Canal y también me infiltré en las posiciones para ejecutar las operaciones militares. Y en el esfuerzo militar, el apoyo directo al FSLN de Nicaragua para derrocar a “Tacho” Somoza. (La ficha de EE.UU. en Centroamérica).

Luego, bajo las órdenes del general Manuel A. Noriega, solicite, transporte, todas las armas que Cuba entregó a Panamá para la defensa nacional, en la crisis interna del 87-88-89; y también enfrente desde mi posición de segundo jefe de inteligencia de las FFDD / G-2 (1988-1989) a los EE.UU. en las acciones que desarrollaron a todo lo largo de esos 3 años de conflicto interno.

¡Y no es por esta razón que “no” me he vuelto anti yaqui!

¡Y no comulgo con las ideas de izquierda!

Hoy Panamá está sometida a presiones internacionales, no por causas de la defensa de la soberanía, ni por agresiones externas, sino por intereses particulares de algunos políticos, Élites que, por conveniencia personal, codicia, abrieron las relaciones con China, usan el centro financiero para blanquear capitales, la penetración del narco político y la reconfiguración del estado nacional, los abanderamientos de buque chinos que pescan, arrasando los mares entre otras graves situaciones. Cuando poderosas fuerzas internacionales (Pandora-Papers) desclasifican miles de documentos de bufetes de abogados, como parte de las estructuras criminales del mundo.

Y los EE.UU. con la UE aplican y presionan al país.

Hay una gran diferencia entre las presiones y agresiones de los EEUU que hoy padece nuestro pueblo por acciones irresponsables de la minoría, elites del poder. Las que padecimos en el pasado de la época militar.

Este modelo de país nació en 1990 con la democracia que impusieron las tropas invasoras de los EE.UU., imponiendo una oligarquía política y económica, que hoy a 32 años mantiene a Panamá en un constante conflicto y presiones internacionales, como si estuviéramos en los peores años de las negociaciones de los Tratados Torrijos-Carter, o los enfrentamientos de la era de Noriega con los EE.UU. y la Cruzada Civilista.

Cuando son frías las relaciones diplomáticas y comerciales con nuestro principal socio comercial y de seguridad. Ni en los momentos difíciles de las negociaciones de los Tratados del Canal, cuando estábamos empeñados en las guerras secretas contra la dictadura de Somoza, las guerras de liberación nacional en todo centro América, ni cuando la guerra de baja intensidad en Panamá de 1987 al 89. La CIA, ni otros servicios de inteligencia de la UE nunca cortaron los nexos con las FFDD.

Hoy hay otra realidad que no quieren aceptar como el escenario real.

Hoy Panamá está bajo la amenaza de dos fuerzas internacionales:

1.- El aumento de influencia de China: China intenta posicionarse como el principal socio comercial en Panamá. También ha aumentado significativamente su inversión en distintos sectores, incluyendo áreas estratégicas como: puertos, recursos naturales, infraestructura y telecomunicaciones. Causa grave daño a nuestro ecosistema. Cada año alrededor de 400 barcos chinos pescan dejando pérdidas millonarias. La mayor presencia china se da en un contexto de una mayor confrontación estratégica con Estados Unidos, rivalidad que sólo parece profundizar. Estados Unidos no está dispuesto a ceder sus espacios de influencia en la región en materias sensibles y el control sobre el Canal de Panamá. La flota pesquera china pescando con bandera de Panamá. La rivalidad con Estados Unidos provoca tensiones diplomáticas que nos afectan.

La Ley de Inteligencia de China, aprobada en 2017, exige que sus ciudadanos, donde vivan, ayuden a las agencias de inteligencia.

2.- La expansión de las economías ilícitas. En Panamá hay un proceso de reconfiguración del estado nacional frente la extrema debilidad estatal, corrupción sistémica. Y la resistencia de la Asamblea en aprobar la Ley de Extinción de Dominio. La producción y tráfico de drogas, el tráfico de personas, entre otras, son algunas de las economías que mutan a una estructura de crimen organizado.

Panamá enfrentará un futuro complejo. Los niveles de incertidumbre, volatilidad, riesgo político y polarización se mantendrán altos. Por otra parte, el populismo, el sentimiento anti-élite y el radicalismo seguirán presentes y la combinación de todo ello hará la gobernanza compleja.

Nuestra democracia está estancada en un nivel de desempeño medio con tendencia al deterioro, por lo tanto, se necesitan reformas institucionales urgentes para los nuevos tiempos que incorporen criterios de inclusión, eficiencia, transparencia y gobernabilidad.

Estamos frente a un escenario bien delicado, tenemos enfriadas nuestras relaciones con los EE.UU. y se observa un aumento significativo, un incremento de la influencia de China en Panamá, por otro lado, se percibe un crecimiento de las actividades del crimen organizado internacional.

Con la debilidad de la gobernabilidad del estado panameño, por una debilidad estructural de sus instituciones.

No es un buen panorama.

Analista de Seguridad y Defensa
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