• 03/09/2020 00:00

Agenda 2030 y COVID-19

En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas se comprometió, al más alto nivel, a cumplir con una ambiciosa tarea para el desarrollo sostenible, la Agenda 2030, conformada por 17 objetivos y 169 metas pensadas como un plan de acción a quince años, que daría continuidad, de una manera mucho más comprensiva e inclusiva, a los objetivos del milenio.

En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas se comprometió, al más alto nivel, a cumplir con una ambiciosa tarea para el desarrollo sostenible, la Agenda 2030, conformada por 17 objetivos y 169 metas pensadas como un plan de acción a quince años, que daría continuidad, de una manera mucho más comprensiva e inclusiva, a los objetivos del milenio.

Por mandato de los Estados Miembros de la ONU, cada cuatro años se presenta el Informe Global para el Desarrollo Sostenible, con la finalidad de fortalecer la interfaz ciencia-política, lo que permite identificar lagunas, debilidades, duplicaciones de metas y la posibilidad de sinergias y colaboración entre actores relevantes. El informe del año 2019 reflejó que el mundo no está en camino de alcanzar la mayoría de las metas que comprenden los objetivos del desarrollo sostenible (ODS).

En el marco del lanzamiento de la década de acción para los ODS, el mundo se encuentra en medio de una pandemia por la COVID-19, con efectos sin precedentes, pero que no ha sido óbice para que muchos países renovaran su compromiso adquirido, pues en julio pasado se celebró (modalidad virtual) el Foro Político de Alto Nivel, principal plataforma de seguimiento y evaluación de la Agenda 2030, y cuarenta y siete países presentaron sus avances en la implementación de esta, incluidas las medidas utilizadas para hacer frente a la enfermedad por el nuevo coronavirus.

En la coyuntura actual, el futuro del desarrollo sostenible se ve amenazado por esta pandemia, debido a que los países han tenido que redirigir sus políticas públicas a la atención y mitigación de la enfermedad con el fin último de preservar la vida humana.

Estamos a 10 años para el 2030 y los 17 ODS están lejos de cumplirse por el impacto de la COVID-19. Sin ser exhaustivos y recordando la interrelación entre los ODS, a simple vista se identifican objetivos duramente afectados, como el de salud y bienestar (ODS 3), con más de 25 millones de casos y más de 800 mil muertes a nivel mundial producto de la enfermedad.

Por otro lado, la educación de calidad (ODS 4) enfrenta serios obstáculos en su implementación, ya que, según datos de la ONU, la pandemia ha creado la mayor disrupción de los sistemas educativos en la historia, al afectar a casi 1.6 mil millones de estudiantes en más de 190 países.

La reducción de las desigualdades (ODS 10) es otro que nos viene a la mente con cada noticia sobre la COVID-19, toda vez que esta crisis acentuó las crecientes disparidades dentro de los países y entre ellos. Informes preliminares de la ONU señalan que 71 millones de personas volverán a caer en la pobreza extrema este año, con lo cual se retrocederá en los esfuerzos para poner fin a la pobreza (ODS 1) que es una condición necesaria para lograr el desarrollo sostenible.

Pese a que la pandemia afectó inicialmente al ámbito de salud, se ha convertido en una crisis socioeconómica sin precedentes. Su impacto ha sido multidimensional globalmente.

La alianza para lograr los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS 17) toma mayor relevancia, ahora más que nunca, por la necesidad de una cooperación internacional que nos permita ir más allá de las aspiraciones individuales hasta lograr la implementación de una verdadera agenda global compartida. Por ello, el multilateralismo se vislumbra como un llamado a encauzar a las Naciones para la solución de los problemas globales. En esa misma línea, las palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, al señalar que “Nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo”, constituyen un claro indicativo de que sin una cooperación fortalecida no saldremos de esta pandemia.

La vulnerabilidad de la comunidad internacional ante la pandemia de la COVID-19 cambió la perspectiva del desarrollo, pues no solo los países menos adelantados o con mayores brechas estructurales han sido afectados, sino también los más desarrollados y las potencias mundiales. No obstante, lo anterior, indudablemente, estamos enfrentando, con distintas capacidades y formas, la situación.

A mediados de este mes, la Asamblea General de la ONU conmemorará su 75 aniversario con un espacio dedicado a la Agenda 2030 y los Objetivos para el Desarrollo Sostenible. Con esta celebración -el Momento de los ODS- busca retomar el “momentum” para implementar la Agenda en el marco del lanzamiento de la década de acción para los ODS y envuelta en un escenario poco alentador sobre su futuro.

En definitiva, el compromiso al más alto nivel es de todos los actores y sectores de la sociedad. Todos debemos promover un mejor desarrollo sostenible desde los espacios en donde nos encontremos; solo así avanzaremos en este camino. La Agenda 2030 se mantiene vigente como el marco de reconstrucción del desarrollo de las naciones, y no dejar a nadie atrás sigue siendo el imperativo global.

(*) Licenciada en Relaciones Internacionales, segunda secretaria de Carrera Diplomática y Consular.

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