El índice de Confianza del Consumidor Panameño (ICCP) se situó en 70 puntos en junio pasado, con una caída de 22 unidades respecto a enero de este año,...
- 13/12/2022 00:00
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La muerte de la compañía francesa con que pretendió el ingeniero F. Lesseps terminar el canal a nivel por Panamá antes de tiempo, se pudo evitar, pero existía un mal oculto entre los subcontratistas, tan grave como el que adolece el actual Gobierno panameño con ciertos funcionarios improvisados, totalmente ineficaces y sin experiencia en contratos internacionales, como el de la mina de cobre.
Se comenta que, además de “robacámaras” y conflictivos, son amigos íntimos de litigar con cualquier pretexto, ignorando el poder de los países accionistas de esa explotación minera que está cerquita de donde he decidido retirarme en mi asombroso camino hacia la resurrección.
Estamos hablando de empresas de EE. UU., Canadá y Alemania. China no, porque los “macacos” solo están comprando el cobre. O sea, podemos salir más trasquilados de lo que estamos ahora mismo, si al Gobierno se le ocurre dar un palmetazo en la mesa y decir como el legendario exvicepresidente panameño gallo ronco “¡Esta vaina se acabó!”, porque esta gente, estos negociadores de esas tres potencias económicas y además de hegemónicas, no son los cretinos españolitos que ampliaron el canal que inventaron la palabra adenda, ni los panameños que están negociando con la minera son tan “bellacos” ni les llegan a las cutarras a personalidades quiérase o no, como Don Quijano y Cía., pues una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
Ahora bien, como yo logré la gloriosa hazaña de obtener sexto grado sin usar zapatos, no puedo pretender calcular en plata blanca a cuánto ascenderían los millones de dólares que tendría que pagar Panamá si pierde una contrademanda con semejantes consorcios mineros.
A ver a vuelo de pata para no incluir solo a los pájaros (aquí en Panamá hay muchas patas que son contadoras). ¿Cuánto vale el Canal?: tanto. ¿Cuánto estiman que valen los 75 mil kilómetros cuadrados de nuestro territorio con carreteras sin hueco?: otro tanto. ¿Cuánto los puertos?: tanto; y ¿cuánto tienen los 570 mil perredés en los bolsillos?: tanto.
Bueno, si Ud. suma toda esa plata no da para hacer frente a la contrademanda que se nos vendría encima y que arruinaría al país por medio siglo.
Por suerte, el camino hacia la resurrección no lo tendré que hacer sin zapatos, pues, después de graduado con honores de sexto grado, mis zapatos fueron los mejores “florshein” usados, comprados a los gringos que habían cumplido sus ejercicios militares en la Zona del Canal por tres moños de “Panamá red secos”.