• 13/08/2023 00:00

Aportes para la compra conjunta de medicamentos

“[...] no omito subrayar la importancia de que la población participe activamente, y ejerzamos nuestro derecho y deber de controlar socialmente, pero de forma positiva y productiva [...]”

Ahora que el Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social acordaron comprar en forma conjunta 352 medicamentos por medio de una mesa única para la compra conjunta, como estrategia para abastecer el sistema de salud y atender la demanda de los pacientes; le dedico esta entrega ofrecer argumentos a favor de la negociación y compra conjunta de medicamentos como la mejor estrategia posible para que el sector público pueda adquirir medicamentos a menor precio, de comprobada calidad y seguridad.

Aunque felicito el esfuerzo conjunto de los actores participantes en la Mesa Técnica de Medicamentos, no puedo dejar de subrayar que este importante logro ya era factible y esperado desde hace algunos años, y tiene todo el sustento legal necesario, veamos:

Para comenzar, tenemos lo establecido en el artículo 40-E de la Ley 1 de 10 de enero de 2001, conforme fue modificada por la Ley 97 de 4 de octubre de 2019. La ley _plenamente vigente_ establece todos los pasos a seguir para que la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Salud adquieran las medicinas en Panamá o en el extranjero.

A pesar de ello, faltó voluntad para superar los intereses existentes en el mercado de medicamentos, facilitando que los pocos oferentes se pongan de acuerdo para influir en el precio y cantidad de los medicamentos. Además _pues no son solo los oferentes_ sumemos los procesos ineficientes, repetidos y burocráticos, plataformas tecnológicas inadecuadas, deficiencia en el proceso de abastecimiento, almacenamiento y distribución de los medicamentos desde el nivel central hasta los niveles locales, tanto de la CSS como del Minsa.

Otro argumento legal muy sólido es el Decreto Ejecutivo 26 del 15 de marzo de 2022, publicado en Gaceta Oficial el año pasado (hace 16 meses). Este Decreto establece claramente el reglamento para compras conjuntas o unilaterales de la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Salud de medicamentos cuando se declare el desabastecimiento crítico de fármacos y medicinas.

Vale destacar que aquel Decreto tomó en consideración el contenido de al menos tres acuerdos del Pacto del Bicentenario, que proponen: mejorar el marco legal regulatorio; suplir renglones que se encuentran en desabastecimiento crítico y; la adquisición de medicamentos a precios accesibles en un plazo no mayor de 12 meses.

Lamentablemente, se ha avanzado poco para garantizar a todos los ciudadanos, independientemente de su condición social o laboral, el acceso efectivo, gratuito y continuo a los medicamentos necesarios para recuperar la salud. Esperemos que este nuevo Decreto _una vez sea firmado y publicado en Gaceta_ llene las expectativas.

Dicho lo anterior, es preciso preguntarnos ¿cómo vamos a negociar y comprar los medicamentos que se necesitan?, ¿lo hacemos nosotros solitos desde nuestra mesa única para la compra conjunta de medicamentos, contando con la fiscalización y regulación efectiva de nuestra Contraloría?, o ¿aprovechamos la oferta de cooperación técnica del Sistema de Naciones Unidas?

A estas alturas de la nota, es importante reiterar _para la tranquilidad de los proveedores nacionales_ que, la negociación y compra conjunta de medicamentos _con o sin ayuda de Naciones Unidas_ busca regular la competencia, exigiendo precios solidarios y asequibles para los medicamentos e insumos del sector público, comprando donde más le convenga a la mayoría de los panameños. La estrategia permitirá plantear argumentos sólidos a la industria farmacéutica nacional e internacional, y defender los intereses de la población y los recursos de las instituciones públicas de salud, aprovechando al máximo las opciones disponibles.

Dicho lo anterior, es obligatorio _para el conocimiento o recordatorio de los actores que participarán en nuestra Mesa única_ reiterar los dos mecanismos que nos ofrece la cooperación de dos agencias del SNU: la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, UNOPS y el Fondo Estratégico de la OPS.

Ambas organizaciones nos ofrecen procesos sólidos y rápidos para la adquisición de suministros médicos y medicamentos vitales. Estos procesos también son transparentes, justos, eficientes y con una buena relación costo-eficacia. Además, utilizan proveedores precalificados que cumplen las normas de calidad de la OPS/OMS. Adicionalmente, se proporciona apoyo técnico para la planificación y programación de adquisiciones, a fin de mantener la disponibilidad continua de los suministros esenciales de salud pública, lo cual fortalece la capacidad nacional para satisfacer nuestras necesidades y adquirir suministros.

Si somos capaces de negociar y comprar sin la asistencia de estas agencias, pues ¡enhorabuena! Pero nuestra historia pasada y reciente no lo demuestra, por lo que aconsejo aprovechar esta ayuda. No olvidemos _como señala UNOPS_ que, cuando se trata de adquisiciones del sector de la salud, cada centavo cuenta. Cada centavo ahorrado representa una suma que puede reinvertirse. Ya sea en adquirir más medicamentos, comprar más equipo médico, mejorar o construir más infraestructuras de salud.

Finalmente, no omito subrayar la importancia de que la población participe activamente, y ejerzamos nuestro derecho y deber de controlar socialmente, pero de forma positiva y productiva la gestión de dicha Mesa, a fin de que sus acuerdos y productos llenen nuestras expectativas.

Médico, exrepresentante de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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