Adolescentes

Esta juventud de hoy no tiene temor de nada, se cree dueña absoluta de la verdad, pero no tiene control de su propia vida y ve la vida en general como un juego donde todo se le debe dar, porque se lo merece. Hasta que los adultos no nos pongamos los pantalones y nos amarremos bien la correa —que saca lo malo y mete lo bueno— estos pequeños bailarán sobre nuestra cabeza y harán de nosotros lo que les dé la gana.

Las leyes debemos estudiarlas y a su vez cambiarlas, si son niños para delinquir, pelear, abusar de su minoría de edad sin escrúpulos, igualmente deben ser hombres y mujeres capaces de enfrentar la consecuencia de su mal proceder.

Las leyes amparan al menor y es lo correcto, las diferentes entidades del Gobierno, sea cual sea su nombre, deben protegerlos, igualmente los padres y la sociedad en general. Debemos crear correctivos para esta juventud, si los corregimos ahora que están en completo desarrollo, no lloraremos más muertos ni madres y familias enteras nos veremos en la necesidad de visitar más presos en nuestras cárceles que no tienen nada bueno que ofrecer. Y con esto no decimos que los tiremos a que paguen una condena y cuando salgan se vea qué será de ellos. NO se malinterprete lo que decimos, el fin es crear lugares adecuados que no atenten contra la calidad de vida y sean tratados como seres humanos, para que cuando salgan sean hombres y mujeres que puedan ofrecerle a nuestra sociedad sus conocimientos.

Vuelvo a repetir concienticemos a los jóvenes, ofrezcámosles ideas para desarrollar su mente y que no se aferren al Internet, donde no piensan, solo ‘copio y pego '. Hagamos escuela para padres obligatorias, pero no la que ofrecemos hoy. Hagámosle entender a los adultos que de los errores de sus hijos ellos son los culpables por las tantas libertades que le ofrecemos. Si no pensamos como adultos y les damos a escoger, mañana tendremos una sociedad sin escrúpulos y nos gobernarán hombres sin pensamiento lógico.

No por gusto nuestro padre celestial nos dice en su palabra AL QUE SE AMA SE CORRIGE, Y CON VARA. Esto nos quiere decir que el rejo en ocasiones es la mejor herramienta para enderezar estos pequeños y no tengamos que ver en los medios más trifulcas de niñas que no se respetan a sí mismas y muchachos que les vale tirarse a puños en las calles y lo peor con el uniforme.

Cuántos de nosotros peleábamos en las calles, muchos los hacíamos, pero sabíamos que ese secreto debía mantenerse escondido, porque si nuestros padres se daban cuenta la paliza iba a ser peor, respetábamos a nuestros maestros y pobre de aquel que le faltara o levantara la voz para uno de estos ejes de la educación. A nuestros abuelos no los veíamos a las caras mientras nos regañaban y con los ojos nos hablaban, ahora nos volvemos ciegos y no hacen ni pío caso que hacen. Comencemos a revisar nuestras leyes y cambiar nuestra manera de educar cambiemos el libro de la modernidad y compremos el libro de la abuela y veremos resultados fabulosos.

EDUCADORA