• 22/09/2022 00:00

Expansionismo de China; control comercial y tecnológico

En la administración del presidente Juan Carlos Varela (2014-2019) Panamá rompió relaciones diplomáticas con Taiwán, (junio de 2017), y de inmediato las estableció con China Popular, pese a advertencias internacionales y consideraciones de grupos organizados que expusieron públicamente bajo qué criterios el tigre asiático ha penetrado a América Latina y el mundo.

En la administración del presidente Juan Carlos Varela (2014-2019) Panamá rompió relaciones diplomáticas con Taiwán, (junio de 2017), y de inmediato las estableció con China Popular, pese a advertencias internacionales y consideraciones de grupos organizados que expusieron públicamente bajo qué criterios el tigre asiático ha penetrado a América Latina y el mundo.

“Todo ha sido demasiado rápido y secreto. En Panamá hemos tenido demasiada experiencia con este tipo de acuerdos turbios”, dijo Guillermo Cochez, exembajador panameño ante la Organización de Estados Americanos. (Univisión Noticias).

Antes de entrar en las pretensiones del “gigante asiático” sobre el istmo y su manipulación de la franja canalera, hago una breve sinopsis de su relación con algunos países de la región y con gobiernos dictatoriales donde la violación a los derechos humanos y perpetuidad en el poder, guardan similitud con los del partido Comunista.

En Costa Rica, a 11 años de la firma del Tratado de Libre Comercio con China, los medios destacan las promesas incumplidas en lo que, a bienes, servicios y la atracción de inversiones al país, se refiere, en cuanto a las exportaciones, estas presentan altibajos y una lenta diversificación, las inversiones ofrecen tres proyectos fallidos o atrasados y el turismo no despega.

En este mundo globalizado nadie da nada sin esperar algo, a cambio, Argentina es el país en desarrollo que más le debe al Fondo Monetario Internacional y a China, y es que según el informe del Eurasia Group, el país suramericano ha asumido casi USD 10.000 millones de compromisos, cifra que no incluye los cerca de USD 20.000 millones del “canje de monedas” del Banco Central con China, que a su vez explican cerca de la mitad de las reservas internacionales brutas del país; la deuda con China es por la financiación de proyectos de infraestructura.

El diario digital argentino Incoaba publica, según una investigación de la BBC, China es el principal país acreedor mundial; sus créditos a países de ingresos medios y bajos se triplicaron en la última década, a cerca de USD 170.000 millones, aunque la suma total podría ser mucho más grande, pues se conceden a través de empresas estatales y a menudo no se informan, debido a cláusulas de non-disclosure impuestas a los deudores.

AidData, en una investigación de la cual ya informó Infobae, estimó que aproximadamente la mitad del crédito chino a países en desarrollo no estaría registrado en las estadísticas oficiales de deuda, y Richard Moore, jefe del MI6, el servicio de inteligencia británico, dijo a la BBC que China usa “trampas de deuda” para influir económica y políticamente sobre sus deudores.

En Venezuela, la Fundación Andrés Bello, por medio de su presidente Pasifal D'Sola, afirma que la presencia de China Popular exacerbó problemas como violaciones a los derechos humanos y la corrupción, no solo ahí sino en la región.

Mientras que en Nicaragua, país gobernado por el régimen de Daniel Ortega, China restableció sus relaciones en diciembre de 2021, tras el rompimiento de 31 años de lazos diplomáticos del país centroamericano con Taiwán, posición que surge luego de que la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, y el grueso de la comunidad internacional, no reconocieran la legitimidad de las elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido por tercera vez consecutiva.

En el plano nacional las quejas no cesan en contra del “gigante asiático”, sólo hace unos días un medio local afirmaba que “Ni siquiera la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) ha logrado que la compañía china Panama Ports Company (PPC) cumpla con la legislación panameña, al poner en peligro las operaciones de la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC), empresa que se queja de que esta compañía portuaria le ha venido imponiendo que contrate los servicios de empresas de su elección para recibir mantenimiento e inspección en sus contenedores refrigerados, como por ejemplo a la empresa de capital chino SERBIESTIVA. Esto se da solo a pocos meses de haber recibido el visto bueno de la junta directiva de la AMP para renovar el contrato de concesión por otros 25 años.

El papel protagónico del presidente Laurentino Cortizo en quitar el pie del acelerador donde lo tenía China para forzar la firma de los Tratados de Libre Comercio es aplaudible y digno de destacar, esto queda en evidencia al enfriar dos proyectos de gran magnitud, nos referimos a la construcción de cuarto puente sobre el Canal de Panamá y otras mega obras en las que el gigante querría participar…

Ahora bien, una de arena y otra de cal; qué fue a buscar la canciller Erika Mouynes a Asía, que dicho sea de paso recibió el apoyo de China por el orden de $350,000.00 en concepto del pago un vuelo chárter para cumplir su agenda; y lo que le dio el gobierno comunista del Presidente Xi Jinping al país fue donaciones que bien las pudo recibir el Embajador panameño, y lo que se anunció con “bombos y platillos” de la posible adhesión de China al Protocolo de Neutralidad del Canal de Panamá, quedó como todo: en una “mesa técnica”, ya que estos dijeron que miran con recelo su adhesión por la presencia de Taiwán, considerada isla rebelde.

Hay políticos panameños que siguen soñando y promoviendo el proyecto del ferrocarril de Panama a Chiriquí, tienen la garganta tan grande que no entienden el juego de los ofrecimientos de préstamos de China para obras y como después esta queda dueña de la concesión si el país receptor no le hace frente al préstamo. Para muestra lo que ha sucedido con el aeropuerto de Entebbe en Uganda.

Ahora bien, ante las pretensiones de una nación poderosa con más de 1,400 millones de habitantes sobre una que llega a 5 millones, no me extrañó apreciar que en su afiche de promoción por los cinco años de relación diplomática con Panamá, dejaran en evidencia que tienen sus ojos puestos en el Canal de Panamá, pero les adelanto, que aún en nuestra pequeña nación creemos en la democracia, no en gobiernos sumisos a las grandes potencias que buscan expansionismo territorial y control económico.

Militar y abogado
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