En medio de la tensión social provocada por la entrada en vigor de la Ley No. 462, los gremios magisteriales sostuvieron este viernes 13 de junio un primer...
- 10/06/2023 00:00
A 85 años de la polémica 'Semilla de Mostaza'
“Semilla de mostaza. Una obra femenina digna de aplauso” (Luz Valle, Revista “Nosotras”, 1938)
Una de las polémicas literarias más intensas vividas en Centroamérica la protagonizó el libro “Semilla de Mostaza. Memorias fidedignas de don Sancho Álvarez de Asturias” de Elisa Hall quien se propuso reconstruir la vida de un caballero del siglo XVII perteneciente a una familia de la nobleza asturiana que pasó a las Indias en 1666, formando parte de la comitiva de don Sebastián Álvarez Alfonso Pérez de Rosica, y que sería el tronco del apellido Asturias en Guatemala.
“Semilla de Mostaza” fue publicada en octubre de 1938 y en la “Noticia Editorial” que precede a la obra, el periodista Federico Hernández de León señala que el caso literario de Hall era algo único en Guatemala: “una mujer, sin nombre literario, escribía unas cuartillas con intentos de monografía genealógica.” Los principales diarios del país dan cuenta de la noticia de la publicación de “Semilla de Mostaza” y subrayan la revelación de un nuevo talento en las letras guatemaltecas.
Sin embargo, tal brillantez genera celos por lo que casi inmediatamente, entre 1938 y 1941, se duda de su creatividad y se desata un debate sobre la autoría de su obra en los periódicos guatemaltecos de la época, como “Diario de Centro América”, “El liberal Progresista”, “El Imparcial”, “Semanario Independiente”, entre otros. El ataque lo inicia el periódico “Nuestro Diario” el 26 de octubre de 1938 que en un artículo sin firma titulado “¿Ignorancia, mezquindad o desconfianza?” plantea abiertamente que Elisa Hall ha plagiado el libro. La autora contrataca convocando a una junta de periodistas el 7 de noviembre de 1938, sus explicaciones no convencen y para dilucidar la situación los asistentes al encuentro la invitan a escribir y publicar en sus respectivos diarios. Hall acepta el desafío y escribe rápidamente dos capítulos de lo que será la segunda parte de “Semilla de Mostaza” (que llamará “Mostaza”) que son publicados el 10 y 12 de noviembre de 1938 en “El Imparcial”. Aún así, la polémica durará tres años más y aunque quedó probada la autoría de Hall, sus detractores habían mellado a tal punto el espíritu de la novelista que ésta perdió el interés en escribir dedicándose hasta muerte -acontecida en 1982- a pintar al óleo.
Hoy en día no se discute la autoría de Elisa Hall. La investigadora Quirante (2017) señala que “’Semilla de Mostaza’ encaja en el patrón de novela histórica tradicional, en cuanto a que recupera un pasado alejado de la época escritural y figuras que han sido plasmadas en la Historia. Asimismo, utiliza una amplia documentación historiográfica y propone como protagonista a un personaje con escasa base histórica [don Sancho]. Por otro lado, el interés de llenar con esta obra un vacío del pasado también convierte a esta ficción en una novela histórica funcional” y fundacional.
Respecto al contenido de la obra, la historia está narrada en primera persona dado que es don Sancho quien relata sus “memorias” situándolas en 1710, en Guatemala, abarcando un espacio histórico que se retrotrae a 1640, año de su nacimiento. La clave alegórica de esta novela, en cuanto a proponer una idea de nación, no se halla tanto en los hechos históricos que se relatan, sino en el narrador y en sus reflexiones desde el contexto escritural de ficción, situado en la ciudad colonial (Quirante, 2017). “Semilla de Mostaza” está estructurada en cincuenta capítulos; los catorce primeros concentran los primeros veinte años de vida de don Sancho (1640-1660) y el resto, los seis años siguientes hasta su partida hacia las Indias en 1666. Hall, como muchos escritores de novelas históricas, utilizó un castellano antiguo como un recurso de ambientación, que aportará mayor verosimilitud al relato.
Sin embargo, volviendo a la polémica de 1938 ¿por qué el rechazo hacia una mujer que escribe? ¿por qué el encono hacia una escritora a todas luces preparada para su tarea? ¿se trasgredió acaso algún convencionalismo de la época? ¿molestó la visión hispanista de la novela que contrastaba con el movimiento indigenista latinoamericano? Durante la dictadura de Manuel Estrada Cabrera, el padre de Elisa Hall fue encarcelado por motivos políticos, pero consiguió escapar de prisión y toda la familia emigró a El Salvador, por lo que cabe especular que el rechazo a su obra pudo tener connotaciones político-partidarias en una época en que el individualismo femenino era casi castigado con el ostracismo.
Elisa Hall se defendió con ingenio, pero eran demasiados contra ella. Igual que Miguel Ángel con polémico enemigo Biagio De Cesana al que retrató en el infierno en las pinturas de la Capilla Sixtina; Elisa representó y satirizó -e inmortalizó- a cada uno de sus atacantes como personajes complejos y sibilinos en el segundo volumen de la saga a la que tituló, como fue mencionado, “Mostaza”.
Lo cierto es que los detractores de Hall la obligaron a asumir un carácter defensivo que la alejó definitivamente de la literatura aun cuando había prometido un tercer volumen a la saga de “Semilla de Mostaza”, perdiéndose así una prometedora figura femenina de las letras latinoamericanas. Lo acontecido con Hall demuestra lo difícil que fue para las pioneras de la novela histórica abrirse paso en un mundo predominantemente masculino.