• 23/04/2020 11:03

¿Se acabó la cuarentena del coronavirus?

Se fue poniendo de manifiesto una aparente contradicción -la economía o la vida de las personas- donde debieron existir prioridades, esto es, preservar la vida de la mayoría de los individuos

Aunque es muy probable que para la mayoría de panameñas y panameños haya pasado inadvertida la conferencia del COVID-19 -encabezada por la flamante ministra de Salud, doctora Rosario Turner- del martes 21 de abril de 2020, ésta pasará a la historia como la única trascendental. Sencillamente, porque a través de los planteamientos científicos (Dr. Rodrigo Deantonio) y la interpretación política de la ministra de Salud, Rosario Turner; observamos con claridad meridiana, el distanciamiento o, mejor dicho, el divorcio del pensamiento científico en torno a la epidemia SERTS- CoV-2/ COVID-19 y la voluntad política de quienes gobiernan, de anteponer los intereses de una minoría poderosa de la sociedad, a costo de poner en peligro la vida de personas del pueblo panameño. 

En efecto, la última semana ya se escuchaba el “ruido” de empresarios clamando --en nombre de la economía- la suspensión de la “cuarentena”, así como también el anuncio del Presidente de la República de un “Plan Económico para el Día D”, que por el secretismo con el cual se ha manejado, se desconoce totalmente su contenido. Es decir, se fue poniendo de manifiesto una aparente contradicción -la economía o la vida de las personas- donde debieron existir prioridades, esto es, preservar la vida de la mayoría de los individuos, para luego juntos, iniciar la reconstrucción de la economía. Por supuesto, esta dicotomía absurda no se hubiese dado, sí el gobierno hubiese asumido su rol de conductor de la crisis en aras del bien común y no al servicio de una poderosa minoría social y económica, hegemónica y dominante.

Hoy, la realidad ha puesto de manifiesto que por encima de las leyes de moratoria expedidas por la Asamblea Nacional, que privilegian los intereses de las mayorías nacionales y, ahora también, en abierta ignorancia de la verdad científica, la plutocracia al mando del gobierno se ubica del otro lado de la calle, en la acera del frente, en la esquina de los poderosos banqueros, de la burguesía financiera y del “capitalismo salvaje”; dejando en la más grande orfandad política y en peligro de morir, o por contagio del “virus del diablo” o de muerte por hambre, a decenas de humildes panameñas y panameños.

El 21 de abril, la ciencia, a través del doctor Rodrigo Deantonio dijo una cosa y los politicastros del gobierno, en la voz de la ministra de Salud, Rosario Turner, interpretaron otra. En su análisis del comportamiento epidemiológico del coronavirus en Panamá, el científico dijo que “Panamá aumentó en la última semana epidemiológica (12 al 18 de abril) los días en que los casos de Covid-19 se duplican, y disminuyó el número promedio de nuevas infecciones que ocurren a partir de un caso, es decir, el Rt” y agregó, que “aunque el número reproductivo efectivo (Rt) total del país está por debajo de 1 (0.95), en regiones como Colón, Panamá Este y Chiriquí todavía está por encima de ese valor”. Pero lo más significativo del análisis del epidemiólogo panameño fue su conclusión expresada en los siguientes términos: “Corresponde mantener las medidas de contención para que los números continúen igual por 10 días seguidos, y estabilizar el comportamiento del virus”.

Sin embargo, la interpretación política del informe científico de la epidemia del nuevo coronavirus en nuestro país, por parte de la politicastro -No médica- fue otra muy distinta a la de mantener la cuarentena por “diez días” más. En su lugar, la ministra de Salud, dijo en la conferencia del 21 de abril, que “ya hemos entregado al señor Presidente el primer borrador del plan estratégico para comenzar a levantar las medidas de mitigación y suspensión (“cuarentena”) para frenar el virus” y agregó el anuncio del reinicio de algunas actividades comerciales y de servicios como el de las lavanderías. En conclusión, para el “buen gobierno”, la economía y el futuro de los banqueros usureros, están primero que la VIDA de las personas. ¡Así de sencilla es la cosa!

El autor es abogado y analista político.
Lo Nuevo