• 05/03/2023 00:00

Realidad de los educadores de difícil condición laboral

“El educador en lugares distantes se ve en la necesidad de mantener dos hogares: el lugar donde trabaja y su familia en la ciudad. El viático que recibe no es suficiente para sufragar los gastos de primera necesidad”

La educación panameña necesita de cambios sustanciales para mejorar su calidad. En esta oportunidad, deseo exponer una de las realidades que enfrentan los docentes que laboran en lugares de difícil condición laboral. Las autoridades conocen el tema, pero no ha existido la voluntad de ofrecer las mejores condiciones a los docentes por el bien de la educación del país. Unos días antes de que inicie la semana de organización los docentes son trasladados a sus lugares de trabajo, ya sea a Kunayala, Bocas del Toro, Chiriquí, Veraguas, y otros.

A los sitios más distantes los pequeños aviones no llegan todos los días por las malas condiciones de los aeródromos, los educadores viajan por vía terrestre o marítima, y se ven en la obligación de permanecer varios meses en sus lugares de trabajo sin poder visitar a sus familiares. Esta situación se repite cada año sin que el Ministerio de Educación pueda ofrecer una salida positiva a favor de los educadores. Cada docente se ve en la necesidad de salir de su lugar de trabajo por su propia cuenta, no así para cuando empieza el año escolar que el Meduca traslada a Darién a los docentes para después llevarlos a sus lugares de trabajo.

Mientras en las diferentes esferas debatimos sobre la modernización de la educación, que la misma debe estar a la vanguardia de tiempos modernos, los educadores de lugares apartados todavía están preocupados por su movilización, por el alto costo de la vida (la culpa no es de los dueños de abarroterías o pequeñas tiendas que existen en esos lugares, sino del traslado de los productos de la canasta básica), la falta de medicamentos en pequeños centros de salud y el pago del alquiler de las viviendas, entre otros temas. El Gobierno tampoco dispone inmediatamente de medios aéreos para poder trasladar a los pacientes en situaciones de emergencia. En las comarcas existen lugares muy apartados en donde para poder llegar a las escuelas hay que cruzar ríos, veredas que no están en óptimas condiciones para transitar. Ante esta realidad, deberían existir leyes especiales que regulen la educación para los lugares más remotos del país, porque el esfuerzo de los docentes es doble, se alejan de sus hogares a educar a la niñez que será los profesionales en el futuro y contribuirán en el desarrollo del país.

Empezamos una vez más el año escolar y la situación no ha cambiado. Si en la actualidad, en muchas escuelas de la ciudad no hay agua, las infraestructuras no son las mejores, en las comarcas la situación es peor. Muchos de los docentes se encontrarán inmediatamente con los escenarios de siempre: escuelas en malas condiciones, infraestructuras que no fueron reparadas, salones ranchos, que, a pesar de que las autoridades de pasadas administraciones habían manifestado la importancia de eliminarlos, siguen operando como un medio para impartir conocimiento, sabiendo que no es la mejor opción para una verdadera preparación académica de los discentes.

El educador en lugares distantes se ve en la necesidad de mantener dos hogares: el lugar donde trabaja y su familia en la ciudad. El viático que recibe no es suficiente para sufragar los gastos de primera necesidad. En cuanto a la movilización, en 2017, solo para mencionar un ejemplo, un grupo de docentes de Kunayala, después de un concenso general, presentó una opción viable al Meduca. La Asociación de Educadores de Kunayala (Adeky), preocupada por la organización y movilización de todos los docentes de la región, recomendó a las autoridades del Meduca ofrecer un bono de viaje al inicio y terminación de cada año escolar. El monto del bono consistiría según la distancia del área de trabajo. Otros temas que estuvieron latentes y que eran de mucha preocupación de parte de los docentes también eran los pagos pendientes, sobresueldos, ascenso de categoría, plan de mejora, eliminar por completo escuelas ranchos, y un verdadero compromiso a nivel deportivo. A pesar de que en ese momento las autoridades se comprometieron a buscar una partida al siguiente año (2018), hasta la fecha los mismos temas siguen latentes. Los nuevos docentes siguen exigiendo el cumplimiento fiel a sus justas reclamaciones. Mientras los Gobiernos no tomen en cuentan ni ofrezcan los medios esenciales para mejorar la calidad de vida del docente de difícil condición laboral, en temas vitales como el transporte, salud, comida, vivienda, la educación siempre será desigual.

Mientras las autoridades no sitúen la educación como el eje primordial para transformar vidas, enrumbar el país hacia mejores oportunidades para todos, nuestro sistema seguirá teniendo dolencias y estaremos lejos de estar en condiciones de competir con la educación de otros países. Nuestra educación requiere definitivamente ser reestructurada, ofrecer las mejores condiciones al educador, porque de lo contrario, tendremos los mismos resultados. No obstante, a pesar de las circunstancias, el educador siempre está dispuesto a ofrecer sus mejores esfuerzos para brindar a la sociedad una oportunidad de contar con mejores hombres y mujeres en el futuro, que puedan servir al país que todos queremos y que deseamos que sea mejor cada día.

Docente, Escuela Francisco de Miranda.
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