• 07/05/2025 01:00

Agricultura 4.0 dará a Panamá más desarrollo y seguridad alimentaria

La agricultura 4.0 no es exclusiva de las grandes potencias europeas. Panamá tiene la oportunidad de inspirarse en el camino recorrido por Italia para acelerar su transformación agrícola, apostando por la innovación, la sostenibilidad y la valorización de su riqueza agroalimentaria. La colaboración internacional y la adaptación de soluciones tecnológicas a la realidad local serán claves para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo rural sostenible en el país.

En este sentido, Italia tiene mucho camino recorrido como referente europeo en agricultura sostenible, liderando en número de granjas orgánicas y productos agroalimentarios protegidos. Ha desarrollado la integración de tecnologías digitales, sensores inteligentes y sistemas de gestión en la agricultura 4.0, que ha permitido reducir emisiones, optimizar recursos y responder a las crecientes demandas de sostenibilidad ambiental y trazabilidad.

Panamá, aunque con una estructura agrícola distinta —el sector agrícola representa cerca del 2,5 % del PIB y su valor agregado fue de aproximadamente 2.041 millones de dólares en 2023— enfrenta retos similares en cuanto a sostenibilidad, eficiencia y adaptación al cambio climático.

Un argumento que justifica un viraje en la estrategia es que el crecimiento anual del sector agrícola panameño ha sido modesto, alrededor del 0,45 % en 2023, lo que evidencia la necesidad de innovar para dinamizar la producción y mejorar la competitividad.

Podemos aprovechar la dinámica relación entre Panamá e Italia y el modelo que le ha servido para posicionarse en la agricultura, mirando los siguientes elementos:

Digitalización y agricultura de precisión: la adopción de herramientas digitales y sistemas de monitoreo, como los implementados en Italia, permitiría a los productores panameños optimizar el uso de agua, fertilizantes y fitosanitarios, reduciendo costos y minimizando el impacto ambiental.

Certificaciones y valor agregado: el éxito italiano en la protección y promoción de productos con denominaciones de origen (DOP, IGP) es un ejemplo replicable. Panamá, con su diversidad agrícola y productos emblemáticos como el café de altura y frutas tropicales, podría potenciar su presencia internacional a través de certificaciones de calidad y origen.

Sostenibilidad y cambio climático: Italia ha demostrado que es posible reducir emisiones y mantener la productividad. Panamá, afectada por fenómenos como El Niño y la gestión del agua, debe apostar por tecnologías y prácticas agrícolas resilientes, integrando la sostenibilidad como eje central de sus políticas sectoriales.

Innovación: la incorporación de prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y de tecnologías ecológicas innovadoras puede contribuir a fortalecer la seguridad alimentaria y la salud del planeta para las generaciones futuras. Panamá ha hecho acercamientos con Italia para conocer su experiencia en temas como la detección de aguas subterráneas y aplicación satelital en el sector agropecuario, entre otros, a fin de alcanzar un intercambio de apoyo tecnológico y transferencia de conocimientos con esa nación europea.

La conexión entre ambos países se robustecerá a través de programas de intercambio académico, cooperación técnica y transferencia de tecnología. De hecho, iniciativas educativas ya permiten que estudiantes y profesionales panameños conozcan de primera mano prácticas sostenibles e innovaciones aplicadas en contextos internacionales, como ocurre en programas de formación agrícola y visitas a fincas modelo.

Lo anterior no es un sueño difícil de alcanzar, sino un abanico de oportunidades para la agricultura panameña que le permitirá incrementar la productividad y, por ende, la competitividad.

*El autor es secretario general de la Cámara Ítalo-Panameña
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