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- 23/09/2023 00:00
Neoliberalismo vs. democracia
Democracia y neoliberalismo, dos conceptos políticos, económicos y jurídicos contradictorios, pero en su momento histórico cohabitan juntos en nuestra realidad actual.
Las primeras formas de democracia se desarrollaron en algunas ciudades-estados de Grecia, su creador fue Solón, al imponer la democracia como concepto de un gobierno del pueblo. Hay que mencionar que pueblo era un conjunto de ciudadanos del que quedaban excluidos los esclavos, los extranjeros residentes y los que no tenían padres atenienses. Sus prácticas se materializaban en las reuniones periódicas de la asamblea general de ciudadanos, quienes adoptaban medidas importantes y elegían los magistrados quienes llevaban a cabo decisiones.
Ayudaron a consolidar el concepto de democracia Pericles (culminación democrática ateniense), Platón (La República) y Aristóteles (Tres poderes del estado). Pero el que más claramente definió el concepto de democracia fue Abraham Lincoln (presidente No. 16 de EE.UU.), “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
Para muchos investigadores, la crisis de 1929, el new deal, el auge del Keynesianismo (incremento del gasto público y el Estado de bienestar), condujeron a modificar el liberalismo (1980) y adaptarlo al mercado competitivo y libre, conocido como neoliberalismo. Por lo tanto, propone dejar en manos particulares o empresas privadas el mayor número de actividades económicas, limitación y reducción del estado en la economía y eliminación de restricciones y regulaciones para mercancías, capitales y flujos financieros (apertura económica).
En fin, estamos en la última fase del capitalismo global, el neoliberalismo, basado en aumento voraz de la opulencia del sector privado y la pobreza del público, incrementando la desigualdad, el egoísmo y la indiferencia. La doctrina neoliberal ha penetrado en las entrañas del poder político de los Estados, ha capturado sus instituciones: ya no hay diferencia entre poder económico y poder político. El neoliberalismo no es solo una ideología o una política económica, es una forma de vida, que está planteando un jaque a las democracias occidentales. Las reformas y ajustes estructurales impulsados desde hace décadas por el neoliberalismo, al excluir a grandes sectores de la sociedad, están disminuyendo la democracia. Además, la falta de control y la quiebra en el equilibrio de poderes favorece e incrementa la corrupción y el abuso de poder.
Para nuestro país, el neoliberalismo acentúa su dominación, como modelo económico, una vez se da la invasión norteamericana (1989), impulsada seguidamente por el gobierno de Endara, consolidada por el gobierno de Balladares, y ampliada y acentuada con los gobiernos de Moscoso, Torrijos, Martinelli, Varela y Cortizo. La fuerza del neoliberalismo nos ha llevado a ser hoy, el segundo país de América Latina con la peor distribución de la riqueza, el salario mínimo no cubre siquiera la canasta de alimentos, que más del 40 por ciento de la población vive en pobreza y más del 90% de la población indígena es pobre o extremadamente pobre, el 47% de la fuerza laboral empleada trabaja en el sector informal, el crecimiento económico que tenemos no llega a la mayoría, sino que se queda concentrado en las manos de unos pocos, el desarrollo económico no equivale a desarrollo humano.
Para el 5 de mayo de 2024, nuevamente decidiremos en las urnas al nuevo presidente y vicepresidente, 71 diputados de la Asamblea Nacional, 81 alcaldes, 701 representantes de corregimientos y 11 concejales, todos con sus respectivos suplentes, para el período 2024 - 2029. Solo la candidata presidencial, Maribel Gordón, se ha declarado anti neoliberalismo, el resto, seguirán consolidando el neoliberalismo porque les resuelve sus intereses particulares. En esta importante elección general, desafortunadamente predominará el clientelismo político, auspiciado por partidos políticos que han perdido su particular ideología, sus principios éticos y democráticos; el clientelismo se institucionalizó en Panamá, depravado sistema político electoral fortalecido con las primeras elecciones post invasión, hoy expresada popularmente con el “que hay pa' mi”.
Hoy aparecen nuevas alternativas económicas que promueven una mejor distribución de las riquezas, fundamentadas en una verdadera democracia, donde el poder vuelva a manos del pueblo (Brics, Capitalismo de Estado) que incluya solucionar los efectos del cambio climático, provocado por la gran concentración de poder de una exigua minoría nacional/mundial.
Esto es lo que queremos ver en los programas de todos los candidatos del 5 de mayo del 2024, solo así votaremos por una verdadera democracia panameña.