Brasil activa represalias tras aranceles de Trump por juicio a Bolsonaro

  • 10/07/2025 09:47
La respuesta brasileña contempla medidas proporcionales ante las represalias comerciales de EE. UU., motivadas por la causa judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció la aplicación de la Ley de Reciprocidad Económica luego de que su homólogo estadounidense, Donald Trump, advirtiera sobre un alza del 50% en los aranceles a todas las exportaciones brasileñas. La decisión del mandatario sudamericano fue comunicada tras una reunión de emergencia con los altos cargos de su Gabinete, según reportó el diario El País.

Trump justificó la medida alegando que el proceso judicial en curso contra Jair Bolsonaro, exmandatario brasileño y aliado político del republicano, constituye una “caza de brujas” y un ataque a la libertad de expresión. En una carta difundida por la red Truth Social, Trump señaló: “Este juicio no debería estar en marcha. ¡Es una caza de brujas que debe terminar INMEDIATAMENTE!”

Lula replicó en la red X que “la soberanía, el respeto y la defensa irrestricta de los intereses del pueblo brasileño son los valores que guían nuestra relación con el mundo”, dejando claro que Brasil no tolerará injerencias externas.

Además, defendió la independencia del Poder Judicial frente a presiones políticas: “Brasil es un país soberano con instituciones independientes que no aceptarán ser controladas por nadie”.

La Ley de Reciprocidad, aprobada por el Congreso brasileño en abril y firmada por Lula, permite al Ejecutivo implementar contramedidas frente a acciones, políticas o prácticas unilaterales de un país o bloque económico que impacten negativamente la competitividad, como recoge el texto legal.

La escalada se produce luego de que Washington anunciara nuevos gravámenes sectoriales al acero y al aluminio brasileños, lo que provocó la tramitación urgente de esta legislación. El decreto señala que cualquier respuesta será proporcional al impacto económico causado por las medidas extranjeras.

La tensión aumentó aún más cuando la Cancillería brasileña convocó al encargado de negocios de EE. UU. en Brasil, Gabriel Escobar, para exigir explicaciones sobre la misiva enviada por Trump, confirmada por la Embajada estadounidense como auténtica. Brasil la calificó de ofensiva” y cargada de informaciones no verídicas, según fuentes presidenciales citadas por El País.

La carta de Trump fue particularmente tajante. Además de mencionar el caso Bolsonaro, el presidente estadounidense acusó al Tribunal Supremo de Brasil de censurar a las redes sociales estadounidenses, como X o Rumble, a través de órdenes de censura SECRETAS e ILEGALES. Afirmó que estas plataformas fueron amenazadas con multas millonarias y la expulsión del mercado brasileño.

El impacto de la amenaza comercial no se hizo esperar: la moneda brasileña se depreció un 2% frente al dólar y el índice bursátil de São Paulo cayó un 1,3%. Además, el Departamento de Comercio de EE. UU. ordenó una investigación contra Brasil por presuntas prácticas comerciales desleales.

En paralelo, el expresidente Bolsonaro, acusado de liderar una conspiración golpista tras las elecciones de 2022, reaccionó al tarifazo citando la Biblia. Está imputado por cinco delitos que conllevan hasta 43 años de prisión. La acusación incluye incluso un plan para asesinar al propio Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al magistrado Alexandre de Moraes, quien preside el proceso.

La escalada forma parte de la cruzada global de Trump contra países que considera adversarios. En los últimos días, otros 21 Estados recibieron cartas similares, con aranceles del 20% al 40%. Sin embargo, Brasil fue el único castigado con un 50%, una cifra cinco veces mayor que la impuesta en abril.

Durante la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, Trump aprovechó para advertir sobre sanciones adicionales a cualquier país que se alineara con las políticas antiestadounidenses del bloque. En respuesta, Lula declaró: El mundo cambió. No queremos un emperador, somos países soberanos.

La relación entre ambos presidentes ha sido inexistente. Mientras Lula respaldó a la demócrata Kamala Harris durante las últimas elecciones, Trump mantenía una cercana relación con la familia Bolsonaro. En Estados Unidos., el hijo del exmandatario, Eduardo Bolsonaro, se ha instalado como lobista del bolsonarismo ante el Congreso republicano y la Casa Blanca.

En paralelo, aliados de Trump como Steve Bannon y el senador Marco Rubio han amenazado con sanciones contra el juez Moraes. Incluso la empresa Trump Media y la red Rumble presentaron una demanda en el país norteamericano contra el magistrado por presunta censura.

La coyuntura afecta los intereses estadounidenses más de lo que parece. Brasil es el principal proveedor del jugo de naranja y uno de los mayores exportadores de café hacia Estados Unidos. La respuesta brasileña podría incluir restricciones a estos productos.

Por ahora, Brasil se prepara para responder con firmeza. Lula ha insistido en que actuará conforme al principio de reciprocidad: Si EEUU nos castiga con aranceles, responderemos con la misma medida”. Trump, por su parte, advirtió: “Cualquier cifra que elijan será añadida al 50%”.

Lo Nuevo